El Derecho De Autor Y El músico Independiente

El Derecho de Autor y el Músico Independiente

Creo que uno de los problemas de ejercer ciertas actividades económicas de forma independiente en Colombia, y probablemente en otras partes, es la falta de valoración del trabajo, es común la queja de los empresarios, pequeños y medianos principalmente, sobre lo que cobran (y como cobran) los freelance, y tienen razón. Mientras que una empresa pequeña o mediana dedicada al sector del diseño, o del desarrollo web, tiene un sin numero de obligaciones: cargas fiscales, equipos, gastos fijos, empleados, seguridad social y aún así esperar recibir alguna utilidad y poder vivir de eso, un algunos freelance cobran una fracción de lo que cobraría un empresa, normalmente porque piensa que su trabajo cuesta menos porque no tiene esos gastos, o por lo menos, no tantos, porque considera que por tener menos experiencia deba cobrar menos, porque sirve para “darse a conocer” , y esto quizá también es cierto.

Digo que quizá sea cierto porque lo que el freelance no ve en perspectiva es la dinámica del mercado, cobrar menos por un trabajo hace que los potenciales clientes estén dispuestos a buscar el menor precio, porque siempre hay alguien dispuesto a cobrar menos, inclusive dentro de los trabajadores independientes, y los colombianos (no todos, y quizá en otras partes ocurra lo mismo) tienden a evitar el análisis costo-beneficio con tal de ahorrarse unos pesos. Es cierto que cobrar menos funciona como estrategia de mercadeo, finalmente no solo los trabajadores hacen éste tipo de ofertas, también las empresas rebajan los costos de sus productos o servicios, con el fin de atrapar más clientes, pero lo que las empresas tienen claro la mayoría de las veces, es la vocación pasajero de éstas ofertas, cosa que no ocurre con los trabajadores independientes.

En éste momento el lector debe estar pensando en la relación que existe entre la posición del freelance y el interprete, compositor o productor independiente en la industria musical en Colombia. Pues tiene que ver con el hecho de que están en la misma posición, están en la parte mas baja de la pirámide de la industria. Es lógico que estar en ésta posición no es cómodo, es obvio que hay que trabajar más, y más duro, y que quizá en algún momento haya que “agacharse a recoger el jabón”, pero lo que está ocurriendo, y no se debe entender que estoy generalizando, porque hay gente que ha logrado importantes triunfos (que ha movido correctamente e inteligentemente las fichas), es que la mayoría se quedan eternamente en la base de pirámide, hasta que en algún momento se retiran, o sencillamente convierten su aspiración de lograr algo en un hobbie, o una actividad de menor importancia, claro está, hay algunos que hacen los movimientos correctos, que tienen todo muy claro y aun así fracasan, así puede ocurrir con la música y con otro cualquier negocio.

Creo que, en principio, se llega a la situación descrita porque los artistas (no todos) no tienen un plan claro sobre lo que van a hacer con su producto, y no tienen que claro ésto porque tampoco tienen claro cual es su producto, y no tienen claro cual es su producto porque es intangible, y a muchos les cuesta entender de que se trata un bien intangible porque, culturalmente, nos cuesta entender que las cosas inmateriales, las que no se pueden tocar, también tienen un valor económico. Entonces para empezar definamos, un bien es cualquier cosa que pueda ser objeto de apropiación, o que es, o puede ser propiedad de alguien, y una cosa intangible es, como dice el doctor Velásquez Jaramillo, una cosa que no tiene un ser corpóreo y no admite una percepción por los sentidos, así que en síntesis un bien intangible es: aquella cosa que puede ser objeto de apropiación, o que puede ser, o es propiedad de alguien y que no puede ser percibida por los sentidos, podrá pensar el lector que una obra musical es posible de ser percibida por los sentidos, se puede escuchar, o que la interpretación puede verse, y no puede estar más en lo correcto, pero ocurre que confunde la cosa que es susceptible de apropiación, que para el caso se trata de el derecho que posee una persona, que denominaremos titular de derechos, con la interpretación, o reproducción, o comunicación de la obra sobre la que versan esos derechos. Es el derecho es el que puede ser vendido, alquilado, regalado, heredado y en fin puede ser objeto de cualquier transacción siempre y cuando no esté prohibida.

¿Cuando el artista hace ejercicio de sus derechos?: Los derechos que posee el artista sobre su obra se manifiestan al interpretar, al comunicar públicamente, al reproducir su obra, esos derechos de carácter patrimonial, y éstos tienen un valor, es acá cuando surge el problema. Un artista puede ponerle el precio que quiera sus derechos, ocurre que en la “escena independiente” se suele poner como precio -cero pesos-, porque al igual que el freelance, el artista independiente quiere que su obra se conozca, con la diferencia que no cobra poco, sino nada, porque se suele pensar que éste mercado es mas difícil y mas competido, lo cual, en términos reales no es cierto, todo el mundo consume música, es prácticamente imposible pasar un día sin escuchar música si una persona sale de su casa, y eso solo sobre el supuesto que viva solo, o que nadie en su domicilio escuche música, y aun así es absurdamente difícil, porque la música está presente en todos los medios de comunicación y prácticamente en todas la actividades sociales modernas, el asunto es que, como con los freelance, siempre hay alguien dispuesto a ofrecer su producto por menos, entonces ¿que pasa?, En un mundo ideal cada artista debería valorar su producto en los mismos términos que lo hace un empresario, analizar los costos de producción (que para el particular caso de la música no son pocos), incluyendo equipos, tiempo, desgaste, revisando cual sería un precio competitivo para su mercado y estableciendo un margen de utilidad teniendo en cuenta siempre su punto de equilibrio, pero como siempre hay alguien dispuesto a darlo gratis para que lo conozcan (y acá vale el doble sentido) la estrategia debe ser diferente.

La música como negocio involucra muchos elementos, no se hará acá un análisis de todos los aspectos que involucran el negocio, en gran medida porque es casi imposible determinar todas la relaciones de derecho que pueden existir, solo mencionarán aquellos que tienen que ver con la Propiedad Intelectual. En Colombia la ley pone a disposición varias herramientas para hacer efectivos los derechos de los artistas, el Derecho de Autor es la herramienta por excelencia para hacer valer los derechos de los artistas sobre sus obras, sin embargo, el derecho de autor es una rama de la propiedad intelectual, entendida ésta como la especialidad del derecho que se ocupa de las producciones del intelecto

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