EXPERIMENTACIÓN EN SERES HUMANOS.

EXPERIMENTACIÓN EN SERES HUMANOS

1. Es un tema que en el programa del curso,  viene a continuación de los temas sobre el comienzo de la vida humana. Con él se inaugura la parte correspondiente a la calidad de la vida humana.

2.  Este capítulo nos lleva a una reflexión previa cual es la relación entre ciencia y ética, relación que no siempre ha sido “tranquila”. Hay posturas que niegan la eticidad de la ciencia (Max Weber: “la investigación ha de prescindir de los valores” y otras posturas que niegan la cientificidad de la ética (hoy esto tiende a no aceptarse. En Moral Fundamental hay una elaboración racional para fundamentar la ética -no es puro voluntarismo- y la ciencia no puede considerarse éticamente neutra). Es cierto que se pueden distinguir campos pero no para oponerlos sino para unir en la totalidad de la persona, para quien y por quien se hace ciencia. El documento analizado en la fertilización asistida (Donum Vitae) señala en la introducción lo siguiente: “La investigación científica, fundamental y aplicada, constituye una expresión significativa del señorío del hombre sobre la creación. Preciosos recursos del hombre cuando se ponen a su servicio y promueven su desarrollo integral en beneficio de todos, la ciencia y la técnica no pueden indicar por sí solas el sentido de la existencia y del progreso humano. Por estar ordenadas al hombre, en el que tienen su origen y su incremento, reciben de la persona y de sus valores morales la dirección de su finalidad y la conciencia de sus límites. Sería por ello ilusorio reivindicar la neutralidad moral de la investigación científica y de sus aplicaciones”  (DV, Intr.2)

3. La ciencia y la técnica se mueven en el plano de los HECHOS, de la descripción y análisis de lo observado y establecen cómo se produce algo y qué ocurre. El VALOR, en cambio, se  mueve en el plano porqué se hace tal cosa, cual es el sentido de lo que se hace. Pero hecho y valor no constituyen una realidad dicotómica sino que entre ambos aspectos hay una relación recíproca. Estos dos aspectos no son lo mismo pero se necesitan para una comprensión integral del fenómeno. La ética no es un momento segundo que viene después del discurso científico y que surge a la hora de aplicar ese conocimiento científico. La ética pertenece al campo significativo de la ciencia porque ésta supone una implicación antropológica. Esta inclusión antropológica de la ética dentro de la ciencia es clara por la presencia de la persona humana en la actividad científico-tecnológica.

4. La presencia de la persona humana en  la actividad científica-tecnológica tiene los siguientes aspectos: A) los científicos son sujetos humanos responsables con su propio sistema ético el cual, influye en lo que hacen y porqué lo hacen. B) el objeto de la ciencia y lo que ella hace es para el ser humano y la sociedad humana en general. C) la finalidad de un proceso científico supone un ideal de ser humano y de sociedad: para qué se hace esta investigación (Ver capítulos 2 y 3 de Eduardo López Azpitarte en “Ética y vida”). D) El método que se elige: las preguntas que se hacen en una investigación, la forma de experimentar, suponen una concepción ética.

5. Carl Rogers en “El proceso de convertirse en persona”: “El científico investiga una cosa y no otra porque siente que lo primero tiene más valor para él;  escoge el método de estudio que más valora; da a sus hallazgos una interpretación u otra, según cual de ellas sea la que, a su juicio, se acerca más a la verdad o tiene mayor validez, es decir, según cuál se aproxime más a un criterio que él valora”.

6. Antes de entrar de lleno en la experimentación en seres humanos es necesario reflexionar sobre el concepto y contenido de “la manipulación” (ver libro de B.Häring “Ética de la manipulación”): su sentido etimológico viene de “manus” (mano) “plere” (llenar), es decir, “tomar las cosas en las propias manos”, la capacidad de transformación de las cosas por obra (por mano) del ser humano. Desde esta perspectiva, la manipulación tiene un sentido positivo: la capacidad, la habilidad, el poder del ser humano sobre las cosas. Sin embargo, cuando se pasa de la mirada etimológica a una concepción valorativa, el contenido de manipulación adquiere una carga negativa: manipular es quitar al ser humano su libertad (Rahner); manipular es reducir al ser humano a una sola dimensión (Marcuse); hay manipulación cuando se pierde el sentido de lo trascendente (Bloch); manipulación es la incapacidad del ser humano para desarrollar la función crítica de su razón y la función utópica de la totalidad de su vida (Escuela de Frankfurt). Con los dos sentido (etimológico y valorativo) se plantea, de inmediato, la ambigüedad de la manipulación.

7. El sentido negativo (supresión de toda dimensión crítica y utópica en el manipulado que sería lo ideal para el manipulador) se puede aplicar a manipulación ecológica, publicitaria, religiosa, política, cultural, al poder manipulador de los MCS.

8. Sin embargo, en el campo de la biología se tiende a mirar el sentido etimológico: la capacidad de tomar en las propias manos el desarrollo de la vida y de la humana en particular y, por eso, no hay  -habitualmente-  una carga negativa en la manipulación biológica.  Si el ser humano no hubiese manipulado a la naturaleza, ¡todavía estaríamos en la época de los recolectores! La capacidad de experimentar es una característica distintiva del ser humano. Gracias a su inteligencia puede liberarse de los determinismos de la naturaleza y enfrentarse a sus necesidades. La medicina no habría avanzado sin experimentación. Por tanto, la experimentación, en cuando signo de una inteligencia creadora, es algo positivo aunque no basta ese “a priori de simpatía” para un juicio moral completo. (Ver G.Perico, Experimentación clínica en el Diccionario Enciclopédico de Teología Moral (DETM);  B.Häring, Ética de la manipulación). Sin embargo, está claro que hoy va surgiendo un tema y un problema nuevo: las transformaciones que se pueden lograr no son sólo accidentales; pueden llegar a ser sustanciales. Es la misma biología la que ha llegado a un umbral riesgoso porque está en condiciones que  su poder manipulador incida sobre los mecanismos más íntimos y delicados que sustentan la base de la vida e incluso llegar a cambiar, para bien o para mal, a la misma humanidad y a los restantes seres vivientes.

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