El Ojo Humano
Enviado por hipolito.olmedo • 13 de Septiembre de 2013 • Ensayo • 3.210 Palabras (13 Páginas) • 487 Visitas
EL OJO HUMANO.
Es el órgano que recoge las impresiones luminosas y forma as imágenes visuales, funciona de manera análoga a una cámara fotográfica, con el iris que representa el diafragma; el cristalino, el objetivo y la retina, la placa fotográfica. Las imágenes atraviesan el iris y a través del cristalino se proyectan sobre la retina. Ajenos al cristalino están los músculos filiares; que modifican su curvatura acomodándolo para la visión próxima o lejana, de manera que la imagen se forma exactamente en la retina. Los defectos de la curvatura del cristalino dan lugar a la presbicia, cuando la imagen se forma detrás de la retina, que se corrige con una lente convergente; la miopía, cuando la imagen se forma delante de la retina, que se corrige con una lente divergente, y el astigmatismo que se corrige por medio de lentes cilíndricas. La regulación de la luminosidad se realiza con el iris, músculo circular que se contrae por un acto reflejo si hay mucha luz, o se dilata si hay poca. Las células sensibles de la luz se distribuyen en la retina, y son de dos tipos: los conos, encargados de percibir los colores, y los bastones, sensibles al blanco, negro y gris. En ambos casos la excitación luminosa provoca una descomposición de sustancias fotosensibles que componen la púrpura retiniana, actuando sobre los conos y bastones, los cuales transmiten la sensación a través de las diferentes capas de la retina, y del nervio óptico, hasta el cerebro. La mayor concentración de conos se da en la mácula lútea o mancha amarilla, situada detrás de la pupila, donde es forman las imágenes más claras.
ENFERMEDADES DEL OJO
Perturbaciones de la refacción ocular.
Miopía
En este vicio de refacción, los rayos luminosos procedentes del infinito se enfocan por delante de la retina, lo que condiciona una disminución de la visión lejana tanto más acusada cuan mayor sea le defecto. Se ve bien de cerca, por lo que hay que acercar algo para verlo mejor.
Puede producirse porque el mismo ojo haga convergir anormalmente los rayos luminosos que provienen de objetos situados a lejanía, pero también puede deberse simplemente un defecto de conformación del ojo, que tiene un eje longitudinal demasiado largo. Esto es siempre hereditario.
Por lo general el problema se soluciona con cristales cóncavos que hacen convergir a la retina la imagen que sin ellos se tomaría por delante de ella. La “gimnasia” o ejercicio visual no sirve de nada. Ultimamente se ha diseñado un tratamiento quirúrgico de la miopía con gran éxito (solo en casos seleccionados).
Hipermetropía
Desde el punto de vista óptico, este defecto es el opuesto a la miopía, pues los rayos luminosos que provienen del infinito se enfocan detrás de la retina. Esto significa que se puede ver bien de lejos, pero no de cerca.
Como durante el crecimiento corporal también hay aumento del tamaño del globo ocular, puede, en muchos casos, disminuir el grado de hipermetropía, hasta que casi no se note. La “gimnasia” o ejercicio visual no sirve. Unicamente cabe la corrección por el empleo de lentes convexas. Las gafas deben llevarse permanentemente puesto que el uso desmesurado produce dolores de cabeza.
Astigmatismo
En la mayoría de los casos, se trata de un defecto congénito de la córnea, imposible de modificar con la edad. Si comparamos la superficie corneal con una parte del globo terráqueo resulta que en la córnea normal todos los posibles meridianos presentan una curvatura aproximadamente semejante. En le astigmatismo varía la curvatura de los diferentes meridianos.
Pueden darse toda clase de variaciones en esta desigualdad. Un diámetro puede ser normal y el otro miope o hipermétrope (astigmatismo simple), los dos miopes o hipermétropes (astigmatismo compuesto), o uno miope y el otro hipermétrope (astigmatismo mixto).
Los astígmatas ven mal de cerca y peor aún de lejos. Esto se corrige con el uso de anteojos cilíndricos cuyo poder de refracción, más o menos según el caso, se limita a un meridiano. Es imposible la evolución de la enfermedad en ningún sentido.
Alteraciones de la musculatura extrínseca del ojo
Estrabismo
Normalmente los ojos en mirada lejana tienen sus ejes anteposteriores paralelos. Cuando este paralelismo desaparece se trata de estrabismo. La desviación de un ojo con respecto al otro puede ser hacia dentro de la nariz (estrabismo convergente) o hacia fuera de la nariz (estrabismo divergente). En algunos casos puede haber estrabismo vertical, es decir, desviación de un ojo hacia arriba o hacia abajo con respecto al otro. También pueden presentarse combinaciones de estrabismos verticales y horizontales.
El estrabismo puede estar motivado por el funcionamiento deficiente de la musculatura ocular, pero se comprueba con frecuencia que esta alteración coexiste con una incapacidad del cerebro para funcionar las dos imágenes.
Parálisis ocular
Los músculos que mueven al ojo pueden sufrir alteraciones que los privan de su capacidad de contracción parcial (paresis) o total (parálisis). En cualquiera de los dos casos, se produce diplopia, o sea, que el paciente ve doble todos los objetos, por lo que debe taparse uno para poder ver bien (se deben tapar los ojos alternativamente, porque si se tapan uno solo, corren el riesgo de que el ojo tapado no funcione más por acostumbramiento). Las parálisis oculares reconocen como causa las enfermedades inflamatorias, tumorales, tóxicas y traumáticas. En general, la mayoría de las paresis son reversibles en largo plazo.
Enfermedades Del Aparato Lagrimal
Dacrioadenitis
Es la inflamación de la glándula lagrimal. En este proceso, existe una hinchazón acentuada y dolorosa, con enrojecimiento del párpado superior, muchas veces acompañado de inflamación. El tratamiento consiste en la administración de antibióticos, pero en ocasiones se forma un absceso que exige una amplia incisión quirúrgica para dar salida al pus acumulado en el saco de la glándula.
Dacriocistitis
Es la inflamación del saco lagrimal. Puede presentarse en diferentes formas, con relación al momento de aparición y su evolución clínica. Con arreglo a la edad hay dos tipos: la del recién nacido (que se debe a que las vías lagrimales no son permeables) y la del adulto (que se debe a que las vías lagrimales se han obstruidas). Los síntomas son: el lagrimeo continuo (epifora), acompañado por una secreción mucopurulenta. Cuando la inflamación crece, se produce una inflamación en la región afectada o en toda la cara,
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