Ejemplo De Vida
Enviado por AiramLaura • 21 de Octubre de 2013 • 587 Palabras (3 Páginas) • 419 Visitas
Dicen que la palabra convence pero el ejemplo arrastra, no les parece increíble que después de 2012 años, sigamos conociendo, aprendiendo y escuchando la palabra de un hombre que vino a esta tierra para dar su vida por nosotros y convertirse en la máxima expresión de un verdadero ejemplo de vida.
Para este momento ya deben saber de quién hablo, no podrían equivocarse pues hablo de Jesús, de él, que aún con el paso de los años sigue vigente, de aquel que hace 2012 años a través de sus actos se convirtió en un líder por excelencia, en una imagen a imitar para mejorar nuestra vida, porque sus actos y enseñanzas son aplicables en cualquier momento, época y circunstancia. Para valorar aún más el ejemplo de Jesús olvidémonos por un segundo de su divinidad y quedemos con el hombre, con aquel que es nuestro semejante y analicemos su vida.
Empecemos por Jesús el hijo de familia, aquel que estuvo a un lado de sus padres, aquel que aprendió el oficio de carpintero y que uno de sus primeros milagros lo hizo para ayudar a su madre y pensemos si nosotros somos buenos hijos, si con nuestros actos apoyamos a nuestra familia si respondemos a los sacrificios que aquellos que nos dieron la vida han hecho por nosotros.
Recordemos ahora a Jesús el amigo, aquel que fue llamando uno a uno a sus apóstoles, que los conoció y acepto sin importar su oficio o pasado, que no los tomo como unos seguidores más sino como sus hermanos y pensemos si somos verdaderos amigos, no de aquellos que disfrutan de la fiesta y están para cada plan de fin de semana, sino de aquellos que buscan ayudar al otro a ser mejor persona, de aquellos que están en las buenas y en las malas, de aquellos que son capaces de buscar un objetivo común.
No nos olvidemos de Jesús el piadoso, del que no juzga de aquel perdona incluso cuando la sociedad juzga, aquel que es capaz de decir que aquel que esté libre de pecado tire la primera piedra, pues es capaz de dejar la soberbia de lado y reconocer que todos nos equivocamos y a pesar de ello merecemos una segunda oportunidad.
Ahora pensemos en Jesús el firme, capaz de vencer las tentaciones de la vida, de aquel que a pesar de estar sólo en el desierto le dijo al demonio NO, porque siempre tuvo clara su misión y porque sabía que si cedía un poco, esa misión estaba perdida, hagamos una verdadera reflexión y reconozcamos si realmente somos fieles a nuestra misión, si pese a la presión que la sociedad nos ejerza somos capaces de dejar de lado la tentación en cualquier forma que tome.
Por último pensemos en Jesús el humilde, si recordemos ahora su parte divina y que a pesar de ella y aún con todas las fallas de la sociedad, dio su vida para salvar la nuestra y entonces en verdad pensemos si nosotros somos capaces de entregarnos a los demás como él lo hizo con nosotros, pensemos si somos capaces de aceptar a los demás como son, de reconocer que pueden equivocarse pero
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