EXAMEN PATRIMONIO CULTURAL
Enviado por pituus • 18 de Febrero de 2016 • Examen • 4.270 Palabras (18 Páginas) • 586 Visitas
Define el concepto de cultura humanista y antropológica, compáralos y señala sus diferencias.
Podemos establecer dos concepc6iones socio-históricas de cultura: humanista y antropológica.
Por un lado según la concepción humanista, la cultura era símbolo de refinamiento, un concepto adquirido mediante educación pública letrada, al que no tenía acceso las clases bajas. En la Alemania del siglo XVIII, se empieza a hablar de autoconsciencia de cultura (intelectualidad).
La cultura, en este ámbito definida presentaba limitaciones, es procesal (se aprende), jerárquica (la posee una élite), selectiva (sólo incluye algunas actividades humanas), normativa (sólo los resultados de algunas actividades merecen ser consideradas "cultura"), frágil (puede resultar degradada o desaparecer) y carismática (algunos de sus productos se relacionan con las cualidades de genios y particularmente artistas). La cultura en el sentido humanista era un concepto jerárquico y piramidal que buscaba la perfección humana. Era un conocimiento asociado a la nobleza y burguesía en cuanto a las actividades que realizaban (obras de arte) y les diferenciaban de las bajas. Tenía un papel de instrumento de dominación.
Por otro lado, la concepción antropológica de cultura surge con el desarrollo del pensamiento antropológico, en el siglo XIX, en Inglaterra. Se definió la cultura como un conjunto complejo que incluía el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y hábitos y capacidades adquiridos por el hombre como miembro de una sociedad. De este modo, el concepto acababa incluyendo el modo de vida de todo grupo humano, sin restringir su alcance sólo a unas pocas prácticas. Antropológicamente hablando, se entiende por cultura un sistema integrado de símbolos, ideas y valores en continua construcción (o una fábrica de significados).
Esta definición antropológica de cultura la presenta como algo universal, que conlleva códigos y símbolos (información), que es aprendida (no genética), compartida (común a más de un individuo), colectiva (transmitida públicamente), práctica (cotidiana), plural (hay más de una) y relativa (de un grupo concreto y particular). Desde esta concepción, el patrimonio cultural puede incluir cualquier producto humano. La cultura consiste, antropológicamente hablando, en un proceso de construcción de sentido en el que no todos los que participan ocupan la misma posición, pero que en cualquier caso siempre se produce en un contexto socio-histórico concreto. Además, puede ser concebida en un sentido manifiesto y en otro latente. En sentido latente, la cultura es un sistema significante que abarca toda producción humana. En sentido manifiesto, la cultura es algo reconocido en forma de rasgos o productos calificados explícitamente como culturales.
¿Cuáles son los valores que intervienen la activación del patrimonio? Pon ejemplos.
Podemos definir dos tipos de valores del patrimonio: valor material y valor simbólico.
- El valor material concede interés a los bienes porque alcanzan una finalidad material como, por ejemplo, su consumo o utilización directa o la obtención de beneficios por su puesta en circulación o venta (Ejemplo: Una silla Luis XV usada para sentarse o que pueda ser vendida; o un museo que atrae a público que paga una entrada, compra souvenirs, etc.). Este valor material convierte al patrimonio en un recurso económico. El mercado suele ser el más interesado en este valor e, indirectamente, todo el sector privado o público de servicios turísticos.
El valor de uso material es cambiante y está sujeto a una lectura mercantilista de la realidad y a una lógica de oferta y demanda y de acumulación de beneficios fundamentalmente financieros. Este tipo de valor, en el caso del patrimonio cultural, a menudo conlleva una espectacularización de demostraciones (Ejemplo: Fallas de Valencia).
- El valor simbólico tiene dos vertientes. Aplicamos aquí la noción de símbolo como una representación arbitraria y convencional de cualquier objeto o acción, con significados que se le atribuyen sin que necesariamente tenga una relación material con aquel objeto o acción. La característica principal del símbolo es que representa a otra cosa. En este caso, el valor de lo patrimonializado reside en su carácter figurativo, lo que se manifiesta de dos grandes formas:
- El patrimonio puede tener un valor simbólico expresivo, al ser asociado a la producción de emociones por parte de un sujeto creador y con un prestigio. La valoración simbólica tiene un carácter estético. A través del bien cultural se produce una atracción o emotividad. Es el caso de las obras de arte.
- El patrimonio puede tener un valor simbólico referencial. Es decir, como representación de un contexto que le da sentido de algún modo. En este caso tenemos dos posibilidades.
- En primer lugar, los bienes pueden tener un valor científico. Es decir, para estudiosos de un contexto del que forman parte y el cual quieren conocer lo mejor posible (Ejemplo: Los restos arqueológicos para los arqueólogos).
- En segundo lugar, el patrimonio puede tener un valor identitario refiriéndose a una identidad colectiva. Lo que hacen en este caso los distintos agentes con sus discursos patrimonializadores es asociar ciertos bienes tangibles o intangibles a un grupo o comunidad. El patrimonio obtiene valor porque representa a un colectivo rememorando valores y prácticas sociales asociadas con él. (Ejemplo: El Misteri d'Elx se erige, con su reconocimiento como patrimonio, en referencia simbólica de una identidad ilicitana o valenciana). La creación de museos contribuye a activar el patrimonio partiendo del valor simbólico referencial.
Define las principales transformaciones del patrimonio. Pon ejemplos.
El concepto de patrimonio cultural se ha ido produciendo y modificando en el tiempo. El patrimonio cultural se ha universalizado y ha ampliado su significación. El patrimonio ha sufrido una constante expansión: "desde el concepto clásico de monumento hasta el de bien cultural; desde los bienes tangibles a los intangibles y a los testimonios vivos; y una confluencia entre el patrimonio natural y patrimonio cultural".
Entre los cambios que pueden observarse, a partir de la segunda mitad del siglo XX, podemos señalar los siguientes. En primer lugar, se ha producido un cambio del patrimonio "culto" y restrictivo a uno amplio y que abarca cualquier expresión significativa. Es decir, de una "alta cultura" susceptible de ser patrimonializada a una concepción abierta y negociable sobre la posibilidad de patrimonializar. Se ha pasado de considerar el patrimonio arqueológico, artístico o histórico como formas de expresión testimonial de las clases dominantes a una concepción donde se incluye desde las formas de creencias populares hasta las tecnologías tradicionales. En definitiva del monumento hemos pasado al bien cultural.
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