El Corazon Invisible

El corazón invisible un romance liberal es una novela de Russel Robert donde nos muestra dos puntos de vista acerca de la finanzas, capitalismo, la intervención del estado regulando los mercados, por medio de Sam Gordon y de Laura Silver, profesores de una escuela privada. Laura es una profesora socialista de literatura y Sam es un profesor liberal de la economía, el desarrollo profesional que tiene cada uno hace que tengan diferentes ideas acerca de la economía. Sam piensa que el estado no debería inmiscuirse en los mercados mientras que Laura piensa que el estado debería proteger a los trabajadores de ser explotados y a los consumidores de ser abusados. El piensa que si las empresas tienen éxito es porque tienen esa virtud, en cambio Laura cuando las empresas tienen éxito, solo ve víctimas. Mientras que Laura y Sam discuten como pueden mejorar al mundo, la responsabilidad empresarial, los incentivos, la caridad privada, el salario de los profesores, etc., ocurre una historia paralela en la que Erika Baldwim trata de reunir todas las pruebas posibles para poder encarcelar a Charles Krauss, gerente de una empresa farmacéutica, por falta de responsabilidad empresarial, sin embargo Sam no está de acuerdo con esa historia ya que piensa que reúnen todo lo malo que la gente piensa de los empresarios en una sola persona, y los empresarios no pueden ser malos para él, todos los empresarios tienen un corazón invisible.

Laura piensa que está mal pagada, pero Sam le hace ver que si están pagando eso es porque hay demasiada oferta, y que estar mal pagada depende de la percepción-puesto que si ganar más quiere decir que tenemos un buen sueldo, por consiguiente todos los trabajadores están siendo mal pagados porque ganar más lo podemos relacionar con el infinito, y en dinero el infinito no existe- ya que él no siente que está mal renumerado.

A Sam le gusta ayudar a la gente pobre de manera que ellos puedan ser autosuficientes, para él la mejor forma de ayudar a los pobres es sin la intervención del estado y de manera privada. Laura piensa que la única manera de destinar dinero a los pobres es por medio de los impuestos, y eso es muy egoísta. Sam considera que lo único bueno de la recaudación es que se consigue más dinero, pero a la vez se convierte en un monopolio. Los dos están de acuerdo en que mejor manera para erradicar la pobreza es la educación de los niños pobres.

Maimónides, decía que según la ley hebrea '''el grado más alto de caridad es cuando el donante hace un regalo o un préstamo o da alguna forma de ayuda, que permite que el receptor se vuelva autosuficiente. De él se extraen tres cosas: el objetivo debe ser la independencia, no hay que olvidar la dignidad del receptor, y también hay que tener en cuenta el alma del donante'''

Es verdad que todavía hay mucha gente en contra del capitalismo que quiere imponer leyes para que haya más igualdad, y que “los ricos no se hagan más ricos y los pobres más pobres”, pero eso no es cierto ya que solo se rigen por el presente. Si nos ponemos a comparar

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