EDUCACIÓN CUIDADANA
Enviado por Mónica Rodríguez • 22 de Noviembre de 2017 • Ensayo • 1.930 Palabras (8 Páginas) • 335 Visitas
Educación Ciudadana
Introducción:
“Si bien no cabe duda de que la escuela no es la única institución que contribuye a la formación de la ciudadanía en una sociedad y que, por tanto, por sí sola no puede llegar muy lejos, su papel en estos procesos formativos es crucial. La razón es que la escuela tiene como una de sus metas desarrollar, en la niñez y la juventud, aquellas habilidades y actitudes que les permiten entender y aprender a vivir en sociedad, promoviendo el respeto y la defensa de los derechos humanos, así como la valoración y práctica del ideal democrático al que debería aspirar toda sociedad (Bolívar, 2007).
Muchas veces se ha hablado del término de “participación ciudadana” y lo que implica, pero, ¿Donde queda la Educación ciudadana?, si bien la participación ciudadana es importante, dejamos de lado la base de la misma.
En este ensayo se analizara lo que es la “Educación Ciudadana” contestando simples preguntas: ¿Qué es la participación ciudadana? ¿Es importante que la educación ciudadana sea impartida antes que la participación? ¿Por qué se le toma tan poca importancia a la educación de la ciudadanía? Así también exponer los contenidos más relevantes que giran en torno a la educación ciudadana, tomando en consideración algunos de los principales rasgos de las propuestas, examinando sus limitaciones y reflexionando sobre los temas que se vislumbran en el debate sobre la función democrática de la educación, así como la función educativa de la democracia.
Desarrollo:
¿Qué es la Educación Ciudadana?
La educación ciudadana se refiere a todas las personas, independientemente de sus rasgos personales o colectivos. Al buscar ser objeto de un proceso de enseñanza, aprendizaje y práctica, rebasa el ámbito de la escuela y puede ser aplicada en la familia, el trabajo, las asociaciones de todo tipo, los centros de recreación deportiva, los medios de comunicación, etc. (O´Shea, 2003). En general, la educación ciudadana es concebida como un proceso de aprendizaje permanente, activo, colectivo, crítico, centrado en la participación, la cohesión social, la equidad, la responsabilidad, la solidaridad, la paz, entre otros valores. En ella, se pretende que el conocimiento se adquiera a través de la acción de manera tal que las personas sean agentes activos de su propio proceso educativo. La participación se convierte, entonces, en un mecanismo fundamental para fortalecer la cultura democrática porque ella posibilita poner en práctica los conocimientos y los valores que se aprenden, genera la auto-reflexión y precisa los objetivos deseados (Kiwan, 2007).
La educación ciudadana empieza desde casa, nos enseñan valores, derechos y obligaciones, o eso es lo que se pretende, pero, ¿Qué tan bien o que es lo que nos enseñan realmente nuestros padres cuando somos niños?
En México y en el mundo la educación se rige por tradiciones, culturas y religiones. Y no a todos nos educan igual. Cada quien imparte la educación como le fue inculcada al adulto (padre). La educación ciudadana va más allá de la ciudadanía convencional (centrada en los derechos y las obligaciones de acuerdo con una membrecía a una comunidad nacional) dado que se considera que con ella se busca una transformación profunda de la vida colectiva. De otra manera será imposible (o muy difícil en el mejor de los casos), conseguir que en las sociedades contemporáneas exista una convivencia pacífica y armoniosa, basada en el respeto a los derechos humanos en contextos de profunda multiculturalidad y con graves y acentuados problemas de desigualdad, exclusión y pobreza.
¿Es importante que la educación ciudadana sea impartida antes que la participación?
No puedes aprender a leer sin antes conocer el abecedario, las vocales y las conjugaciones. Pasa lo mismo con la educación ciudadana, si no aprendemos a hacer las cosas más simples como respetar o cuidar tus espacios públicos, una participación ciudadana no será muy buena. Debes de tener conocimientos previos de lo que es una sociedad, de conocerla, debes de conocer tu entorno antes de querer cambiar algo.
No serviría cambiar algo a tu entorno si no sabes los derechos, obligaciones que tienes hacia él y lo más importante no sabes que eso que tu quieres cambiar o se participe de ello es lo que todos en tu entorno quieren también. La desinformación es una de las causas de una mala participación ciudadana.
¿Por qué se le toma tan poca importancia a la educación de la ciudadanía?
No es que se le de poca importancia, en realidad, hay un montón de programas que lanzan para educar a la ciudadanía, entonces. ¿Cuál es problema? El problema radica en que la educación ciudadana ha quedado “primitiva”, no es nada Innovadora y te enseña una educación caducada.
No puedes enseñarle los mismos métodos a científicos de los años 60’s que a los actuales sin notar un cambio trascendente. No hemos encasillado en el “civismo” de siempre, sin pensar que el entorno y las personas junto a las sociedades han cambiado.
Se necesita un sistema de educación ciudadana más activo e innovador, cuidando por supuesto el propósito de este.
Wilson dice que comparado al panorama Mexicano que la principal causa de que estemos mal como sociedad es la falta de interés y por supuesto la falta de información.
“No es falta de importancias, es falta de interés”
Educación Ciudadana y Democracia.
La relación entre educación y democracia no es natural, mecánica ni inmediata y, si lo que se quiere implantar o fomentar es una educación ciudadana, esto no se consigue de una vez y para siempre. Por ello, si finalmente se logra este tipo de educación, será necesario someterlo a un proceso de institucionalización lo cual evitaría que su duración estuviese atada a los orígenes y características de las condiciones de donde emergieron. Desde esta perspectiva, somos testigos del renacimiento del debate que pone de relieve tanto la función democrática de la educación, como la función educativa de la democracia.
Por otro lado:
Tal parece que varios temas en torno a la educación ciudadana y, especialmente, para fortalecer la democracia concentrarán la atención en el futuro inmediato, tanto de académicos como de los responsables de la toma de decisiones así como de la sociedad en su conjunto. Hoy, como nunca antes en la historia de la humanidad, estamos en un contexto donde la democracia goza de legitimidad (Held, 1998). Pero a la vez, paradójicamente, la democracia es objeto de un conjunto bastante diversificado de innumerables, permanentes y crecientes amenazas; ya sean fenómenos políticos, económicos, sociales y culturales, legales o ilegales, de alcance local, regional y global, recientes o antiguas. Ante tal escenario, resulta clave el papel de la ciudadanía con el propósito de fortalecer las instituciones, los actores, las prácticas y los valores de las democracias.
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