EL PROFESOR EN BUSCA DE RIQUEZA SOCIAL

A lo largo de esta asignatura hemos visto que la filosofía de la educación trata de comprender o interpretar la educación en relación con la realidad sin perder el punto de vista de esta realidad, reflexiona sobre su naturaleza, esencia y valores de la educación.

Enfocándonos a nuestra realidad, la realidad mexicana, nos damos cuenta que la realidad educativa tiene muchos matices, esto se debe a la gran diversidad cultural que tenemos en nuestro país y que incluso en un solo estado podemos encontrar. Además de la cultura, encontramos que la riqueza económica está distribuida de manera inequitativa, nos topamos con pequeños grupos con un alto nivel económico y gran cantidad de asentamientos humanos con niveles de extrema pobreza en donde, a pesar de ser la educación obligatoria no llegan los recursos para impartir este servicio. Que la moral es interpretada subjetivamente, lo que es bueno para mi vecino puede ser malo para mi, y que debido a esto caigamos en la intolerancia provocando fricciones en la sociedad, incluso, en la familia. La forma en que influye la política en la educación, desde el diseño de currículos nos va marcando la pauta a seguir en la formación de nuevas generaciones. En cuanto a la globalización, esto nos hace más difícil la tarea de inculcar amor a la patria y defender nuestra cultura, además que nos pone inmersos en el consumismo malinchista al preferir productos y costumbres extranjeras a los propios de este gran país. Todo lo antes mencionado se ha analizado y criticado muy fácilmente en cada una de las sesiones impartidas, pero independientemente de la realidad como país y como sociedad, también analizamos nuestra propia y muy personal realidad, cosa que no es muy sencilla, pues como dicen, es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio. Los proyectos educativos tratan de unificar los contenidos, es decir, que se enseñe a todos los mismos conceptos y con un mismo fin, sin embargo, esta va a llevar el toque característico de quien imparta clases.

Pero, nuestro muy particular actuar ¿es congruente con los proyectos educativos que plantea el gobierno? ¿Cómo interpretamos esos proyectos? ¿Qué bases morales e ideológicas tenemos? Estas, ¿contribuyen a formar las nuevas generaciones que requiere la sociedad? ¿Estamos conscientes de la influencia que ejercemos en los alumnos? ¿Qué es lo que la sociedad demanda de nosotros como profesores?

El análisis personal requiere de honestidad, de mantener la mente abierta y ser responsables. A continuación haremos una breve revisión de los diferentes aspectos personales del profesor y que influyen en su práctica docente y como hacemos uso de las herramientas que nos brindan para llevar a cabo esta gran labor.

El profesor debe ser un cúmulo de virtudes para poder llevar a cabo la tarea docente. Esto incluye el saber que y el saber como. Al contar con una preparación pedagógica adquirimos el saber que, pero el saber como vamos a ir adquiriéndolo a través de experiencias propias y algunas veces de las experiencias de nuestros compañeros. El saber como, va a depender del contexto en el que nos encontremos, como lo había mencionado antes, México es un país rico en cultura, por lo que nuestro actuar se debe adecuar a las circunstancias que nos rodean, nuestra conducta debería modificarse de acuerdo a los usos y costumbres de las comunidades, es importante respetar, conocer y hacer que prevalezca su cultura, pues como hemos visto en el artículo 3o de nuestra constitución política, uno de los principales quehaceres de la educación es fomentar el amor a la patria y el respeto a los derechos humanos; pero muchas de las veces cuando nos mandan a poblados de los más alejados solo mostramos apatía y una gran urgencia por un cambio de ubicación, no nos detenemos a conocer sus costumbres, su lengua, sus valores, su lengua. Nos preocupamos muy poco en como es que podemos contribuir a que estas personas luchen contra actitudes de rechazo y marginación, y damos por sentado que no tiene caso prepararnos e investigar, pues hagamos lo que hagamos no significará un cambio o mejora para ellos. Puede ocurrir que no nos damos cuenta de las capacidades y habilidades intelectuales con que cuentan en estas poblaciones e incluso perdemos la oportunidad de aprender de ellos. Los actos de indiferencia no permiten el progreso y bienestar, bloqueando el perfeccionamiento del hombre.

Nuestra formación, en todos los aspectos (moral, religiosa, social, etc.) va a marcar las pautas de nuestro actuar al estar en un salón de clases y ese actuar debe ser congruente con lo que estemos tratando de enseñar a nuestros alumnos. Nosotros queremos que los alumnos adquieran conocimientos y que estos los puedan utilizar en su vida diaria, sin embargo, algunos de nosotros nos mostramos apáticos al momento de estar recibiendo capacitación para

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