El Costeño, No sólo Es Un Bacan
Enviado por moisesmorante • 4 de Noviembre de 2013 • 695 Palabras (3 Páginas) • 295 Visitas
El costeño, no sólo es un bacan
La rica y diversa expresión vernácula caribeña, dista mucho de lo soso y pusilánime de otras regiones colombianas que hace a los primeros proactivos en muchas facetas de las artes comunicativas y otras cualidades que cohesionan y perpetuán el sabor costeño, como: la extroversión, buen humor, dimensión histriónica que mitiga las calamidades que históricamente han debido sortear y en últimas singulariza la etopeya colectiva a la cual nos referiremos.
El abordaje de este tema obliga a explicar en primera instancia, porqué el costeño es diferente al resto del prototipo del hombre colombiano, y para ello debemos remontarnos a las abigarradas oleadas migratorias, que fueron maquillando al indígena con sutiles componentes culturales que se fueron insertando a su genoma, nos referimos a la pléyade de habitantes de la península ibérica que no era homogénea, sino que provenía de a su vez oleadas migratorias de etruscos, romanos y mozárabes; que tachonaban su expresión haciéndola “sui generis” y que al asentarse en estos territorios con el amancebamiento de las indias fueron cambiando paulatinamente el esquema, a ello se le suma un par de siglos después la expresión del negro africano que tampoco provenía de un sitio especifico, así que el taciturno hombre prehispánico se enriquece con la pléyade de estas exógenas culturas; pero aún más, a esta trietnia tenemos que sumarle a las grandes oleadas de judíos sefardíes y sirio libaneses que llegaron a finales del siglo decimonónico.
Coincidencias, todos venían del insondable paisaje que se erige allende de la mar oceana con muchisisimos siglos de existencia; agreguemos ahora el calor del trópico y el basto paisaje del mar embravecido que también dispensa la comida cotidiana, de la montaña que toca el cielo en la Sierra Nevada de Santamarta y una vertiente más agradable como lo son los Montes de María, surcadas por el rio grande de la Magdalena, por el Sinú y el Cauca, por el Guatapurí y la depresión momposina; todo es agua, todo es mar, todo es selva virgen, todo su cielo es prístino y bajo de él una fauna y una flora que invita a cantarle, a escribirle a recrear los sueños del poeta y el cantor, del músico y el escritor, del pintor y del danzante, del pensador y del deportista, en suma de todas las facetas que el gran Creador ha prodigado al sensible hombre de la costa caribe colombiana.
Entonces no es por arte de magia que Hakim haya inventado su válvula, que un Caro de San Jacinto esté en la Nasa, que un premio nobel haya nacido en algún lugar perdido de este suelo prolífico, que un Lucho Bermudez y su colega Pacho Galan, hayan puesto a bailar a toda Colombia y a medio mundo con sus porros, gaitas y merecumbes; que una cantante nos quite el aliento al verle menear sus caderas, que Grau halla colgado sus mojarras en todos los edificios importantes de esta tierna y sensible Colombia,
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