EVOLUCION Y CONGNICION
Enviado por evelynvv • 4 de Junio de 2013 • 1.738 Palabras (7 Páginas) • 270 Visitas
El cerebro es el órgano que nos hace pensar, sentir, desear y actuar. Es el asiento
de múltiples y diferentes acciones tanto conscientes como no conscientes, que nos
permite responder a un mundo en continuo cambio y que demanda respuestas rápidas
y precisas.
En el
libro
se
considera “ cerebro” a todo el encéfalo, comprendiendo
los dos hemisferios (mitades) cerebrales, el diencéfalo, el
tronco encefálico, y el cerebelo.
Una rápida visión anatomica del Cerebro
El encéfalo pesa aproximadamente 1,3 kg y su tamaño es de
1380 centímetros cúbicos. Esta alojado en la cavidad craneal
que lo protege, con su cubierta ósea, del medio externo, y
está envuelto por unas membranas meníngeas y bañado
por liquido cefalorraquídeo. Mediante la abertura del
agujero magno, el encéfalo se continúa con la médula
espinal, estructura compacta que contiene múltiples
circuitos intramedulares y haces de fibras nerviosas ascendentes y descendentes que
permiten al cerebro dirigir o supervisar la sensación y acción del resto del cuerpo.
Organización del Cerebro
El cerebro tiene miles de
millones de células nerviosas
( neuronas) y al menos el doble
de otras células (gliales). Las neuronas son los ladrillos con los que está construido el
cerebro y su propiedad más desarrollada es recibir, procesar y transmitir información
mediante la emisión de impulsos bio-eléctricos a cientos de otras neuronas.
Esta aparentemente enmarañada
red de neuronas se organiza en la
corteza cerebral, a nivel
microscópico, en varias capas (6)
cada una con unas entradas
(aferencias) y salidas (eferencias)
diferentes, conectando con partes
específicas del sistema nervioso. A
la organización en capas se
superpone una organización
modular, que permitiría el
tratamiento específico de ciertas
informaciones por conjuntos de neuronas (las columnas).
La complejidad de la organización del sistema nervioso humano sigue planteando
importantes retos a la ciencia, aunque mucho se ha avanzado en las últimas décadas .
El cerebro tiene dos hemisferios (mitades), unidos por varios puentes, el mayor es el
cuerpo calloso con millones de fibras nerviosas que comunican ambos lados.
Cada hemisferio cerebral tiene unos territorios definidos como lóbulos cerebrales,
delimitados por grandes surcos ( Cisuras). Estos lóbulos son : el frontal , parietal,
temporal y occipital.
Hay una diferenciación y
complementariedad de funciones entre
cada uno de ellos. A modo esquemático
se puede decir que lóbulo Frontal es
el encargado de decidir la conducta
motora apropiada en cada caso. Cuando
vemos una objeto que nuestro cerebro
identifica como peligrosa- una
serpiente- , la decisión de salir
corriendo o quedarnos quietos se
efectúa a nivel del lóbulo frontal, interviniendo el sistema de detección de peligros
(sistema límbico) cargando de fuerza y emoción a nuestro accionar . Otro ejemplo más
cotidiano, pero no menos significativo, se da diariamente cuando colocamos la mano
de forma diferente para coger una taza o una cuchara. La manera que la mano actúael
plan motor- se define y decide en el lóbulo frontal. En el lóbulo frontal hay una
banda de tejido a modo de mapa anatómico de nuestro cuerpo “el homúnculo
motor” donde el tamaño de cada segmento corporal es proporcional a la complejidad
del movimiento y acción a realizar. Así la mano, los dedos y la cara tienen, en este
mapa, una mayor extensión que los hombros o las caderas.
El lóbulo frontal esta muy desarrollado
en el ser humano albergando importantes
tareas no motoras como la planificación de
la conducta , el control de nuestras
emociones, el razonamiento y juicio que
son funciones complejas no siempre fáciles
de analizar en el paciente con ictus. Las
áreas responsables de estas habilidades
están por delante de las consagradas a la
función motora (áreas premotoras y
prefrontales)
Para actuar necesitamos información de
nuestro entorno y de nuestro propio cuerpo. Así siguiendo con el ejemplo de la taza de
café, no podríamos realizar una tarea tan sencilla, si no detectáramos mediante
nuestros sentidos el peso de la cucharita que movemos, el tamaño de esta, el mapa de
donde esta nuestra mano y el recorrido que debemos realizar. El lóbulo parietal esta
involucrado en el mapa de “donde actuar” integrando la información sensorial
interoceptiva (de nuestro cuerpo: los músculos, articulaciones, tendones) y
exteroceptiva (del exterior). Se le atribuyen básicamente funciones sensitivas,
asociativas, así como de reconocimiento del espacio.
El lóbulo occipital se encarga básicamente de la visión, elabora la información
visual aunque esta trasciende a los lóbulos parietales y temporales.
El lóbulo temporal es el asiento de los últimos peldaños de procesamiento
auditivo, así como el lugar donde, en su cara medial, asientan importantes estructuras
de la memoria (hipocampo), y del sistema emotivo inconsciente (sistema límbico).
Pero los 2 hemisferios cerebrales no
hacen lo mismo. En los seres humanos
se reconoce una lateralización de
funciones. Es decir que la evolución se
ha encargado de sacar mayor partido
mediante una división del trabajo entre
las dos mitades del cerebro (los
hemisferios cerebrales). Así para el
lenguaje el hemisferio que contribuye
en su producción y comprensión es –
habitualmente - el hemisferio izquierdo, destacando las siguientes áreas: la porción
inferior del lóbulo frontal (área de Broca); la región del lóbulo temporal lateral y
superior (área de Wernicke) y las zonas circundantes entre estas áreas.
La mayor parte de la población
es diestra, lo que significa que su
mano más hábil es la derecha, y el
lado izquierdo del cerebro es el
que domina dicha mano y la
mayoría de aspectos del lenguaje.
Así como el desarrollo de la
división de trabajo en la
humanidad consiguió enriquecer
las artes y la ciencia hasta niveles
desconocidos anteriormente este
reparto de funciones
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