Ecología y Capital Vs Cultura y Educación.
Enviado por ycbb0783 • 26 de Marzo de 2016 • Síntesis • 1.073 Palabras (5 Páginas) • 302 Visitas
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Ecología y Capital Vs Cultura y Educación
El contacto entre la sociedad humana y los demás elementos del medio circundante, han provocado una serie de transformaciones, que en la mayoría de los casos son producto de la búsqueda incesante de la satisfacción de las necesidades humanas, transformadas en procesos de dominación, de poder, generados por un sistema en el que la prioridad esencial es la dependencia, el intercambio desigual y la acumulación del capital, lo que exige la continua demanda de los bienes provenientes de los recursos naturales, que conlleva a que los mismos sean objeto de continuos abusos, sin medir las consecuencias que ello representa para la sobrevivencia de la vida en el planeta, y es que el ambiente en el sistema de producción capitalista pasa a ser un medio para lucrarse, desarticulando profundamente la relación hombre-naturaleza, donde gran parte de los elementos naturales, se constituyen en materias primas básicas para la fabricación de una amplia gama de productos, que requieren a la vez, grandes cantidades de energía en el proceso de producción y transformación, así como también el transporte, comercialización y consumo de los mismos, es decir, la explotación de los recursos naturales es infinita, sin importar que ello pueda representar en el futuro todo un concierto de desajustes, carencias y miserias, causadas por el agotamiento de los ecosistemas. En este sentido, Leff (1994), plantea que:
Una vez constituido el modo de producción capitalista, sus condiciones de acumulación de reproducción ampliada a escala mundial han determinado los ritmos de extracción de materias primas, las formas de utilización de los recursos y los procesos de transformación del medio natural. Este proceso ha sido la causa principal de la erosión de los suelos, de la perdida de fertilidad de las tierras, de la destrucción de la capacidad de producción de los ecosistemas, así como del agotamiento de los recursos naturales. (p. 140).
Todo ello representa un signo de destrucción masiva, donde la estrategia económica de dominación en nombre del desarrollo, ha trascendido fronteras, como lo describe Leff, generando la “destrucción del potencial productivo de los países del Tercer Mundo”, pues se ha promovido la utilización de tecnologías no apropiadas, así como el establecimiento de patrones de consumo, que han conllevado a que la especie humana irrespete y manipule los ciclos propios de la naturaleza, hasta el límite de poner en peligro su propia supervivencia, esto es progreso destructivo lo que encierra en sí mismo el significado del subdesarrollo, que es, de acuerdo a Leff (ob. Cit), “el resultado de los procesos de degradación ambiental que han sufrido los países de Tercer Mundo debido a su dependencia tecnológica del exterior y la deformación de su modelo de desarrollo” (p.161). Todo ello ha conllevado a un proceso de desintegración cultural y degradación ecológica, que requiere una transformación profunda de la organización económica establecida por los países dominantes, donde juega un papel muy importante la actitud consiente y responsable de los seres humanos, la relación individuo-ambiente, por ello, es inminente el establecimiento del cuidado de la vida en toda sus manifestaciones, lo que incluye no sólo la protección y la restauración de los ecosistemas; sino la consolidación de sociedades más justas y equitativas.
De allí que la “productividad ecotecnológica”, propuesta por Leff, involucra la articulación de “los niveles de productividad ecológica, tecnológica y cultural en el manejo integrado de los recursos productivos”, lo cual implica una transformación que se debe orientar hacia un proceso que, inspirado por un nuevo paradigma, discierna sobre los cambios que hemos de practicar en nuestros valores, formas de gestión, criterios económicos, ecológicos y sociales, para mitigar la situación de cambio global en que nos encontramos y adoptar un recorrido más acorde con las posibilidades de la naturaleza que nos acoge. Esta sería una manera de retribuirle a la naturaleza con un modelo de desarrollo que impulse hacia la sostenibilidad, fundamentado en los procesos de protección, conservación y aprovechamiento racional de los recursos naturales y sin duda alguna, la educación, como aspecto relevante en cualquier ámbito de la actividad humana, y específicamente en el contexto ambiental cobra bastante fuerza, pues mediante ella se puede inducir a las personas a actuar con respeto hacia la naturaleza y a quienes interactúan en ella, fomentando la responsabilidad colectiva y potenciando así el carácter transformador y liberador que ella pueda tener para potenciar el desarrollo sostenible, pues de acuerdo a Nebel y Wright (1999), “Necesitamos considerar el desarrollo en un sentido más amplio que abarque la protección y el mejoramiento de los aspectos del ambiente y la justicia social, condiciones necesarias para la sostenibilidad de avances continuos en los conocimientos y la comprensión”. (p. 16).
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