ENSAYO PEDIATRIA SINDROME DEL NIÑO MALTRATADO

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NAYARIT

Unidad Académica de Medicina

Lic. Médico cirujano

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SINDROME DEL NIÑO MALTRATADO

Nombre del estudiante:

Ricardo Maldonado Vázquez

Unidad de aprendizaje:

Pediatría

Nombre del facilitador:

Dr. Javier García Altamirano

Junio del 2015

INTRODUCCION

El síndrome del niño maltratado es considera como una de las patología de aspectos médicos, sociales y legales que representa un gran problema de salud pública a nivel mundial (1).

Sus orígenes radican desde culturas y épocas inmemorables. Sin embargo, no hace mucho, es apenas considerado como un problema de gran magnitud (2).

La frecuencia global del síndrome no es del todo preciso, debido a situaciones como el subregistro, el temor, la baja cultura de demandar, entre otras circunstancias (3).

En nuestro país, de acuerdo a los informes emitidos por programas y organismos del mismo, se estima que alrededor del 10% de la población infantil y juvenil es víctima de alguna variante del maltrato, y solamente el 10% de ellos son atendidos (3).

El diagnóstico de este síndrome es todo un desafío para el personal de salud de primer contacto, sobre todo cuando se sabe de lo inespecífico, inexacto y engañoso que puede ser mucha de las veces la historia clínica y la exploración física, además de su pobre reconocimiento como diagnóstico diferencial (4). Asimismo, es importante comentar, que no solo existe deficiencia en su diagnóstico, sino también, en su abordaje, manejo y tratamiento, por el poco conocimiento que se tiene de ellas, por las distintas formas clínicas, por la mínima intervención interdisciplinaria, por la subestimación de la severidad, etc. (1).

En este presente trabajo se pretende hacer una revisión bibliográfica a cerca de la definición, causas, variedades clínicas, semiología, diagnóstico y el manejo integral del síndrome del niño maltratado.

DEFINICIÓN

Existen múltiples definiciones a cerca del síndrome del niño maltratado, sin embargo, una de las más aceptadas es la propuesta por la OMS en 1999, donde  puntualiza lo siguiente:

“El maltrato o vejación de menores abarca todas las formas de malos tratos físico y emocionales, abuso sexual, descuido o negligencia, explotación comercial o de otro tipo, que originan un daño real o potencial para la salud del niño, su supervivencia, desarrollo, o dignidad en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder” (4).

En base de ello podemos concretar que dicho síndrome abarca cualquier clase de daño al ente del niño ya sea por una agresión directa o una negligencia en su cuidado (5).

ETIOLOGÍAS

El síndrome del niño maltrato es resultado de la interacción de tres elementos esenciales, que son, el niño agredido, el adulto agresor y situaciones del entorno familiar que conllevan a desatar el problema. Las principales causas de acuerdo a su frecuencia son: medidas disciplinarias (63%), sujetos con trastornos de personalidad (59%), sujetos con trastornos de conducta (46%), rechazo familiar (34%) y negligencia (34%) (6). En esta última, el componente fundamental es un fallo en satisfacer las necesidades básicas, que advierten a dañen el desarrollo del niño (4).

FORMAS CLÍNICAS

Existen distinta formas de clasificar o agrupar las distintas formas del síndrome del niño maltratado, del cual con fines descriptivos lo dividiremos en violencia química, falta de cuidados, abuso sexual, maltrato emocional, síndrome de Münhausen por poderes y violencia física.

Violencia química

Son causadas por intoxicaciones químicas intencionadas, de los cuales los productos que con mayor frecuencia se utilizan son, el alcohol, barbitúricos, tranquilizantes, exceso de sal, entre otros. Dichas violencia con frecuencia continúa aun en la hospitalización, debido a la poca vigilancia del agresor y la insospechada del hecho (2).

Falta de cuidados

En este apartado podemos agregar las negligencias físicas, educacionales y de seguridad.

La negligencia física hace alusión al incumplimiento de las necesidades básicas del niño, talas como, alimentos, vestuario, amparo, cuidado médico y supervisión (4).

La negligencia nutricional no solo abarca el aspecto hipocalórico sino también a la dieta extravagante (2).

A la inspección de estos niños resalta el bajo peso, la lesiones dérmicas por falta de higiene, la presencia de parásitos, la ausencia de tejido adiposo en nalgas y mejillas, la cara senil con ojos hundidos, pelo deslustrado, y los lactantes suelen presentar eczemas en la zona del pañal (2).

 La negligencia médica toma distintas formas, sin embargo, se refiere principalmente a la negación o retraso del cumplimiento del tratamiento médico, la no asistencia a las citas y esquemas de vacunación incompletos (4).

La negligencia educacional conlleva a que el niño no cumpla con los requerimientos educacionales establecidos (4).

Abuso sexual

Esta se define como cualquier actividad sexual que implica a un niño, el cual se encuentra incapacitado para dar su consentimiento. La mayoría de los agresores son masculinos conocidos del menor y las victimas en un 75% son niñas de entre 6 y 12 años de edad. Los indicadores de abuso sexual son lesiones en el área genital o anal, ETS, embarazo no previsto, historia detallada del encuentro sexual, exceso de curiosidad sexual, presentación de pesadillas, fobias, aislamiento social, hematuria, hemorragia transvaginal, leucorrea (6).

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