Educación socioemocional. Realidades y nuevos retos

Pedagogía. Actividad 5

Texto Argumentativo.

Opinión sobre la educación en General

Educación socioemocional. Realidades y nuevos retos.

Rocío Liliana Cruz Leyva.

Octubre 2018

En lo últimos años se han presentado grandes cambios en la educación en México. Desde el qué y cómo se enseña, hasta el aspecto laboral de los docentes.

Como parte de la reforma educativa establecida por el gobierno federal en el año 2012, se llevaron a cabo diversas investigaciones, que incluían la revisión y replanteamiento del modelo educativo vigente, así como foros de consulta nacional. Todas estas acciones dieron como resultado el Nuevo Modelo Educativo en el cual se pretende innovar exaltando el humanismo, al incluir el aspecto socioemocional en la práctica educativa.

Como menciona Ricardo Lucio, la educación es una práctica social que lleva implícita cierta visión del hombre. Pero, al mismo tiempo es importante resaltar la influencia, muchas veces de forma indirecta e inconsciente, del aspecto emocional dentro del proceso educativo.

Durante la adolescencia se presentan grandes cambios en los jóvenes y su forma de percibir al mundo y a ellos mismos. Su trato con sus padres comienza a ser diferente, más distante, ya que entran en una etapa en la cual están buscando su propia identidad y conociendo sus límites (Fernández 2014).

Todos estos cambios influyen en su desarrollo académico, ya que el joven comienza a darle más importancia a otros aspectos, sobretodos sociales y emocionales.

El conocer los cambios emocionales de los estudiantes, junto con sus estilos de aprendizaje, puede ayudarnos como docentes a optimizar el proceso de enseñanza y así apoyarles de manera más personalizada para realmente contribuir a que sean ellos quienes finalmente construyan sus propios aprendizajes. Parra Therer (1998) cuando se conoce cómo aprenden los estudiantes es que se puede tener algún efecto positivo, ya que este aprender no depende solo de las capacidades intelectuales del alumno, sino también de su disposición emocional.

En este sentido, la promoción de emociones positivas y experiencias enriquecedoras durante este proceso, así como la importancia del autoconocimiento y reflexión s obre lo que siente y piensa el estudiante, toman fuerza y se vuelven indispensables para potenciar su crecimiento académico y personal. Al mismo tiempo, cuando el profesorado inspira confianza y seguridad es posible que el estudiante adquiera una actitud más empática hacia el o la docente y hacia la disciplina que este o esta imparte (Cassasus 2006)

Parecería que, al enfocarnos tanto en lo socioemocional, nos alejamos del aspecto pedagógico de la enseñanza, pero no es así. Como menciona Lucio (1989) hay pedagogía cuando se reflexiona sobre la educación… (sobre sus cómos, sus por qués y sus hacia dóndes). Por lo tanto el pleno conocimiento de las emociones y sentimientos, tanto del alumno, como del docente, determinan en gran medida el factor éxito o fracaso del proceso educativo dentro del aula. Un educador emocionalmente inteligente y un clima favorable en el aula son factores esenciales para el aprendizaje (Campos 2010).

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