Dragones Malditos

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HEALING A BROKEN DRAGON

Cursed Dragons 04

Marcy Jacks

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Miles nunca fue un tipo duro, y cuando los dragones atacaron a su aquelarre, hizo todo lo posible para proteger a los niños bajo su cuidado.

Hasta que el dragón más mezquino lo secuestra fuera de su aquelarre. Miles está tan aterrorizado que ni siquiera se atreve a lanzar un hechizo simple.

Pero una parte de él sabe que Renford no lo dejará, porque es su compañero.

Renford ha sido expulsado de su clan. Su aliado más confiable se emparejó con el enemigo, y él, sin duda, se volvió un poco loco. El ataque contra el aquelarre de Miles podría estar sujeto a él, pero no podía dejar que mataran al otro hombre allí.

Odia los brujos, pero no puede ignorar el tirón entre él y Miles. Él quiere a su compañero. Él quiere protegerlo.

Pero cuando Miles descubre de qué es culpable Renford, no puede culpar al otro hombre por querer irse.

Capítulo 1

La limpieza siempre fue la peor parte de cualquier pelea.

Especialmente cuando era la sangre de sus amigos la que necesitaba limpiarse.

La pelea había sido en su territorio, y Miles hizo todo lo posible para mantener a los niños alejados de las ventanas incluso después de que los dragones se hubieran asustado.

Lloraron por sus padres, todos con el rostro mojado y mojado, y él ni siquiera se pudo enojar porque, en el interior, se sentía exactamente de la misma manera.

Pero él estaba a cargo de su cuidado. Necesitaba mantenerlos bajo control.

"Está bien, niños. Las malas lagartijas se han ido. Todo va a estar bien ".

No podía hacerse creerlo. Había escuchado los gritos ahí fuera.

Había sido un ataque total furtivo. El tipo de movimiento de mierda que esperaría del enemigo.

Pero se suponía que estaban en paz con los dragones. Entonces, ¿qué diablos pasó?

"¿Puedo ver a mi... mi papá?", Preguntó Robby. Sólo tenía seis años, y si su peluche Pikachu si hubiera estado vivo, lo habría estrangulado con la fuerza con que lo agarraba.

"Todavía no, niño. Está casi hecho ".

Miles no estaba seguro de cuánto creía eso. No quería hacer promesas específicas solo en caso de que fuera su padre quien fuera uno de los que se desangraron después de la pelea.

No es que tal cosa haría mucho bien a un niño. Incluso los más pequeños indicios harían creer a Robby que le habían prometido.

Por extraño que parezca, el llanto y el lamento no habían comenzado hasta después de que los dragones habían sido expulsados ​​del aquelarre.

Los brujos cumplieron con su deber, lucharon y defendieron su tierra de los dragones invasores, y los niños entraron en los pequeños cubículos donde guardaron sus zapatos y se escondieron en silencio.

Cuando terminó, fue cuando ocurrió el pequeño freak-out.

Molly, su hermana, tenía las manos llenas tratando de distraer a los niños. Les había pedido a los niños y niñas mayores que la ayudaran, y actualmente intentaban distraer a los niños con sus teléfonos y videojuegos.

piratas del Caribe Había vuelto al proyector, pero nadie lo miró.

Miles miró por la ventana. Cualquiera que no caminara con una cojera o una cabeza rota estaba ayudando a quienes lo hacían. Las brujas y los brujos se reunieron alrededor de los que estaban más heridos, con las manos brillantes mientras intentaban lanzar hechizos de curación que mantendrían a sus amigos con vida el tiempo suficiente para que la curación natural se hiciera cargo.

Miles apretó sus manos en puños.

Odiaba esto. Deseaba a Dios haber sido lo suficientemente fuerte como para poder hacer algo. Que había sido lo suficientemente valiente para luchar.

Deseaba haberse unido a la clase de guerreros en lugar de quedarse aquí con los niños y las tareas domésticas como su madre le había pedido.

Molly estaba demasiado ocupada con el resto de los niños para darse cuenta de su lucha, pero como el ataque se estaba produciendo, justo afuera de su centro comunitario, hacía que las paredes temblaran y el piso debajo de ellos vibrase, no pudo evitar estar furioso a sí mismo por esconderse aquí con los niños.

Si un dragón hubiera abierto el techo y les hubiera arrojado fuego, ¿habría sido lo suficientemente fuerte como para detenerlo?

¿Podría haber salvado a su hermana y estos niños?

Deseó haber estudiado magia defensiva. Dios, nunca lo había deseado más que ahora.

Y fue culpa de todos esos jodidos dragones.

Le habían prometido la paz. Ese imbécil dragón que había secuestrado a Arty había aparecido con algunos de sus amigos y...

Esperaba que esto terminara mejor de lo que lo hizo. Eso fue todo.

Ese dragón, más viejo, con cara y cuello cicatrizados...

Miles no estaba seguro de por qué estaba pensando él ahora mismo. Probablemente fue uno de los imbéciles que tuvo una mano en esto.

"Miles?"

Salió de ahí y se sintió culpable por dejar que su mente vagara cuando había algo que hacer.

"Lo siento, sí, ¿qué necesitas?"

"Rosy no se siente tan bien. ¿Crees que podrías mantener el fuerte aquí mientras la llevo al baño?

Ella ya se veía como si se hubiera orinado ella misma. "Sí, lo que sea que necesites. Todos estamos bien aquí ".

Molly atrajo a Rosy a sus brazos, aparentemente sin darse cuenta, o preocupándose por la orina. "No tardaremos más de cinco minutos".

Lo que significaba que Miles era ir y buscarlos si lo eran.

Él asintió, viendo a su hermana irse.

Aunque solo para darles a los niños algo que hacer, Miles tomó los crayones y los papeles, y él hizo que todos los niños, incluso los más grandes, se sentaran en las mesas. Las mesas que aún tenían sus piernas unidas, y les pidió que escribieran cartas de agradecimiento a los brujos guerreros que no solo los habían mantenido a salvo, sino que también estaban curando y cuidando las rodillas raspadas y los dedos de los pies que los guerreros tenían que tratar. con despues del hecho.

...