El Inevitable Riesgo De Vivir
Enviado por lourdesyi • 13 de Agosto de 2014 • 626 Palabras (3 Páginas) • 231 Visitas
El inevitable riesgo de vivir
Por Sergio Sinay
La inquietud acerca de si es posible vivir toda la vida con la
inseguridad a cuestas está respondida por la historia de la humanidad.
Desde que los seres humanos existimos nada nos ha sido garantizado.
Vivir fue siempre una inversión de riesgo. A nuestros primeros
antepasados los devoraban bestias primitivas, los calcinaban los
rayos, no resistían a la menor bacteria. Con el correr de los tiempos
se lograron paliar ciertos peligros, pero sólo para que los
remplazaran otros.
Las pestes diezmaban continentes en el medioevo;
nuevas enfermedades sustituyeron siglo a siglo a las que se lograba
dominar; los ladrones ejercen su oficio desde que empezó la historia;
la aparición del automóvil sembró las calles de riesgos desconocidos;
las armas se perfeccionaron y divulgaron de tal modo que cualquiera
las porta y casi cualquiera mata, además de las masacres masivas
debidas a esa industria. La inseguridad es parte de la vida, viene con
ella. ¿Cómo saber si este no será nuestro último día?
Nadie nos puede
vender un seguro contra eso, a pesar de que ya existan pólizas para
casi todo. Y aun así, nada está asegurado. La vida es una aventura de
final incierto que se reanuda con cada amanecer.
La incertidumbre, ingrediente natural de la vida, es también un factor
funcional a la misma. Ayuda a crecer, a desarrollar recursos, a
forjarse en el imprevisto. Cuando imaginamos que todo lo bueno nos
espera en el futuro, empezamos a no soportar nada que ponga a éste en
duda. Y si pretendemos vivir como inmortales, nos frustra cada hecho
con el que la vida nos recuerda nuestra condición mortal. Muchos de
esos hechos, aunque pataleemos, son parte de la vida.
Pueden resultar
dolorosos, pero no son ni buenos ni malos ni injustos. Simplemente
son. No cabe ante ellos la calificación moral. Otros factores de
inseguridad, en cambio, caen bajo el prisma moral. Si quienes tienen
el deber inexcusable de garantizar seguridad en las calles, en el
transporte, en los estadios, en las rutas, en el aire, en el agua, en
los alimentos, en la salud, en la circulación cotidiana no lo hacen, y
si esa inoperancia es producto de corrupción, desidia, negligencia,
manipulación política, avaricia o cálculos egoístas, entramos en el
terreno de la inmoralidad y la perversión. Con la inseguridad natural
de la vida se convive, se crece, se madura se explora la propia
existencia.
Frente a la inseguridad provocada (por acción o por
inacción), y ante la evitable y no evitada, no hay excusa y tampoco
perdón.
En La sabiduría de la inseguridad,
...