Doña Bárbara
Enviado por • 28 de Febrero de 2015 • Síntesis • 973 Palabras (4 Páginas) • 205 Visitas
Doña Bárbara tenía fama de ser una "devoradora de hombres", a quienes hechizaba con brebajes, pues era ducha en brujerías.
En una época anterior, las familias más poderosas de la región, los Luzardo y los Barquero, se desangraban en una lucha sin cuartel disputándose la posesión de la vieja hacienda de Altamira.
Al enviudar, la madre de Santos Luzardo abandona el llano y huye con su hijo a Caracas para educarlo en otro ambiente y evitar así la muerte del único sobreviviente de la familia.
Al morir la señora Luzardo, Santos se propone vender la hacienda e irse a vivir a Europa. Pero, antes, investiga la situación de sus propiedades.
Altamira ya no era la de antaño. Los administradores descuidaban sus tareas y doña Bárbara, la cacica del Arauca, mediante soborno, cohecho, violencia y crímenes, poco a poco se había ido apoderando de la tierra aledaña. Entonces Santos resuelve ir a Altamira para "meterse en aquella tierra a luchar, a defender sus propios derechos y también los ajenos, atropellados por los caciques del llano como doña Bárbara; a luchar contra el desierto, que no dejaba penetrar la civilización [ ... ] Luchar contra doña Bárbara no sería solamente salvar Altamira, sino contribuir a aniquilar para siempre las fuerzas que retardaban la prosperidad de la inmensa llanura del país".
La abusiva mujer había sido "fruto engendrado por la violencia del blanco aventurero en la sombría sensualidad de la india, su origen se perdía en el dramático misterio de las tierras vírgenes." Sus primeros recuerdos se remontaban a su existencia nómada en una piragua de contrabandistas, borrachos y asesinos, donde servía como cocinera; tenía quince años. El único amor que entonces encontró fue el de Asdrúbal, quien le enseñó a leer y escribir; pero el joven murió asesinado. Luego de eso, los contrabandistas se rebelan, dan muerte al capitán de la piragua y violan a la muchacha. El piloto de la nave, un viejo indio que conocía a la madre de la joven, la salva de ser vendida a un turco rico, sádico y leproso. Con él debe seguir vagando por el río, sin encontrar un sitio para ella. Aquel episodio la marcó para siempre.
Dura, maligna, de belleza sensual y ardiente, pero llena de sombrío rencor hacia los hombres, se inicia en las artes diabólicas para inflamarlos de lujuria y aniquilar su voluntad. Este es el ingrediente mágico, autóctono, de toda novela regionalista, y otro de los temas centrales de la obra.
Cierto día, Bárbara conoce a Lorenzo Barquero quien, abandonando todo en Caracas —novia, estudios, sociedad—, había tomado el camino del llano para ir a remediar la tragedia en que se hallaba sumida su familia. Fue un amor salvaje. Bárbara descargará en Barquero todo el odio reprimido y el rencor acumulado contra los hombres. No obstante, tuvieron una hija a quien llamaron Marisela, "pero ella no quiso ni verla y menos aún amamantarla". Él, víctima de aquella
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