El Estado Venezolano
Enviado por rilsonramon • 7 de Noviembre de 2012 • 5.455 Palabras (22 Páginas) • 250 Visitas
Introducción
Vivimos efectivamente, una era donde las ideologías parecieron
Extinguirse. “El fin de las ideologías”, la han llamado no pocos estudiosos de la
Época.
El fenómeno adquiere mayores proporciones en América Latina y
Particularmente en Venezuela, donde la gran mayoría de los partidos políticos
Surgidos paralelamente al proceso de industrialización, derivaron en
Organizaciones de corte populista, totalmente vacías de contenido ideológico.
Por otra parte, se ha hecho persistente la tendencia de nuestros
Pensadores contemporáneos a buscar modelos en otras latitudes para importarlos y
Tratar de implantarlos en nuestras sociedades.
Mientras tanto nuestros pueblos se han ido alejando de nuestras raíces
Históricas, allí donde seguramente se encuentran las claves para descifrar el terrible
enigma que nos mantiene en un ir y venir por el abismo de la historia, ya a las
Puertas del siglo XXI.
Las ideologías son ayudas de navegación para surcar los tiempos y los
Espacios, dándole rumbos precisos a las sociedades y a las naciones.
Y es precisamente en este marco desideologizado y con el propósito de
Hallar recursos válidos para que nuestro pueblo avance por el mapa intrincado y
Complejo del futuro, que nos hemos atrevido a invocar un modelo ideológico
Autóctono, y enraizado en lo más profundo de nuestro origen y en el subconsciente
Histórico del ser nacional.
En la médula del pensamiento de Don Simón Rodríguez se encuentra la
Simiente de un proyecto de sociedad original, basado en la Educación popular y la
creatividad. Simón Rodríguez concibe la idea concreta de la República y talla las
Formas del Estado Nacional y las líneas geohistóricas de su proyección en el tiempo.
1*Pensamiento del nuevo estado socialista
Este proyecto ha renacido de entre los escombros y se levanta ahora, a
fines del Siglo XX, apoyado en un modelo teórico político que condensa los
elementos conceptuales determinantes del pensamiento de aquellos tres preclaros
venezolanos, el cual se conocerá en lo adelante como SISTEMA EBR, el Árbol de las
tres Raíces: la E de Ezequiel Zamora, la B de Bolívar y la R de Robinson. Tal
proyecto, siempre derrotado hasta ahora, tiene un encuentro pendiente con la
victoria.
Pensamiento bolivariano
“Así está Bolívar en el cielo de América, sentado aún en la roca de crear,
con el inca al lado y el haz de banderas a los pies. Así está él calzadas aún las botas
de campaña, porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy; porque
Bolívar tiene que hacer en América todavía.” José Martí
El modelo Robinsoniano trasciende, sin embargo, el personaje, El
Maestro, para generar y servir de base a otro de mayores dimensiones, no en lo
filosófico, sino en su proyección histórica y geográfica: EL MODELO
BOLIVARIANO. Este se impulsa sobre aquel y se siembra en un extenso
territorio, con la misma semilla dicotómica de inventar una nueva sociedad en la
América Española; o errar tratando de copiar viejos modelos impertinentes a
nuestro escenario.
Los elementos conceptuales que forman el modelo bolivariano son más
complicados, pero no por ello es imposible identificar una estructura
perfectamente homóloga con el modelo Robinsoniano. Ambos son productos de
una época y resultan de un proceso de observación y praxis sobre una misma
situación fenoménica.
Simón Bolívar, el Líder, inscribe su doctrina en la dicotomía Robinsoniana
de manera reiterativa, desde sus primeros discursos en 1811, cuando señala: “Que
los grandes proyectos deben prepararse con calma. ¿Trescientos años de calma no
bastan? Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad americana. Vacilar es perdernos.” En su discurso ante el congreso de angostura, el 15 de
febrero de 1819: “Tengamos presentes que nuestro pueblo no es el europeo, ni el
americano del norte, que más bien es un compuesto de África y de América que una
nación de la Europa”.
Más adelante continúa definiendo el elemento central de estructura
conceptual del modelo: “...Nuestras leyes funestas reliquias de todos los
despotismos antiguos y modernos, que este edificio monstruoso se derribe, caiga y
apartando hasta sus ruinas, elevemos el templo a la justicia, y bajo los auspicios de
su santa inspiración, dictemos un código de leyes venezolanas.”
Esta es la segunda raíz, por cuyo ápice libertario se alimenta de los siglos
EL SISTEMA EBR: La B de la vertiente Bolivariana
Bolívar procuraba "Comunidad, no asociación, basada en la unidad de los que tienen algo o mucho en común. La unidad para el logro o mantenimiento de la libertad y otros valores humanos no menos altos y nobles; no la asociación obligada para simplemente sobrevivir o imponerse" y "soñó, que se podria llegar a ser, simple y puramente, humana… La meta, como todas las auténticas metas de los sueños de comunidad iberos, es la "libertad" y la "gloria", no la "extensión" ni el "enriquecimiento".
Un ideal de comunidad soñado para todo el mundo que podría ser iniciado en América".La idea democrática tenía de socialista un compromiso de interlocución e interacción entre los pueblos, constituidos en Estados e independizados del poder español que procuraban una nueva legalidad nacionalista e internacionalista simultáneamente, que hacían de la gente su razón de ser y servir y serían contrapeso a quienes se integraban, no para ser más fuertes y mejores, juntos, sino para ejercer la fuerza, intimidar y desintegrar.
En Venezuela, nuestro respeto y reconocimiento a la iniciativa privada con responsabilidad social, nos lleva a estimular el surgimiento de una nueva clase empresarial. A lo largo del proceso de descomposición de nuestra democracia representativa llegamos a identificar a quienes me he empeñado en bautizar como "los últimos socialistas del Siglo XX", a los empresarios venezolanos de antes. Vivieron felices con el apoyo del Estado y resistieron heroicamente para evitar que éste los librase a su propia suerte.
Nunca
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