El Autoritarismo En La Escuela

GESTIÓN AUTORITARIA EN LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA.

Introducción.

La Dirección en una Institución Educativa tiene la función de generar un clima institucional que permita que los agentes educativos trabajen en forma participativa y dialoga en relación a lo que se busca lograr como identidad institucional, en la actualidad, existen muchos tipos y estilos de gestión institucional que repercuten en el desempeño de los docentes y en el rendimiento académico de sus estudiantes, ante ello, se hace necesario analizar la forma en que las acciones de la Dirección están siendo desarrolladas y cuáles son las reacciones que producen en los involucrados.

A título personal, me parece que la Dirección de la Institución Educativa José María Arguedas asume sus funciones de manera muy autoritaria y que no se ajusta a las expectativas que tenemos los docentes al ingresar a laborar en dicha institución. El imponer su voluntad o su opinión ante las decisiones que, en teoría, deben ser tomadas de manera colectiva y en función a las capacidades y oportunidades de cada involucrado para garantizar que la identificación con la institución, sea un factor que coadyube a sumar esfuerzos y nos reconozcamos como personas respetadas en algo que es importante para cada uno, el derecho a opinar y a ser reconocidos en base a nuestros esfuerzos.

Fromm (1987), escribe: ...emplearé la expresión carácter autoritario para referirme al tipo de carácter de que se está hablando,...se justifica por cuanto la persona sadomasoquista se caracteriza siempre por su peculiar actitud hacia la autoridad. La admira y tiende a someterse a ella, pero al mismo tiempo desea ser ella misma una autoridad y poder someter a los demás. Es evidente que es posible que las actitudes de los docentes, alumnos y padres de familia, estén estimulando este tipo de gestión al hacerle percibir que estamos de acuerdo con cada opinión o decisión tomada por la Dirección, que siempre tiene la razón y que tiene la última palabra cuando se trata de plantear algo o determinar algún tipo de actividad a realizar. La responsabilidad, por lo tanto, es compartida y está generando un ambiente en el que los docentes sólo somos repetidores y ejecutores de las voluntades de la Dirección, ante ello es importante reflexionar cuáles son los aspectos que están caracterizando este tipo de gestión.

La tesis que me lleva a plantear, en lo que se refiere a la gestión autoritaria ejercida en la Institución Educativa José Carlos Mariátegui del distrito de Wanchaq, está centrada en las acciones evidenciadas por la Directora que debilitan la identidad institucional e imposibilitan la realización y desarrollo profesional de los docentes que laboramos en ella.

El problema del autoritarismo en la Institución Educativa.

En cada Institución Educativa se observa diversos estilos de gestión que están condicionadas por las característica de la misma y la modalidad de servicio que ofrece a sus estudiantes, en las Instituciones Educativas particulares, estamos sujetos a condiciones que tienen que ver con las intenciones y características personales de dueños, promotores y directores. Ball (1994) comenta que el funcionamiento de la escuela, está supeditada al protocolo administrativo y toca al directivo "decidir" sobre el futuro de la institución, mientras que a los profesores, les corresponde "ejecutar" las decisiones del líder. La toma de decisiones en forma unilateral conlleva a que los docentes realicen comentarios, fuera de una reunión formal, que evidencian un descontento con algunas decisiones y un total acuerdo con algunas otras, ante ello es importante implementar un estilo de gestión más democrático que promueva la participación de todos y que sea el consenso la característica fundamental de la toma de decisiones a nivel institucional.

Para situar o definir una posición, considero que la gestión es una capacidad de generar una relación adecuada entre la estructura, la estrategia, los sistemas, el estilo, las capacidades, la gente y los objetivos superiores a la organización, dicho de otro modo, la gestión es la capacidad de articular los recursos de que se dispone de manera de lograr lo que se desea. En ese entender, el estilo de gestión desarrollado en la Institución José María Arguedas desconoce estos aspectos y centra la toma de decisiones en la evaluación y valoración de las capacidades personales individuales que suponen son las más adecuadas o las más favorables para los destinos del quehacer educativo, no se tiene en cuenta una visión que evoque el tema de identidad en una organización, (participación colectiva y cultura organizacional), para que ocurra lo que se decida que ocurra.

Desde una perspectiva de la representación, me atrevo a decir que la gestión institucional debería ser entendida como la capacidad de articular pensamientos, sentimientos y opiniones. O desde la lingüística de la gestión, es la capacidad de generar y mantener conversaciones para la acción y no la verticalidad en la imposición de opiniones para la toma de decisiones. Los comentarios anteriores ponen de relieve el hecho de que en la Institución Educativa que vengo laborando, se debe promover la articulación de recursos, oportunidades, capacidades y propósitos comunes de desarrollo profesional que repercuta en la generación de un clima adecuado, ambiente agradable y motivación para trabajar en el aula en beneficio de los estudiantes. Agryss y Schon (1978) afirma que la acción en una organización es una acción deliberada, y toda acción deliberada tiene una base cognitiva, refleja normas, estrategias y supuestos modelos del mundo en el cual se opera. Sin embargo, ello no se observa en la Institución Educativa antes mencionada, en ella se plasma sólo las intenciones de una persona, respaldada por el silencio y la aceptación irrestricta de casi la mayoría de los docentes y administrativos que laboran en ella.

El autoritarismo en esta Institución Educativa no sólo se manifiesta en la toma de decisiones institucionales, sino también en la asignación de beneficios y estímulos en relación a la calidad de desempeño evidenciado por los docentes que laboramos en ella, muchas veces se pudo observar que la participación en cursos de capacitación financiados por convenio o por convocatoria de la UGEL respectiva, es decidida de manera arbitraria y se asigna a personas que no demostraron ningún mérito o no tienen la necesidad de asistir a tales eventos porque las características de los mismos están relacionados a capacidades a desarrollar por profesionales que se desempeñan en un cargo específico.

En ese entender se debe tener en cuenta que la cultura organizacional

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