El Juego de la pelota precolombina o mesoamericana

Martínez Arroyo Mariana Itzel, Ruiz Esquivel Ilse, Zúñiga Ávila Kelsei Caroline, Jiménez Paredes Laura.

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El  Juego de la pelota precolombina o mesoamericana

El juego de la pelota Precolombina o Mesoamericana se jugaba con una pelota de caucho que pesaba alrededor de 4 Kg., esta se debía meter en un aro hecho de piedra, si lo lograban se acababa definitivamente el juego, y aquel que lograra introducirla en el, tenía que ser sacrificado como regalo; para ellos ser “sacrificados” era muy valioso ya que creían que iban a ser protegido y apoyado por sus dioses.

Ellos golpeaban la pelota con las caderas, codos y rodillas del lado derecho del cuerpo. La bola en movimiento representaba las trayectorias de los astros sagrados: Sol, Luna y Venus si se caía, era una mala señal porque para muchos historiadores la pelota representaba el símbolo del sol.

Las canchas descubiertas varean su tamaño pero todas tienen paredes inclinadas para que cuando rebotara dicha pelota, los muros la regresaran, jugaban tanto en la vida cotidiana como en celebraciones religiosas. Actualmente no se conocen cuáles eran sus reglas de dicho juego, pero se han descubierto canchas en toda Mesoamérica hasta el sur de Nicaragua y posiblemente tan al norte como el actual Arizona en los Estados Unidos.

En la actualidad no se sabe cuándo ni dónde se origino el juego de la pelota mesoamericano, algunos creen que es probable que se haya originado en 1400 a. C. y en las zonas tropicales de Mesoamérica, las tierras bajas costeras a lo largo del Océano Pacífico en la región de Soconusco y el Istmo de Tehuantepec, a lo largo de la costa del Golfo de México en la tierra de los olmecas pude ser posible que sea unos de los lugares de origen de este juego de pelota.

En el interior de la cuenca del río Coatzacoalcos en esas aguas dulces, arqueólogos encontraron una docena de esas pelotas, con un diámetro alrededor de 10 a 22 cm; dichas bolas fueron halladas junto a ofrendas.

Utilizaban como unos cinturones hechos de mimbre (fibra vegetal) o en ocasiones de madera cubierta de tejido para poder golpear la bola, sin ser heridos, aunque ninguno de estos cinturones han sobrevivido, también algunos hombres utilizaban pecheras.

También fueron recuperadas una docena de pelotas en ofrendas ya que las descubrieron en un pantano o manantial sacrificial, estas estaban hechas de una mezcla de caucho y resina de guamol, su diámetro era entre 25 y 30 cm. y pesaba alrededor de 1,4 a 2,7 Kg., pero se cree que la antigua versión era más pesada y un poco más grande que la de voleibol.

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