Documental Político

2- Caracterización del formato elegido, vínculo con el contexto (fundacional, de proceso, consolidación)

El formato que sostiene materialmente nuestro objeto es audiovisual, al tratarse de un documental político. Este se caracteriza por querer mostrar una realidad visualmente, incluso nació antes del cine, cuando la ficción aún no se aplicaba y solo se filmaba la realidad, sin dimensión dramática de por medio.

Es fin del documental el exponer un tema, el que se estudia y explica a la vez a lo largo de su duración. Más que situaciones, el aumento de interés ciudadano en manifestar una visión sobre temas contingentes, abordado desde el punto de vista del realizador. Una de las ventajas que tiene el documental es que, actualmente, se puede hacer tanto con grandes o bajos presupuestos, por lo que el tema monetario ya no es un impedimento mayor. He aquí una de las ventajas frente a realizar cine de ficción.

Hace ya varios años que el documental político ha ido ganando un espacio dentro del mundo audiovisual. Podemos referirnos a las últimas dos décadas como periodo clave dentro del desarrollo de este estilo, el que tiene referentes claves como el estadounidense Michael Moore. Actualmente, este tipo de realizaciones cuenta incluso con festivales que giran en torno a ellas, con ejemplos en todo el mundo.

Este documental en particular es expositivo e interactivo, dos de las cuatro categorías propuestas por Bill Nichols en “La Representación de la Realidad”. La primera se refiere a mostrar imágenes evidentes que muestren el tema y acompañarlo con una voz en off que guía la narración de la historia. Otro recurso utilizado es la misma presencia del protagonista del documental, hablando hacia un público y haciendo entrevistas, esto se aplica a la segunda categoría mencionada por el autor. Ambos recursos permiten un objeto audiovisual más dinámico y completo, lo que es atractivo al espectador no solo en contenido sino en la forma elegida para exponerlo.

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