El Abecedario

A la edad de 8 años cuando iba en tercer grado de primaria e iba a visitar a mi hermana mayor forzosamente tenía que pasar por la casa de un tío lejano quien con sus actitudes mostraba un odio profundo hacía mi persona incluso hubo ocasiones en que me llegó a insultar de manera verbal insultos que contestaba de la misma manera pues desde pequeño siempre me caracterice por tener un carácter muy fuerte; recuerdo como si fuera ayer sus mensajes cada que me miraba “tú nunca tendrás un trabajo digno, mucho menos una profesión, tú y tus hermanos siempre serán unos vagos”, a esa edad no le daba importancia a sus palabras simplemente percibía el odio que sentía hacía mi persona y siendo sincero les diré que no comprendía lo que sus frases significaban pues aún era muy pequeño.

Conforme pasaban los años su odio se acrecentaba, lo único que cambio es que de la misma manera en que él me odiaba yo comencé a hacerlo también, él mensaje era el mismo” jamás serás una gente de bien, serás un vago, nunca tendrás una profesión” para ese entonces estaba por concluir el nivel bachillerato y entendía perfectamente lo que me decía, de alguna manera su prejuicio me motivo a terminar la carrera de maestro.

Logre estudiar en el CREN y cuando cursaba el sexto semestre a punto estuve de no continuar con la carrera debido a que me sentía muy cansado, ya no podía con tanto trabajo, me sentía estresado pero de manera espontanea venían a mi mente las frases de esa persona “nunca serás un profesionista y aún tendré vida para corroborarlo”, esas frases me motivaron siempre para no ceder, para seguir estudiando hasta concluir mi profesión, y fue así, le demostré que pude concluir una carrera y por supuesto que Dios le dio vida para corroborar, pero corroborar que se había equivocado conmigo.

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