Educación En Panama

La Educación Oficial Actual

Como rezan las escrituras, si hablamos de la educación oficial actual, “no hay nada nuevo debajo del sol”. Con solo viajar en el tiempo y adentrarnos a nuestra historia colonial, es suficiente para saber, que en materia de educación, aquellos males que aquejaron al istmo de Panamá cuando éramos colonia, guardan muchas similitudes con el Panamá de hoy que a los ojos del mundo es uno de los mejores países que existe.

Navegando atreves del tiempo en nuestros libros de historia nos podemos percatar de que nuestro sistema educativo ha sido complejo desde la época de los colonizadores. Durante este período son las órdenes religiosas quienes estaban a cargo de la educación en Panamá. La educación fue esencialmente aristocrática dirigida a los españoles, criollos y en cierta medida, a los mestizos.

En el istmo de Panamá la labor educativa se inició en Santa María La Antigua. Las misiones franciscanas combinaron la evangelización con la fundación de escuelas, dirigidas a los hijos de los caciques. A los cuales desde los 13 años de les enseñaban la fe católica, las costumbres políticas, a leer y escribir en lengua española y los números. Al término de 4 años se les regresaba a su tribu.

La enseñanza primaria en Panamá la inició la Compañía de Jesús (jesuitas) en 1608, con la fundación del colegio San Ignacio Loyola, dirigido a hijos de criollos y mestizos de clase alta. Para la educación secundaria era necesario enviar a los hijos a Lima Quito o Bogotá.

No fue hasta el año 1749 que se mandó a establecer en el edificio de la Compañía de Jesús la primera Universidad de la ciudad de Panamá conocida con el nombre de San Javier. Hablando de comparaciones e intromisiones, cuando la corona española, en 1767, es decir 18 años más tarde, expulsa a los jesuitas de sus colonias, la universidad cierra sus puertas y hemos de esperar hasta la fundación de la Universidad de Panamá, 168 años después, para volver a contar con una entidad donde se brindara educación superior.

Este pequeño recuento nos hace reflexionar sobre la gran responsabilidad de nuestros gobernantes en la educación panameña. Y de como desde tiempos ancestrales hemos estado expuestos a los vaivenes de quienes juran cuidarnos.

Para la época republicana, la cosa empieza a mejorar. La constitución de 1904 en su Artículo 133 norma la educación y la hace obligatoria y gratuita en su fase primaria. En la Carta Magna de 1941 queda plasmado el hecho de que la educación es un deber del Estado e instó a legislar a favor de facilitar a los panameños económicamente necesitados el acceso a todos los grados de la enseñanza, tomando como base únicamente la aptitud y la vocación.

Pese a estas buenas intenciones iniciales, en realidad el gobierno no adoptó medidas enérgicas

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