EL PERFIL DEL HOMBRE Y LA CULTURA EN MÉXICO.

El filósofo Justo Sierra es un personaje valioso para el origen e inspiración de éste libro, debido a que es uno de los pocos historiadores que han representado la realidad en México vivió y que vive actualmente en los usos y costumbres de su gente.

España es uno de los puntos de partida de éste libro para dar a conocer como nuestra cultura se desarrolló a lo largo de la historia. La herencia que España nos deja en nuestra cultura ha sido de individualismo de mezcla racial al denominar a un grupo social bajo el nombre de “criollos”, así como del mestizaje ocasionado por la fusión entre dos razas, siendo ésta último el desprecio de la sociedad por los habitantes de la así conocida Nueva España como la servidumbre colonial, no obstante a ésta servidumbre colonial la carencia de identidad hace que nazca una pasividad social debido a la resistencia al cambio por nuevas ideas y costumbres. Efectuada la independencia se eliminó la monarquía para formar una oligarquía.

Los comienzos de una vida independiente en México se crean a partir de un grupo reducido de intelectuales y burgueses que tenían el contacto con Europa, pero la tarea por la independencia no era una tarea fácil debido a que existía éste grupo social resistente al cambio, por lo que se recurrió a la imitación europea en cultura y espíritu sobre todo en el país de Francia.

El psicoanálisis mexicano nos confirma que el mexicano es un caso perdido debido al complejo de inferioridad adquirido durante la época de la colonia española, por lo que nacen nuevos individuos sociales que ocultan su complejo de inferioridad con la valentía, siendo así una confirmación para no despertar a su entorno real en el que se vive en México. El mexicano de la ciudad y el burgués mexicano son temas en el que trata sobre la pasividad y el sentimiento de valía en el que se vive actualmente de acuerdo a la posición social. La negligencia del mexicano criollo se traduce en valía y en inferioridad para no aceptar el cambio.

Sin embargo, de acuerdo a los temas del perfil de la cultura y del hombre en México el autor menciona que el mexicano no se encuentra perdido si no que necesita tener el valor y la humildad para aceptar su entorno en el que se ha vivido y mantener la buena voluntad para hacer el cambio.

El cambio se debe de dar primeramente en la educación instruyendo a la correcta formación de carácter individual, eliminando el daño al prójimo, no confundiendo la pasión con el interés porque son cosas distintas que llevan a resultados catastróficos. La juventud hoy en día se ha vuelto determinante pero depende del hombre maduro para no caer en los excesos del poder, la pedantería. La clave se encuentra en reconocer que las generaciones mantienen un nexo profundo y espiritual, así como de orientar nuestros pensamientos de manera inteligente y ordenada sin importar la corriente ideológica que profese el mexicano.

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