El Escondite
Enviado por ANAUITZI • 6 de Marzo de 2014 • 404 Palabras (2 Páginas) • 270 Visitas
EL JUEGO DEL ESCONDITE
Cuando éramos pequeños, todos los niños del pueblo jugábamos al escondite. Corríamos a escondernos antes de que el “para” terminara de contar.
Creo que al juego del escondite hemos jugado todas las generaciones de niños del pueblo. Participábamos un montón de niños y eso solía ser lo mejor, la diversidad de gente.
Para jugar al escondite se necesita un “para”, un niño que cuenta hasta cien y busca a otros niños que están escondidos. Para elegir a esta persona, todos corríamos hacia la pared donde el para contaba y teníamos que tocar la pared, el ultimo niño que tocaba la pared era el para y tiene que buscar al resto de los niños.
El para se colocaba contra la pared y con los ojos tapados, contaba hasta cien. Cuando el para terminaba de contar tenía que gritar y avisar a los compañeros que terminó de contar. El lugar donde se queda el “para” se llama casa (la pared o un árbol…).
Mientras el “para” cuenta hasta cien, los demás niños corren por separado a esconderse lo mejor que puedan para que el “para” no les encuentre.
Cuando el “para” termine de contar tiene que salir corriendo a buscar a los otros niños. Cuando vea a alguno, saldrá corriendo hacia la casa y al llegar dirá: -Por Maialen (dirá el nombre del niño que ha visto)-
Pero si el niño descubierto es más rápido que “ el para” y llega antes a casa, este dirá: - Por mí, y se quedará salvado. Así se hace con todos los compañeros, pero cuando queda uno, el último, este tiene la posibilidad de salvar a todos sus compañeros. Si llega a casa sin que le vea “el para” o antes que éste, el niño debe gritar: -por mí y por todos mis compañeros” y así quedarán todos los compañeros libres. En caso que “el para” encuentre al último niño y lo denuncie, el primero que ha sido pillado por “el para” se convertirá en el nuevo “para” y el juego comienza de nuevo.
Nosotros jugábamos en muchas ocasiones al escondite. Normalmente jugábamos cuando empezaba a oscurecer, así era mas difícil para el para y lo disfrutábamos mas. Además, para ponérselo más difícil al “para” solíamos cambiarnos los jerséis para que el “para” se confundiera.
La duración del juego depende de la rapidez que tardaba el para en buscar a todos los niños, pero nosotros jugábamos un montón de tiempo.
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