ENSEÑANZA DE L A HISTORIA

"La educación es el medio por el cual las culturas retienen, trasmiten y hasta promueven su pasado. Así, quien controla el sistema de educación determina el pasado o cómo se ve a este tanto como el futuro. El mañana está en las manos y en las mentes de quienes hoy están siendo educados.“ Anónimo.

La enseñanza de la historia presenta rasgos fundamentales, valiosos y estratégicos por tratarse de una disciplina que estudia el quehacer de los seres humanos y las motivaciones de las distintas generaciones para cimentar el desarrollo de los pueblos en un dialogo permanente entre pasado y presente que permita articular un andamiaje universal para preparar el futuro “Enseñar historia no puede quedarse en la repetición y memorización de fechas, héroes y hechos aislados que no le dicen nada al estudiante por mostrarse ajenos a su realidad, este quehacer debe convertirse en elemento participe de la vida del joven, en materia de decisiones y construcciones diarias; dar una nueva dimensión de lo cotidiano a partir del trabajo que pueda generarse en el aprendizaje”

La historia es determinante en la formación cívica y democrática de todo ciudadano y a través de ella, decisiva en la configuración social de la conciencia histórica la cual “se forma y se desarrolla en las generaciones en contacto con su vivencia, de allí la importancia de desarrollarla en los estudiantes la capacidad de reconocerse como seres históricos, como actores de la misma y de llevar a valorar las posibilidades formativas y éticas que tiene la enseñanza de la historia”

La conciencia histórica no se adquiere a través de los manuales sino mediante la reflexión de comprender al hombre y a la realidad social en que se desenvuelve llevándonos del “egocentrismo a una noción de conjunto, a la conciencia de ser en una complicada red de relaciones” Según se enfoque la enseñanza de la historia, se debe favorecer actividades que desarrollen o fortalezcan su pensamiento crítico a un nivel cercano al individuo, en su vida familiar, en su trabajo, en su barrio o en su localidad.

Este aspecto indica que debemos sensibilizar al joven de su realidad social para generar en ellos una capacidad de análisis, de síntesis y organización logrando una flexibilidad para ajustarse a los cambios y nuevos desarrollos, a la capacidad para aprovechar al máximo una situación en desarrollo y para utilizar cada conocimiento como base para su vida.

Teniendo en cuenta que “el discurso histórico es susceptible de diversas formas de presentación que lo harán más o menos comprensible, más o menos atractivo, totalmente adecuado al nivel de desarrollo del alumno. Pero la historia como proceso, solo puede presentarse mediante la iniciación del alumno a la investigación” de una historia critica, no memorística, no contemplativa, partiendo de experiencias vitales del estudiante para así dinamizar su actitud crítica y creativa compartiendo el presente en virtud del pasado.

En muchos países, la enseñanza de la Historia es considerada verbalista y un tanto aburrida para los estudiantes de distintas edades. También se suele considerar que la asimilación de sus contenidos no requiere razonamiento u otras habilidades cognitivas complejas, sino solamente memorización rutinaria y actividades repetitivas. Esto es lo que muestra la investigación educativa en numerosas sociedades y la razón de fondo de todo ello, obviamente no es la naturaleza misma de las cuestiones historiográficas -en muchos casos difíciles y fascinantes donde las haya- sino la manera en que se exponen, es decir el formato didáctico, ligado a las practicas en el aula.

En ese sentido los diseñadores de programas y ejecutores de las políticas educativas latinoamericanas advirtieron la conveniencia de superar el patrón de enseñanza de la historia, de tal manera que ésta constituyera a ser un vehículo eficaz para afianzar el ideal democrático y también responder de modo concreto a la búsqueda de la paz y a la formación de líderes con pensamiento crítico, por lo cual los estándares actuales impulsados por el Ministerio de Educación proponen enfatizar en el aprendizaje de los estudiantes sobre su identidad como Colombianos, sobre su país en el pasado, el presente y el futuro para que así los jóvenes asuman compromisos personales y sociales a medida que avanza su aprendizaje por la enseñanza de las Ciencias Sociales.

Teniendo en cuenta que la conciencia histórica “hace referencia a las distintas formas de conocimiento que una sociedad tiene de sí misma, el conjunto de recuerdos del pasado, sus tradiciones, los hitos históricos; pero también la constituyen los acontecimientos vividos y las experiencias que han dejado huella en el presente” Podemos contestar que existe poca producción social que se ve reflejada en la violencia, las crecientes y variadas formas

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