Educación, Subjetividad, Infancia
Enviado por Belito • 26 de Junio de 2012 • 1.649 Palabras (7 Páginas) • 568 Visitas
Profesorado de Educación Primaria
TRABAJO FINAL PRACTICA DOCENTE I
Educación, Subjetividad, Infancia
Utilizamos esta imagen con el objetivo de empezar a interrogarnos a cerca de ¿quién no querría vivir en una sociedad igualitaria?
Toda sociedad tiene cultura y por tanto no hay razones para que una discrimine o descalifique a las otras.
Tal como comparten diferentes autores y disciplinas, la cultura abarca el conjunto de procesos sociales de significación, de producción, circulación y consumo de la significación en la vida social. No es algo que aparece siempre de la misma manera.
La consecuencia política de la definición de cultura fue lo que creó el relativismo cultural que significa el hecho de admitir que cada cultura tiene derecho a sus propias formas de organización y estilos de vida.
La pluralidad de culturas o multiculturalismo contribuye a la diversidad de paradigmas científicos, en tanto condiciona la producción del saber y presenta objetos de conocimientos con configuraciones variadas.
Tomando la teoría conflictivista decimos que hay una cultura dominante generada por la clase que tiene capital (teniendo medios y modos de producción) sobre una cultura subordinada (trabajadores, con fuerza de trabajo intelectual o física).
Reaparece el darwinismo social con su lógica de “sálvese el mejor”, son las capacidades personales naturales las que aseguran el éxito en la libre competencia.
No se cuestiona al modelo como productor de la exclusión, sino que al naturalizar la desigualdad se culpabiliza a los sujetos.
Canclini sostiene “la cultura es la eufeumización de las diferencias sociales”.
Se habla del respeto a la diversidad, pero en la realidad se pone énfasis en la existencia de diferencias culturales entre los niños de distintos sectores sociales.
Muchas veces nos preguntamos si las escuelas se pueden pensar como productoras o reproductoras de sentidos relacionadas con el racismo, la discriminación y la diferenciación social. Ante esto podemos decir que enmascara y naturaliza los procesos de discriminación y desigualdad, ocultar es hacer creer que el problema existe, pero afuera. El prejuicio y la discriminación no construyen solo un desvío o una patología individual sino que dependen de categorías y clasificaciones relacionadas con la historia y la sociedad.
La escuela fue considerada históricamente como el ámbito “homogeneizador” de las diferencias, a partir de su compromiso en la formación de ciudadanos de orígenes diversos.
En el siglo XIX aparece la escuela pública con la experiencia de construir a una figura: al ciudadano, en este momento se aprende a leer, en el siglo XX aprendemos a escuchar, valorar la palabra y en el siglo XXI se aprende a mirar.
Lewkowicz bautizó la época en la que vivimos como “la era de la fluidez” (nada suma, nada acumula, todo satura o dispersa), la cual es un medio distinto en el que se funda la escuela, la cual es fundada y pensada para habitar en un medio sólido, estable; forma a los hombres del mañana. No es más el soporte de la subjetividad oficial, sino que es una empresa más en el mundo de las empresas, es un servicio más en el mundo de los servicios, tiene que establecer reglas específicas para “estar ahí”; una situación para el galpón argentino. Un galpón es un lugar que no articula simbólicamente a sus miembros, las condiciones del encuentro no están garantizadas, hay que crearlas. “no hay encuentro no hay situación la escuela deviene galpón”.
La escuela es una institución que se desarrolla, se reproduce y se torna eficaz en relación con otras instituciones estatales, fundamentalmente con la familia.
¿Estamos en la escuela? Ésta parece desdibujarse en cada signo que la atraviesa. Transitamos sus espacios, tomamos “el lugar” que nos corresponde, hablamos su lengua, pero el juego no se arma. Los docentes, directivos, alumnos, padres devienen habitantes de un universo desreglado, se trata de un sujeto a la deriva, sin una autoridad que lo constituya.
En el día a día los quiebres se ven. Escuelas destinadas a la contención en épocas de catástrofe, que salen al cruce de los urgentes problemas de la gente.
Históricamente, las escuelas tuvieron una clara tarea además de alfabetizar: la construcción de la ciudadanía, del sentimiento nacional, de la pertenencia al territorio, a una lengua y a una cultura. En nuestro país, la escuela fue herramienta de la construcción del nosotros, participaba de la operación de hacer lazos, de reunir, dejaba marcas, trazaba límites entre lo permitido y lo prohibido, constituía subjetividades.
¿qué sucede con las marcas que generaba la escuela? ya no se presenta como una matriz principal que genera subjetividades, antes los alumnos se dejaban educar, moldear por las instituciones escolares. Los chicos expresan la incomunicación entre la escuela y la familia en condiciones de disolución estatal.
El problema actual se inscribe en la dificultad de ligarnos con ese otro que no esperábamos. Compartir un espacio físico
...