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El Clis del Sol


Enviado por   •  18 de Junio de 2015  •  Tesis  •  531 Palabras (3 Páginas)  •  906 Visitas

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El Clis del Sol

a) No es cuento, es una historia que sale de mi pluma como ha ido brotando de los labios de ñor Cornelio Cacheda, que es un buen amigo de tantos como tengo por esos caminos de Dios. Me la refirió hará cinco meses y tanto me sorprendió la maravilla que juzgo una acción criminal el no comunicarla para que los sabios y los observadores estudien el caso con el detenimiento que se merece.

b) Podría tal vez entrar en un análisis serio del asunto, pero me reservo para cuando haya oído las opiniones de mis lectores. Va, pues, monda y lironda, la consabida maravilla.

c) Ñor Cornelio vino a verme y trajo consigo un par de niñas de dos años y medio de edad, nacidas de una sola “camada”, como él dice, llamadas María de los Dolores y María de Pilar, ambas rubias como una espiga, blancas y rosadas como durazno maduro y lindas como si fueran “imágenes”, según la expresión de ñor Cornelio. Contrastaban notablemente la belleza infantil de las gemelas con la sincera incorrección de los rasgos fisonómicos de ñor Cornelio, feo si hay, moreno subido y tosco hasta lo sucio de las uñas y lo relajado de los talones.

d) Naturalmente, se me ocurrió en el acto preguntarle por el progenitor feliz de aquel par de boquirrubias. El viejo se chilló de orgullo, retorció la jetazo de pejibaye rayado, se limpió las babas con el revés de la peluda mano y contesto:

e) -¡Pos yo soy el tata, más que sea feo el decilo! ¡No se me parecen a yo, pero es que la mama no es tan pior, y pal gran poder de mi Dios no hay nada imposible!

f) -Pero dígame, ñor Cornelio, ¿su mujer es rubia, o alguno de los abuelos era asi como las chiquitas?

g) -No, ñor; en toda la familia no ha habido ninguna gata ni canelo; todos hemos sido acholaos.

h) -Y entonces, ¿cómo ese explica usted que las niñas hayan nacido con ese pelo y esos colores?

i) El viejo soltó una estrepitosa carcajada, se enjarró y me lanzó una mirada de soberano desdén.

j) -¿De qué se ríe, ñor Cornelio?

k) -¿Pos no había de rirme, don Magón, cuando veo que un probe inorante como yo, un campiruso pión, sabe más que un hombre como usté, que todos dicen que es tan sabido, tan leído y que hasta hace leyes onde el Presidente con los ministros?

-A ver, explíqueme eso.

-Hora verá lo que jue.

l) Ñor Cornelio sacó de las alforjas un buen pedazo de sobao, dio un trozo a cada chiquilla, arrimó un taburete en el que se dejó caer satisfecho de su próximo triunfo, se sonó estrepitosamente las narices, tapando cada una de las ventanas con el índice respectivo y soplando con violencia por la otra; restregó con la planta de la pataza derecha limpiando el piso, se enjugó con el revés de la chaqueta y principió su explicación en estos términos:

m) -“Usté sabe que hora en marzo hizo tres años que hubo un clis de sol, en que se escureció

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