Educación superior en Colombia: ¿Por qué no destaca a nivel internacional?

Lina Marcela Ariza López

Universidad Santo Tomas

Educación superior en Colombia: ¿Por qué no destaca a nivel internacional?

La calidad en la educación es un tema fundamental en cuanto al desarrollo profesional. El objetivo del presente texto es argumentar por qué las universidades colombianas no destacan a nivel internacional y como el esto podría o no afectar de manera significativa el desarrollo del país. Como una pequeña introducción hacia esta perspectiva cabe mencionar el hecho de que en los diversos rankings universitarios entidades de países potencia como Estados Unidos, Japón, Reino Unido, entre otros, se ven ubicados en los primeros lugares de estos conteos, mientras que, universidades de países tercermundista como Colombia no se encuentran ni siquiera en las primeras 500 posiciones. Estas estadísticas están afectadas por múltiples factores, uno de ellos, por ejemplo, desde un contexto histórico a Colombia la primera universidad llega hacia 1580 (Universidad Santo Tomas), mientras que, en Reino Unido los registros de enseñanza en la universidad de Oxford (una de las más antiguas) datan desde 1097; esto nos da un breve idea de la experiencia y la importancia que se le ha dado a la educación en países potencia.

Con el fin de dar una connotación precisa sobre la problemática en la calidad universitaria colombiana se van a evaluar diversos aspectos como lo son la poca existencia de universidades con excelencia académica presentes en Colombia, siendo uno de los países con mayor déficit en educación superior. La problemática no solo se basa en esta escasez de buenas entidades, si no también, en la baja accesibilidad a la educación superior, puesto que (entre otros factores) son pocas las entidades públicas y las privadas son muy costosas comparadas con el salario promedio de la mayor parte de la población colombiana. Otro de los ítems que se pueden analizar es la falta de inversión para la investigación, a pesar de la existencia de entidades como Colciencias o el Instituto Caro y Cuervo la financiación para propósitos investigativos es de menos del 0,4% siendo el país latinoamericano que menos invierte en este campo. Para finalizar se tratara la mala educación media en Colombia, los colegios no hacen énfasis en la vocación estudiantil ni ningún tipo de reforma en comparación con la educación secundaria, lo cual hace que los estudiantes salgan pesimamente preparados frente a una educación superior exigente.

En Colombia con el transcurso del tiempo se han hecho cada vez más presentes las universidades privadas, con un rendimiento bajo poca innovación, cero investigaciones, exigencia mínima y carencia de impacto científico, también llamadas “universidades de garaje”. Con el aumento de bachilleres y la poca oferta en universidades públicas además de los excesivos costos de matrícula en entidades privadas, estas instituciones empiezan a cubrir la demanda con mayor fuerza en el país. Por supuesto, el número de profesionales es cada vez más elevado pero su calidad es mucho menor. Se ve una mayor tasa de desempleo en profesionales titulados que en personas cuyo grado de estudios llega hasta noveno de bachillerato; tener un grado universitario de calidad pasa a un segundo plano y prima la competencia por el empleo debido a la cantidad de profesionales con títulos de baja calidad y del mínimo esfuerzo empleado para conseguirlos. Debido a este poco interés en alto desarrollo profesional las universidades dejan de lado la motivación pedagógica y la innovación en cuanto a metodologías educativas, lo cual desemboca en una continuidad repetitiva que no permite el crecimiento en las entidades universitarias.

A pesar que a este decrecimiento en metodologías educativas no se le da la suficiente importancia cabe destacar las diferencias marcadas en estas dinámicas. Por ejemplo, en la universidad de Cambridge se ven continuamente variaciones en la forma como se enseñan los contenidos programáticos, las clases son cada vez menos presenciales y las cátedras empiezan a ser obsoletos; estas han sido reemplazadas por investigaciones autónomas por parte de cada alumno brindando un servicio de tutorías por todos los decentes de la institución aumentando así el aprendizaje por gusto, la indagación y la búsqueda personal de campos del conocimiento apropiándolos de una forma mucho más óptima. En Colombia el alumno está dejando lo aprendido en el salón de clases y no se están viendo un verdadero acople del conocimiento, siendo esto un factor más en el déficit educativo, el problema no es solo la instituciones, el problema también es alumno.

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