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ESCUELA BIBLICA MODELO DE TRABAJO


Enviado por   •  16 de Noviembre de 2012  •  2.078 Palabras (9 Páginas)  •  978 Visitas

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MINISTERIO INFANTIL

CENTRO MISIONERO BETHESDA

B. La Floresta - Cali

Introducción

Dios no desea que ningún niño se pierda para siempre. Esto queda claro en las palabras de Jesús en Mateo 18:11,14. Dijo esto en el contexto de un niño a quien sostenía en sus brazos.

«El Hijo del Hombre vino a salvar lo que se había perdido» (Mateo 18:11). El ministerio de niños nace del corazón del Padre, ya que Él no desea que ningún niño se pierda. «Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños» (Mateo 18:14).

Estos versículos nos muestran en primer lugar que Dios el Padre no desea que ningún pequeño se pierda para siempre, y en segundo lugar que Dios el Hijo vino a salvarlos. Sin embargo, estos versículos también tienen la clara implicación de que existe la posibilidad de que se pierdan para siempre y es a causa de esta posibilidad que debemos evangelizar a los niños. Dios nos ha mostrado en su Palabra que la niñez tiene un lugar especial en su corazón. La palabra de Dios nos exige cambiar la visión para con el trabajo de este grupo, cambiar las prioridades y comprometernos seria y responsablemente con la prevención, y protección para su desarrollo.

I. Principios que guían nuestro accionar:

- La enseñanza cristiana es un proceso destinado a cambiar el conocimiento, la destreza y la conducta del aprendiz, como resultado del ejemplo o experiencia del maestro. Para determinar la naturaleza de ese cambio, tenemos que mirar la Palabra de Dios. El maestro de maestros, Jesucristo, es el modelo y ejemplo para el maestro y la enseñanza cristiana.”

- Propósito de la enseñanza cristiana lo fija la misma Escritura. Miremos la frase clave de cada uno de los siguientes versículos y encontraremos Su propósito:

• Levítico 11:44—“ . . . y seréis santos, porque yo soy santo . . . ”

• 2 Corintios 3:18—“ . . . transformados . . . en la misma imagen . . . ”

• 2 Timoteo 3:17—“ . . . sea perfecto, enteramente preparado . . . ”

• Gálatas 4:19—“ . . . hasta que Cristo sea formado en vosotros . . . ”

• Romanos 8:29—“ . . . para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo . . . ”

Posiblemente, la mejor descripción del propósito global de la enseñanza cristiana es . . .

• Colosenses 1:28—“ . . . enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre” (perfecto=maduro).

Para concluir, podemos afirmar que la meta o propósito de la enseñanza cristiana es que cada persona pueda llegar a ser madura en Cristo.

- El Método: DISCIPULAR ES MAS QUE ENSEÑAR. Nuestra meta en la enseñanza debe ser mucho más que solo dar información a los niños: Nuestra meta debe ser que el Señor cambie sus vidas. Nuestro ejemplo como maestro es el Señor Jesucristo. El método o pedagogía utilizada por el Maestro de Maestros, el Señor Jesucristo, es nuestra guía.

Cuando observamos la manera como él entrenó a sus discípulos, podemos ver estos cuatro pasos:

1. El Señor da el ejemplo. Marcos 1:14-15.: Jesús mostró el poder del Reino de Dios, y la gente miraba.

2. El Señor llama a los discípulos. Marcos 3:14-15. - Antes de hacer cualquier cosa, los discípulos compartían toda la vida de Jesús. Estaban con él cuando hacía milagros, cuando predicaba, pero también cuando caminaba, cuando comía, cuando dormía, cuando se lavaba, cuando oraba.

3. El Señor envía a los discípulos. Mateo 3:14-15 Los envía a predicar, a sanar enfermos y echar fuera demonios, es decir, Exactamente lo que Jesús mismo hizo al inicio de su ministerio! Jesús estaba entrenando a sus discípulos a hacer lo que él mismo hacía. Y ahora los envía para que lo hagan ellos. Pero Jesús está todavía cerca de los discípulos: Evalúa sus progresos, les enseña, les anima, y les corrige cuando se equivocan.

4. El Señor se retira, y los discípulos siguen obrando. Juan 14:12.Jesús va al Padre. Los discípulos harán las obras que hizo Jesús mismo, y harán aun mayores.

Esta era la meta del discipulado de Jesús: que los discípulos fueran capaces de hacer lo que él mismo hizo. Entonces Jesús pudo retirarse; su presencia en la tierra ya no era necesaria. En lugar de él vino el Espíritu Santo, y los discípulos aprendieron a obrar en el poder del Espíritu Santo. En el libro de Hechos podemos leer como se cumplió esta promesa: los apóstoles juntos hicieron obras mayores que Jesús mismo.

Estos mismos cuatro pasos debemos aplicar nosotros en nuestro ministerio con los niños:

1. Nosotros mismos dar el ejemplo de una vida espiritual.

2. Compartir esta vida con los niños: que ellos estén a nuestro lado cuando oramos, cuando leemos la Biblia, cuando testificamos y ministramos en el nombre del Señor.

3. Desafiar a los niños creyentes que ellos hagan las mismas obras, y acompañarles en lo que hacen para el Señor.

4. Dejar que ellos mismos hagan lo que el Señor les enseñó.

Nuestro modelo para la enseñanza no debe ser la escuela tradicional, sino la manera como Jesús enseñó a sus discípulos.

- EL DERECHO DE CADA NIÑO. Hoy se habla mucho sobre los derechos de los niños. Ellos tienen el derecho a una buena educación, a la atención de la salud, a la ropa adecuada y alimentos. El niño tiene necesidad de protección física y la ayuda, pero hay un derecho que el mundo no ha considerado. Cada niño tiene el derecho a conocer al Señor Jesucristo como su Salvador personal.

- La oportunidad para todos los niños: Recibir al Señor Jesucristo como su Salvador personal.

- Nuestra responsabilidad: darle la oportunidad de recibir a Cristo.

- La iglesia tiene una misión docente frente a los niños, asignada por el propio Señor Jesucristo: “... enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; ...” Mateo 28:20. Este mandato cobra especial relevancia en la tarea que la iglesia tiene con sus niños y jóvenes, pues ellos constituyen el futuro de la iglesia, además, Jesús afirmó, refiriéndose a los niños, que “de ellos es el reino de los cielos”.

- Así como un bebé recién nacido depende de un adulto maduro para su alimentación, cuidado y entrenamiento, así el recién nacido en Cristo depende de nosotros los maestros para que lo alimentemos, lo cuidemos y lo entrenemos. ¡Somos sus maestros y su ejemplo!

II. Visión y Misión de la Escuela Dominical

• VISIÓN

La Escuela Bíblica Infantil se proyecta como un ente formador

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