EL VALOR DEL MAESTRO EN EL ACTO DE EDUCAR
Enviado por dayed22 • 29 de Mayo de 2013 • 2.782 Palabras (12 Páginas) • 860 Visitas
¿Qué es ser maestro?
Maestro es un concepto tan profundo que algunos dicen que nos queda grande a todos los docentes, pero ¿qué significa realmente?
Es común calificar de maestro al hombre eminente en cualquier faceta de la cultura, así el ilustre director de una orquesta es el maestro, un distinguido coreógrafo de ballet es maestro, existen maestros de ceremonia malos y buenos un notable escritor y filósofo es maestro.
También, en el ámbito de las manualidades y los oficios aparecen los maestros, un maestro panadero, un maestro de cocina, un maestro catador de licores.
Esta acepción del término creo que implica un doble significado: por una parte, la maestría o habilidad superior para ejercer un oficio, por otra, una influencia formativa sobre quienes trabajan con él. Para mí un concepto muy estrecho para referirlo con la categoría maestro.
Y yo me pregunto entonces ¿qué somos nosotros si todos son maestros o pueden serlo? Creo que detrás de cada uno de esos llamados maestros lo que si ha existido un maestro de aula, un maestro de pizarrón y libros. Un maestro donde su materia prima son los niños, el que conjuga arte y manualidades.
Nosotros somos todo eso un poquito, creo que menos catares de licores. Pero somos algo más y grandes pensadores también maestros lo manifestaron de la siguiente manera.
José de la Luz Caballero maestro cubano del siglo IXX decía que maestro "Ha de ser toda inspiración, sacerdocio, mansedumbre, carácter, templanza, flexibilidad".
Entiéndase mansedumbre como: humildad, fidelidad, disciplina, rendimiento.
José Martí Pérez. El hombre más puro de raza a decir de Gabriela Mistral señaló: "El maestro es la letra viva" Cuánto encierra esta "simple" frase, letra viva, no letra muerta; significa que el maestro es toda pasión, entrega, entusiasmo, que cada gesto o frase debe estar acompañada de un respaldo personal y comprometimiento, de una toma de partido.
José Vasconcelos (1921) mexicano de visión científica y humanista decía: "afirmamos que es legítimamente maestro el que trata de aprender y se empeña en mejorarse a sí mismo. Maestros son quienes se apresuran a dar sin reserva el buen consejo, el secreto recóndito, cuya conquista acaso ha costado dolor y esfuerzo".
En esta cita se aprecia un mensaje: el maestro tiene que aprender para ser mejor para poder dar, pero ese aprender y dar no es fácil se logra con esfuerzos y sacrificios y valor.
El valor de educar; tema muy complejo en la realidad educativa actual de cualquier país, trataré de ser lo más concreta posible porque sé que al maestro, más que le hablen de filosofía o teorías, que ya se ha hablado bastante, necesita que se le hable de la práctica educativa, de ese mundo tan diverso que tiene que desafiar día a día , pero es insoslayable hablar de teorías educativas, de política educativas, de reformas educativas, de legislaciones, de decretos amparados y respaldados por los sistemas educativos, aunque no queramos, porque son precisamente los maestros los que concretan estos, en el acto de educar en el trabajo diario en su salón de clase. Es ahí donde precisamente se decide el valor del maestro.
Veamos el valor del maestro y el valor de educar
Marcela Chavarría Olarte seña que: "el valor intrínseco del magisterio y la valentía de ejercerlo son dos aspectos que llaman a la reflexión; sobre todo cuando la propia vida transcurre, entre las cuatro paredes de un aula. Si todo obrero corre riesgos cuando usa los materiales con que trabaja, ¿cuáles corre el maestro si su "materia prima" son la inteligencia, la libertad, la afectividad y la trascendencia de otros seres como él?"
Visto de esta manera el ejercer el magisterio se convierte en un reto profesional particularmente riesgoso y para ello hay que tener valentía
• ¿Cuántos de ustedes son maestros?
• ¿Cuántos son maestros por vocación?
• ¿Cuántos por circunstancias de la vida?
Hay personas que parecen tener una aptitud natural para orientar a otras. Otras "trabajan de maestros" pero no lo son; dan clases mientras encuentran "un mejor empleo", lo cual indica que no consideran que lo mejor para ellos está ahí. Otros hacen de la docencia una rutina sin brillo ni vida, intentan reproducir textos, repetir programas, realizar lo mismo día a día.
En cambio, hay quienes intuyen los procedimientos docentes, aprenden a ver detrás de la mirada de cada alumno, se enamoran de la profesión y hacen de la docencia un apostolado profesional. Esto es ser valiente tener valor.
Ser maestro por vocación es uno de los mejores escenarios para descubrir la riqueza de la vida humana, es encontrar la plenitud personal en el servicio al perfeccionamiento ajeno y hacer de este una meta, un reto y una misión de vida. Esto es ser valiente tener valor.
La vocación del maestro es el conjunto de intereses, necesidades, aptitudes, ideales y circunstancias personales que al conjuntarse hacen que el sujeto se sienta atraído por el magisterio capaz de afrontar los retos que supone esta profesión. La vocación de maestro se descubre y desarrolla hasta convertirse en "un proyecto operativo de realización vital". No se trata de un destino predeterminado, sino de un llamado interior para amar y enseñar.
Es preciso cultivar la vocación de maestro con el esfuerzo diario; a partir de la libre elección falta aún estudiar, reflexionar, ejercitarse, equivocarse y rectificar, amar lo que se estudia y aplica, y por ello mismo buscar su perfección. A medida que la vocación se desarrolla, el maestro disfruta lo que hace, aprende y se perfecciona en su profesión y como persona.
Cuando estudiábamos para ser maestros entre las cualidades docentes que se fomentan estaban la paciencia, la confianza, la estabilidad emocional y otras muchas; pero es casi seguro que al iniciarnos en esta profesión nunca imaginamos que también teníamos que desarrollar la valentía.
Si vamos a hablar del valor del maestro se impone la necesidad para este intercambio de asumir que significan los términos "valor" y "educar"
El concepto valor, es un concepto ético, proviene de una importante corriente del siglo XX, la Axiología, entre cuyos principales exponentes figuran Max Scheler y Nicolai Hartmann.
El valor como concepto filosófico pudiéramos asumirlo como un sentimiento de fortaleza, de coraje. Y estas son sentimientos claves, que todo maestro debe albergar en su corazón y en su pensamiento diario, si realmente quiere que lo llamen maestro.
Porque una cosa es ser maestro y otra que te llamen maestro.
El escritor y filosofo español Fernando Savater autor del libro
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