ENSAYO EN FAVOR DE LA HUMANIDAD

ENSAYO EN FAVOR DE LA HUMANIDAD

SUMARIO: I. Defensa de la razón. II. Defensa histórica. III. Esperanza en la educación. 

Tomando como punto de partida el ensayo Contra la humanidad de Oscar de la Borbolla, en este espacio pretendo tomar la postura contraria y argumentar en favor de ella, pues creo que no está todo perdido para nuestra especie y el hecho de tomar una actitud pesimista no ayuda en nada a mejorar la situación imperante.

1. DEFENSA DE LA RAZÓN

Aristóteles uno de los grandes filósofos de la antigüedad señaló que “el hombre siempre tiende al bien” y que únicamente podía actuar mal por ignorancia o falta de racionalidad (un loco o un enfermo mental). Otros filósofos se han encargado del tema de la dignidad humana a través de la defensa de la racionalidad del ser humano, entre ellos Immanuel Kant, quien estableció como uno de sus imperativos categóricos, la norma de conducta de tratar a las personas siempre como un fin y nunca como un medio, lo cual exige un comportamiento respetuoso entre nosotros mismos y que es retomado posteriormente por otros pensadores que defienden la libertad y otras conductas humanas, siempre y cuando no afecten los derechos de otras personas o les causen daño.  

La razón humana, eso que según la filosofía nos distingue de los animales y las cosas, es nuestro reconocimiento como seres individuales e independientes y al mismo tiempo como iguales que pertenecen al género humano, por lo que merecemos el mismo respeto y los mismos derechos. Borbolla relaciona la razón del hombre con su capacidad homicida de autoexterminio, sin tomar en cuenta que salvo los homicidas seriales que tienen alteraciones en su raciocinio, todo homicidio tiene un motivo que va más allá de infligir daño a otro.

Me resulta complicado imaginar la existencia de algo así como la maldad pura, ya que todos los actos que se cometen, sean catalogados como buenos o malos, buscan cumplir con un fin. Así, podemos hablar de un acto malo realizado como venganza, como ayuda a otra persona, como medio para conseguir un fin pero es atípico que se cometa sin motivación alguna. Incluso, pensando en el extremo de seres demoniacos, que son lo que podríamos considerar más cercanos a la maldad pura, según los relatos realizan sus actos con la finalidad de atrapar almas.    

Además, en otras especies animales también se producen matanzas, como es el caso de las peleas a muerte que enfrentan los leones machos por el dominio del grupo, o los ciervos y jirafas machos que luchan entre sí para mostrar superioridad y conseguir pareja. Igualmente, entre los animales se da el aniquilamiento de especímenes de especies distintas, ya sea porque los animales inferiores constituyen una fuente de alimento, como las leonas cazan a los antílopes y cebras, o por el instinto natural de cazar como los gatos con los ratones, lagartijas y pájaros; entonces ¿es el instinto humano el que lleva a cometer homicidios o es parte del cruel ciclo de la naturaleza que la matanza tenga lugar?  

No obstante lo anterior, el pensar que todos los seres humanos somos capaces de cometer atrocidades unos contra otros es negar la esencia de ciertos productos de la cultura humana como el budismo, religión pacifista que prohíbe causar la muerte de cualquier forma de vida y que cuenta con un gran número de adeptos; el vegetarianismo, que implica la renuncia al consumo de carne como una forma de oponerse al sacrificio animal en pro de nuestra supervivencia; el quinto mandamiento de la tradición judeo-cristiana “no matarás”; la tipificación del delito de homicidio, entre muchos otros. Entonces ¿no es más bien nuestra capacidad de raciocinio lo que nos intenta alejar de nuestros instintos naturales básicos de responder violentamente?        

1. DEFENSA HISTÓRICA

Es cierto que existen eventos históricos caracterizados por la brutalidad humana y un desprecio total al valor de las personas, como el Holocausto de la Segunda Guerra Mundial, el Gulag o sistema de trabajos forzados de los presos de la extinta Unión Soviética, y otro más reciente, la respuesta violenta del presidente de Libia Muamar el Gadafi ante las protestas de su pueblo, empero, esos hechos también despiertan indignación y un sentimiento de justicia entre la comunidad internacional y las personas en general, que exigen que los responsables sean castigados. Aun cuando no siempre se logra ese objetivo, son eventos que siguen vivos en la memoria mundial para recordar a las víctimas y buscar a toda costa que no se repitan.

Y es que para luchar contra la injusticia existen dos vías: la visceral o natural de tratar de terminar con el enemigo, como en las guerras tradicionales, y la racional que implica una inteligencia superior y se gana ideológicamente demostrando lo irracional del enemigo.  

De esa forma, pensar que la humanidad está perdida, implicaría negar a aquellos personajes que han pugnado por el amor del prójimo, el pacifismo y conseguido cambios importantes. Tal es el caso de Mahatma Gandhi, quien mediante la resistencia no violenta llevo a la independencia de la India; Nelson Mandela, quien a pesar de permanecer preso 27 años, logró ser el primer presidente afrodescendiente de Sudáfrica mediante una revolución pacífica y Rigoberta Menchú, quien realizó una lucha social pacifista en favor de los indígenas guatemaltecos.

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