Educación Social y Ciudadanía.
Enviado por Yanira Bueno • 6 de Enero de 2016 • Síntesis • 755 Palabras (4 Páginas) • 158 Visitas
Educación Social y Ciudadanía.
La relación entre educación y ciudadanía en la actualidad pasa por un proceso de búsqueda de nuevos sentidos, lo que hace que su unión se complique. Para solucionar esto, las prácticas socio-educativas del campo de Pedagogía social deben buscar unas alternativas desde el punto social, que permita llevar a cabo cambios y modificaciones para que el individuo acceda de manera adecuada en la sociedad.
Además, otro problema se encuentra también en como unir igualdad política e igualdad social, ya que la primera hace actualmente unos ciudadanos no adecuados, que no pueden desempeñar su papel correspondiente. Y es que, el riesgo se encuentra en que la ciudadanía se disuelve en la figura del consumidor, de tal manera que el sujeto participante es remplazado por el sujeto “consumidor” de programas políticos elaborados de acuerdo a las reglas del “marketing”. Debido a esto, el concepto de ciudadanía ha pasado de ser definido desde la igualdad a la diferencia, ya que existen individuos que se sienten excluidos a pesar de tener los mismos derechos, por tener diferente situación sociocultural, donde se cree que la solución está en adoptar una idea de “ciudadanía diferenciada”, algo que es erróneo como dicen los críticos de esta, debido a que la ciudadanía debe siempre desempeñar un papel basado en cultivar el sentido de comunidad compartida.
Por lo tanto, la vinculación entre ciudadanía y dimensión territorial del Estado, permite plantearse que la problemática de la ciudadanía abarca tres grandes cuestiones: La ampliación y reducción de los derechos civiles, políticos y sociales a los ciudadanos, lo que permite que se relacione perdida de ciudadanía con restricción de derechos sociales. Las sociedades de hoy en día creen que pertenecer a un Estado es sinónimo de inclusión en temas de distribución de bienes y reconocimiento de derechos, algo que no se ve tan claro ya que los errores que actualmente está cometiendo el Estado ponen en duda dicha afirmación, porque es verdad que un ciudadano siempre debe ser responsable de lo que hace y también de respetar a la comunidad, pero siempre que la comunidad política le reconozca como miembro. Y por último, el gran problema de la participación en la vida pública y en la toma de decisiones políticas de aquellos excluidos de la sociedad y sin posibilidad de introducirse en ella, por eso la tensión entre democracia y exclusión es cada vez más fuerte.
Con esto, críticos del Estado de Bienestar dicen que todo lo que quería hacer este terminó en destinar en gran medida los recursos económicos con los que se contaban para los sectores mas desfavorecidos para comprar el Estado votos, convirtiendo a los ciudadanos en individuos pasivos y dependientes de este.
Cuando se habla de pobreza, se hace referencia a lo que ingresa una familia para poder cubrir sus necesidades básicas, como alimentarse, es decir, se tiene más en cuenta los recursos materiales que los sociales, dejando de lado sus posibilidades de integrarse a la vida productiva, etc. Se cree que la solución está en establecer políticas sociales asistencialistas, pero esto también puede dar lugar a problemas, ya que hace al individuo dependiente de las ayudas que se les prestan y hace imposible que llegue a tener una autonomía social que el estatuto pide para ser reconocido como “ciudadano”. Por consiguiente, esto puede llegar a ser una gran tarea del trabajo social, donde sea necesario llevar a cabo programas sociales que tengan carácter educativo, de tal manera que posibilite a los individuos a participar en los diferentes ámbitos sociales, permitiendo que no sean excluidos ni se encuentren en situación de desigualdad.
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