El Mundo De Ben Lightat

Ben creía que la vida en el hospital tenía un ritmo propio y cabía advertir el comienzo de un nuevo día y una nueva vida para él. El solo escuchaba el sonido de las cortinas descorridas, pero eso no le importaba a Ben, ya que para él siempre estaban descorridas las cortinas, además escuchaba el sonido de los tenedores, cuchillos, tazas y platos que prevenían de la cocina, lo que significaba que ya venía el desayuno y también sabia la hora de visita ya que escuchaba el crujido de los ramos de flores. La enfermera que lo atendía era maravillosa, su nombre era Win, ¨La enfermera Win¨, no sabría qué haría sin ella, pero lo peor del hospital era cuando la enfermera Win tomaba su día libre, así que otra enfermera la reemplazaba, esa era la enfermera Annie, su voz le causaba horror, ya que parecía pato, solo escuchaba Cuá, cuá, cuá, cuá . . ., eso sí que le resultaba irritante, ya que no le parecía sincera. Esos días Ben se sentía irritado y desesperado debido a su discapacidad. Un día de esos, Win le aviso que lo cambiarían a una sala, el se sentía nervioso porque escuchaba voces o si alguien lo estaba observando, el solo escuchaba risas, hasta que a su lado escucho que le hablo un tipo llamado Jerry, el era un marino a quien le cayó una cadena de un ancla encima, pero él fue el primero en hablarle, se escuchaba con una voz ruda pero amable, así es como lo veía él, no con los ojos, pero si en su mente, él le presento a todo los que estaban con él, le presento a el Abuelo Abe, a el panadero y a un tipo al que su esposa le compro una pijama naranja muy brillante como el oro, creo que era rico, pero bueno, Ben se sentía mejor con ellos, ya sentía que su discapacidad no le iba a impedir a ver al mundo sin sus ojos, así que tendría que usar sus oídos, nariz, boca y manos como sus ojos para ver el mundo como él se lo imagina.

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