El Gran Salto Adelante

“EL GRAN SALTO ADELANTE”

Nunca antes alguien tuvo una oportunidad tan grande de hacer las cosas bien; seiscientos millones de personas cohesionadas en torno a la figura de un líder, la promesa de una economía próspera y pujante “en un país socialista con una industria, una agricultura, una ciencia y unas culturas modernas”1 y el conocimiento de los errores cometidos en el pasado. Así es como el Gran Salto Adelante de Mao Tse-Tung se trasforma en un salto al precipicio de la economía centralizada de la República Popular China además de la tumba de millones, arrastrados por este experimento socialista.

Atrás quedaban la expectación por la Larga Marcha de 1934 y los vaivenes de la Revolución tras la huida de Chian Kai-Shek en 1949. Mao era el líder indiscutible de la nación asiática y su voluntad era aceptada por el pueblo por intermedio del Partido Comunista apoyado en un poderoso aparato represivo. Luego de la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial Stalin centró su interés en el novel gobierno chino volcando su asistencia a manera de asesoría técnica, recursos financieros y formación de cuadros del Ejército Popular de Liberación a fin de garantizar su subsistencia a futuro, sin embargo, a los representantes de la “Dictadura Democrática” comenzaba a preocuparles la creciente dependencia de su vecino soviético. Los resultados del Primer Plan Quinquenal 1952-1957 eran evidentes, el país marchaba por la senda del crecimiento por primera vez desde el siglo XIX y la industrialización del país, aunque de manera lenta era sostenida; Mao en su discurso del 27 de febrero de 1957 “sobre el tratamiento correcto de las contradicciones del pueblo” esbozaba su dicotomía de LABORIOSIDAD Y ECONOMÍA que sería la base de su política de colectivización del campo y la industria sustentada en la desconfianza en la viabilidad  del modelo de desarrollo soviético por la manera que presionaba al sector rural.

Los peores temores del régimen se veían confirmados (o al menos eso pensaban) con los levantamientos de Berlín, Praga y la “rebelión contrarevolucionaria de Hungría…” 2 la posición de los cuadros más conservadores del Soviet (Malenkov, Bulganin y el Premier Kruschev) manifiesta en la Política de Coexistencia (1958 – 1962). China estaba sola en su lucha antiimperialista. “Durante los últimos años, las fuerzas espontáneas del capitalismo han aumentado diariamente en el campo; en todas partes, han surgido nuevos campesinos ricos y muchos campesinos medio acomodados procuran hacerse campesinos ricos. Por otro lado, multitud de campesinos pobres siguen en la miseria por la escasez de medios de producción (…)” 3 Pero el Gran Timonel tenía la solución, se pone en marcha el Gran Salto Adelante un conjunto de políticas públicas destinadas al autoabastecimiento enmarcado en tres grandes líneas fundacionales: la colectivización soviética de los años 30, el estajanovismo o aumento de la productividad por iniciativa popular (de los trabajadores) y las comunas como unidades autárquicas. Todo esto bajo la estricta vigilancia y planificación total de las autoridades centrales del Partido Comunista. “Por planificación total entendemos una planificación que tenga en cuenta a nuestros seiscientos millones de habitantes (…) Además de la dirección del Partido.” 4

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