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Drenaje Linfatico


Enviado por   •  23 de Noviembre de 2013  •  1.917 Palabras (8 Páginas)  •  435 Visitas

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Capítulo

96

Anatomía del sistema linfático

Alfredo Luiz Jacomo Aldo Junqueira Rodrigues Júnior

INTRODUCCIÓN

El sistema linfático transporta la linfa en una única di­ rección; desde los diferentes órganos hasta la base del cuello, iniciando su trayecto en los espacios intersticiales como capilares linfáticos (linfáticos iniciales), continúan en vasos linfáticos que alcanzan los troncos y de éstos, finalmente, desembocan a la derecha, en el conducto linfático y a la izquierda en el conducto torácico.1 Este sistema recoge los líquidos extravasados de los vasos sanguíneos,2 en el espacio intersticial, y los lleva, nuevamente, a la sangre en la confluencia de las venas yugular interna y subclavia, en ambos lados. A lo largo del trayecto de los vasos linfáticos existen grupos com­ pactos de linfocitos encapsulados, denominados linfo­ nodos, estas estructuras actúan filtrando la linfa y son responsables de la respuesta inmune.3 Los vasos linfáticos presentan válvulas en toda su ex­ tensión. Éstas se forman por pliegues de endotelio con algunas fibras de tejido conectivo y musculatura lisa. Las válvulas se proyectan en el sentido de la corriente linfá­ tica y previenen, de esa forma, el reflujo de la linfa. Y hay, también, una válvula en la desembocadura de los vasos linfáticos en las venas, donde estas impiden el re­ flujo de la sangre para el sistema linfático.1

CAPILARES LINFÁTICOS (LINFÁTICOS INICIALES) Y LINFONODOS

Los capilares linfáticos acompañan los capilares veno­ sos, excepto en el sistema nervioso central, en el cartíla­ go, en los huesos, médula ósea, placenta y globo ocular.1 Esos capilares forman los vasos linfáticos aferentes, que, a diferencia de las venas, siguen en paralelo hasta alcan­ zar la porción cortical del linfonodo. De éste, a través de su hilo, salen los vasos linfáticos eferentes, con un calibre mayor y en menor número y que se dirigen, ge­ neralmente, a otro linfonodo3 (Fig. 96­1). Los linfonodos varían en número y se encuentran más o menos constantemente en determinadas regio­ nes del cuerpo. Con frecuencia se disponen en cadenas y varían considerablemente en tamaño, pueden alcan­ zar hasta 2.5 cm de diámetro y generalmente presentan forma ovalada o redondeada. El linfonodo presenta, en uno de los lados, una pe­ queña depresión, denominada hilo, a través del cual los vasos sanguíneos entran y salen, e incluso, el vaso linfá­ tico eferente también abandona el linfonodo por esta depresión, mientras que los vasos linfáticos aferentes al­ canzan varios puntos a lo largo de la superficie convexa del linfonodo (Fig. 96­1).

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Cirugía Vascular

En relación con su localización, pueden ser super­ ficiales, y están en el tejido celular subcutáneo, o pro­ fundos, debajo de la fascia muscular y en las cavidades abdominal y torácica.1 El linfonodo consiste en una aglomeración de tejido reticuloendotelial revestido por una cápsula de tejido conjuntivo. En su superficie externa, la cápsula se ad­ hiere al tejido conjuntivo circundante y, así, se mantie­ ne en posición. La cápsula consiste de haces bastante compactos de tejido conjuntivo, de fibras elásticas y de algunas fibras musculares lisas. Esta cápsula, en su su­ perficie interna, proyecta hacia el parénquima trabécu­ las fibrosas que se extienden hacia el interior del lin­ fonodo, conduciendo vasos sanguíneos y limitando los espacios hacia los folículos linfáticos. Los folículos linfáticos reciben, generalmente, linfa a través de un vaso linfático aferente que penetra en el seno subcapsular, sigue a través de los senos trabecula­ res y medulares y, finalmente, se filtra en las mallas de esos senos, donde se pueden retener partículas y se pue­ de enriquecer la linfa en células linfoides, así, los vasos linfáticos eferentes contienen muchos más linfocitos que los vasos linfáticos aferentes3 (Fig. 96­1). El linfonodo presenta, básicamente, dos funciones: 1. En la filtración de la linfa, donde se pueden retener partículas extrañas durante el paso de la linfa y 2. En la producción celular, una vez que las células son de dos tipos principales, linfocitos y plasmocitos, desempeñan­ do de esta manera un importante papel inmunológico.

MIEMBRO SUPERIOR

A semejanza del drenaje venoso de los miembros supe­ riores, el sistema linfático también se divide en superfi­ cial y profundo o epifascial y subfascial, a causa de sus relaciones con la fascia muscular. Así, los vasos linfáticos y los linfonodos se denominan de acuerdo con los vasos sanguíneos que los acompañan.4 Los vasos linfáticos superficiales se localizan en el te­ jido celular subcutáneo y drenan, consecuentemente, la piel, el subcutáneo y el periostio de las regiones donde

los huesos están recubiertos solamente por la piel (Figs. 96­2 y 96­3). El drenaje linfático superficial presenta diez corrien­ tes, así, podemos dividirlas en cuatro en la porción dis­ tal (mano y antebrazo) y seis en la porción proximal (brazo)5 (Cuadro 96­1). Las corrientes de la porción distal son dos anteriores y dos posteriores. Las ante­ riores se denominan corrientes radial anterior y ulnar anterior y las posteriores, radial posterior y ulnar pos­ terior. Las corrientes de la porción proximal son: tres anteriores y tres posteriores. Las corrientes anteriores se llaman basílica, prebicipital y cefálica, por presentar relaciones con las venas basílica, cefálica y con el múscu­ lo bíceps braquial, y las posteriores, corrientes postero­ lateral, posterior y postero­medial (Figs. 96­2 a 96­4). El drenaje linfático profundo presenta seis corrien­ tes, cuatro en la porción distal (mano y antebrazo) y dos en el brazo (Cuadro 96­1). Las corrientes de la porción distal se llaman ulnar profunda, radial profunda, inte­ róseas anterior y posterior6 (Fig. 96­5) y las corrientes de la porción proximal, consecuentes de sus relacio­ nes con las arterias, se denominan braquial y braquial profunda (Fig. 96­6). En esas corrientes del miembro superior encontramos dos vías derivativas,5 o sea, que no se dirigen hacia los linfonodos axilares, y sí, hacia linfonodos supraclaviculares y subescapular posterior, estas vías ocurren a través de las corrientes cefálica y posterior. Así, se cree que en las escisiones de los linfo­ nodos axilares, en los casos de cáncer de mama, estas vías podrían explicar la

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