EL DESARROLLO DE HABILIDADES, VALORES Y ACTITUDES... YO EXPLICO, PERO ELLOS... ¿APRENDEN?

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN        3

EL DESARROLLO DE HABILIDADES, VALORES Y ACTITUDES… YO EXPLICO, PERO ELLOS… ¿APRENDEN?        4

CONCLUSIÓN        6

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS        7

INTRODUCCIÓN

En el área de la docencia, quienes nos dedicamos a la labor de enseñar nos enfrentamos con un hecho de vital importancia, ¿Cómo lograr que los conocimientos que deseamos transmitir sean asimilados y aprendidos por las personas a quienes intentamos enseñarlas, es decir, a los alumnos? Los métodos de enseñanza han cambiado a lo largo de los años, la antigua modalidad en la que el profesor impartía cátedra referente a su materia y daba por hecho que los estudiantes de su clase logarían procesar la información de manera automática está muy lejos de la realidad. Los nuevos métodos de enseñanza nos dejan ver que esta actividad conlleva una gran cantidad de responsabilidades y obligaciones que ambas partes, alumnos y profesores, deben asumir para el éxito de la educación. Se han realizado una gran cantidad de investigaciones referentes a los métodos de enseñanza, a la forma de procesamiento de la información y asimilación de la misma por parte de la mente, entre muchos elementos más que conllevan los procesos de aprendizaje.

Esto nos lleva a que el profesor debe convertirse en el diseñador de situaciones instruccionales y en un tutor del proceso mientras que el alumno debe responsabilizarse de su propio aprendizaje es así como los docentes suponen movilizar los conocimientos, destrezas, actitudes y valores para dar respuesta a las situaciones planteadas, dotar de funcionalidad a los aprendizajes y aplicar lo que se aprende desde un planteamiento integrador.

EL DESARROLLO DE HABILIDADES, VALORES Y ACTITUDES… YO EXPLICO, PERO ELLOS… ¿APRENDEN?

En la actualidad, la modernización y los cambios sociales que implica, han hecho que la forma de educar y enseñar a las nuevas generaciones se haya modificado. Sin embargo, hay una serie de elementos que siempre estarán presentes sin importar el paso de los años.

 Todos estos elementos fueron recopilados de investigaciones pedagógicas y planteados por Michel Saint-   Onge en una serie de postulados que nos ayudan a darnos cuenta del papel que jugamos como didactas y el papel de los alumnos como receptores de nuestras enseñanzas. Estos postulados plantean que el simple hecho de que nos guste la materia que impartimos no implica que los alumnos mostraran el mismo interés y con ello serán capaces de mantener la atención necesaria durante toda la clase para asimilar la información. En la estructura tradicional de la enseñanza, los profesores impartían clase de manera que consideraba a los alumnos receptores de la información que se transmitía y contaban con la capacidad de analizar los elementos informativos más importantes y tomar las notas necesarias para su estudio posterior. Se daba por hecho, incluso, que contaban con el vocabulario y con ello comprender todos los conocimientos e información que se imparte durante la clase. En el proceso de exposición de la materia durante la clase, es necesario que el profesor haya realizado una planeación ordenada de la misma para poder guiar a los alumnos a lo largo del proceso de enseñanza. Una de las formas en las que los alumnos son capaces de mantener el interés y la atención a lo largo de la clase es por medio de cuestionamientos de aplicaciones de la materia en la vida cotidiana, la resolución de ejercicios y la participación de los alumnos promoviendo la retroalimentación, no solo con el profesor, también con sus compañeros de clase. Esto implica que el docente sea capaz de generar un ambiente de confianza que permita a los alumnos sentirse seguros de poder plantear sus dudas y cuestionamientos acerca de la materia y con ello mejorar el proceso de aprendizaje. Este tipo de participación por parte del alumno de manera grupal o individual, durante la clase o en la consulta y entrega de tareas, ejercicios y problemas que se dejan para resolver en casa, nos sirve como indicativo de la forma en la que nuestros estudiantes asimilan la información y si han sido capaces de captar las ideas principales e importantes del tema, saber si la han comprendido de la manera correcta o no.

 Esto implica que los alumnos también deben ser partícipes del proceso de enseñanza a través de las responsabilidades que adquieren al dedicar parte de su tiempo a estudiar. La enseñanza es un proceso que implica interacción, relación y cooperación. Por lo que debemos de ser capaces de darles herramientas que le ayuden a desarrollar sus aptitudes y capacidades intelectuales para el aprendizaje de manera individual, de forma que, sin nuestra guía, puedan comprender, analizar y aplicar los conocimientos e información adquiridos para la resolución de problemas.

Una vez que se haya logrado este cometido podremos decir que nuestro trabajo como docentes ha rendido frutos. El texto escrito por Michel Saint-Onge nos revela un panorama en el que nos hace consientes del papel que jugamos como educadores y formadores del conocimiento y entendimiento del mundo que nos rodea a los jóvenes formadores de la sociedad. Los postulados planteados durante el texto nos revelan una perspectiva de la forma en la que los alumnos aprenden de nosotros y la responsabilidad que cargamos al prepararnos de la manera correcta para poder impartir ese conocimiento de forma asertiva dándonos una serie de elementos y consejos que nos ayuden en nuestra labor en las aulas y en el proceso de aprendizaje de los alumnos.

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