Doce cuentos peregrinos

La Santa es un texto en prosa perteneciente al género cuento e incluido en el libro “Doce cuentos peregrinos” (1992), de Gabriel García Márquez, escrito colombiano nacido en 1928.

Publicado bajo el sello editorial Oveja Negra en 1992, es el segundo de los cuentos e inicia en la página 57 del libro y culmina en la página 73, de este libro compuesto por un total de 226 páginas. La obra está constituida por narraciones que en su mayoría fueron inicialmente publicaciones periodísticas del autor.

El cuento La santa narra la lucha de un oficinista colombiano (Margarito Duarte) por lograr la canonización de su pequeña hija, muerta hace once años. La odisea del protagonista inicia cuando se ve obligado a exhumar el cadáver de su esposa y de su hija, debido a que el gobierno de su pueblo decide construir una represa en el terreno santo y trasladar los cuerpos a un nuevo cementerio.

Ese día Margarito descubre que el cadáver de su hija se encontraba intacto pese a haber sido sepultado hace ya once años y que además carecía de peso. Ante esto, ni el pueblo ni el obispo mismo dudaron en proclamar la santidad de la niña.

Los habitantes del pequeño pueblo en el que reside Margarito, ante la inminencia de la santidad de la niña, organizan una recolecta para que el protagonista viaje a Roma en pro de una sorprendente causa.

El deseo de este padre porque su hija fuera canonizada pasa rápidamente de ser la causa de un pueblo para convertirse en un asunto de nación; pero con el transcurrir del tiempo dentro de la historia termina por tornarse más en una obsesión individual que en cualquier otra cosa.

García Márquez nos narra así las innumerables e ineficaces vistas de Margarito Duarte al Vaticano, donde el fenómeno de la pequeña niña no es considerado algo novedoso, sino más bien apreciado como uno de los tantos casos que anualmente recibe esta institución de cuerpos incorruptos a pesar de la imponencia de la muerte.

Este hombre, quien apenas si había pasado por la escuela, impulsado por la obsesión de llevar a término su causa termina por sumergirse en cuanto libro le aportara algún conocimiento sobre el caso de su hija y lograr así la canonización.

Posteriormente el narrador se hace partícipe de la historia, a través de la narración de las anécdotas vividas con el protagonista en la pensión en la que ambos se hospedaban en Roma. Y va incluyendo un sin número de personajes interesantísimos que le dan un toque de humor a la narración y otros que parecen albergar la esperanza de que el cometido del protagonista llegará a feliz término en algún momento.

Al final de la historia, nos damos cuenta de que la causa del protagonista resulta perdida. Sin embargo, el autor da un importante giro a la narración develando el hecho de que el verdadero santo era Margarito y no la pequeña niña eternamente joven por la muerte.

Estructura

En La Santa podemos establecer de manera clara una distribución clásica de la organización del texto en tres partes bien diferenciadas: presentación o inicio, nudo o trama y desenlace final, que abarca lo siguiente:

El cuento inicia con la voz del narrador recordando su encuentro con el personaje central de la historia (Margarito Duarte). Aquí es donde el narrador hace alusión por primera vez a La Santa. Sin embargo, aún no nos otorga demasiadas pistas sobre la historia.

Posteriormente el narrador realiza una analepsis (salto al pasado), con la que comienza la trama (hechos contados cronológicamente) del cuento. Primero nos hace una breve descripción de Margarito Duarte y luego nos expone la historia de La Santa y de la odisea que transita el protagonista en búsqueda de la canonización de su hija.

El final de la historia empieza a desarrollarse con un regreso al presente de la diégesis, en la que el narrador expone el por qué decidió retornar a Roma y cómo se da su encuentro con Margarito Duarte. El cierre o final se nos da con una frase que parece tener una intención reflexiva: “Sin darse cuenta, a través del cuerpo incorrupto de su hija, llevaba ya veintidós años luchando en vida por la causa legítima de su propia canonización”.

Sin embargo, debemos aclarar que el hecho de que dentro del cuento se identifique claramente esta estructura no significa que los hechos se presenten de manera cronológica o con un orden clásico.

Vemos, por ejemplo, cómo el autor hace múltiples saltos en el tiempo de la narración. Se nos muestra, también, el desarrollo de dos historias recurrentes; la primera, es el encuentro del narrador con el personaje central y su tratamiento. La segunda es la historia que cuenta el narrador aun tercero, es la historia de vida de Margarito Duarte

Es un relato completo, aunque no muy extenso, que forma parte del conjunto de relatos de “Doce cuentos peregrinos”. Consta de 44

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