EMPRESAS SOCIALISTAS
Enviado por Alix_ • 10 de Junio de 2014 • 1.436 Palabras (6 Páginas) • 194 Visitas
Toda fábrica capitalista persigue el mismo fin: incrementar la ganancia. El empleado es el medio para lograrlo y su bienestar figura poco o nada entre las metas del empleador.
En una empresa socialista la ganancia no se descarta, pero se concibe como parte del proceso necesario para su crecimiento y sustentabilidad, con un fin distinto al capitalista: mejorar la calidad de vida del trabajador con algo más que un salario.
La reflexión corresponde al presidente de la fábrica china-venezolana Orinoquia, Kai Chen, quien refiere a elementos como la horizontalidad en la toma de decisiones y la conjunción de opiniones en la estructuración de las reglas, acordadas y nunca impuestas, en el diseño de un modelo propio.
Desde el pasado 21 de mayo, esta empresa trabaja en Caracas en la confección de celulares bajo el esquema de producción socialista que promueve el Gobierno Nacional, concebido como el revés del mecanismo capitalista de explotación laboral y de la máxima ganancia.
La experiencia se vive igual en la fábrica Venezolana de Telecomunicaciones (Vtelca), donde el ensamblaje de celulares “es un tránsito hacia el socialismo”, tal como sostiene Akram Makarem, presidente de la empresa.
“Corresponsabilidad, solidaridad, democracia y unidad de acción son los valores que nos caracterizan como empresa socialista”, señala, y pronostica perspectivas de crecimiento que satisfagan las elevadas exigencias de calidad del venezolano.
En socialismo, ha sido posible incrementar la producción de Vtelca hasta hacer en un día lo que hace un año se hacía en una semana, en condiciones de dignidad para los trabajadores.
“La aspiración es nunca bajar nuestro rendimiento sino seguir creciendo, en la misma medida en que crecen los beneficios de nuestros trabajadores y satisfacemos las necesidades de comunicación de los venezolanos”.
Orinoquia funciona hoy con dos líneas de producción. Que marchen sin tropiezos en ninguno de sus procesos es responsabilidad de Olga Guerrero. Viene de la parroquia 23 de Enero y fue seleccionada, a través de Misión Sucre, para integrar el equipo de trabajadores.
“Es mi labor velar por que todo fluya sin problema, que la producción no se detenga”, dice orgullosa, tras dos meses de entrenamiento que hoy le permiten desenvolverse con total seguridad en su puesto de trabajo.
Asegura sentirse contenta como venezolana, por los pasos dados hacia la soberanía tecnológica, y como empleada de Vtelca, por la posibilidad de ejercer un oficio digno y de justa remuneración.
“Nos han tratado muy bien, todos los días nos dan entrenamiento para mejorar nuestro desempeño y, además, tenemos un buen paquete salarial”, comenta.
Andry Medina, operador de línea de producción, comparte el sentimiento de Olga. Es de Petare y fue seleccionado por su Consejo Comunal para formar parte del equipo Orinoquia.
“El aprendizaje y conocimiento que estoy absorbiendo en materia tecnológica es una experiencia única para mí”, comparte.
Kai Chen señala que más del 70% de los empleados de Orinoquia proviene de Petare, populoso sector del estado Miranda, desarrolla procesos paralelos de desarrollo en sus comunidades con apoyo de la empresa.
“Hay una relación directa entre la productividad laboral y el progreso social, pues, mantenemos el vínculo entre los trabajadores y su comunidad”, destaca.
Así, proyectos socioproductivos que adelantan los Consejos Comunales reciben apoyo financiero por parte de Orinoquia, a través de sus excedentes.
Igualmente, se impulsa la creación de la empresas comunales conexas, que más adelante podrán dedicarse a fabricar partes y complementos de los equipos, como forros, cargadores, carcasas, baterías y manos libres.
“No es sólo poner el dinero sino ayudar a que la comunidad se desarrolle a través de la capacitación, en contraste con los capitalistas que ven al empleado como su propiedad, no se detienen en sus individualidades y conciben sus actividades como oficios mecánicos con el único fin de producir”, explica Chen.
La estrategia de Orinoquia responde al abordaje que una empresa socialista hace del ser humano y su contexto, entendiéndolo como ciudadano, con deberes y derechos, antes que como empleado.
“Queremos que la empresa sea un camino para que los empleados se desarrollen como personas, profesionales y ciudadanos integrales de la nación”, señala Chen, en referencia a lo que califica como un paso más allá de las metas materiales o de producción.
“A medida que se fortalezca la fábrica se fortalecerá la comunidad, no en una relación directa pero sí consecuente”, explica e insiste en la importancia
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