El Problema Agricola En Mexico
Enviado por aliscuper • 19 de Octubre de 2012 • 1.086 Palabras (5 Páginas) • 476 Visitas
ALUMNO: ALAN CANTU MTZ
GPO: NCPA-O3A
PROBLEMÁTICA DEL SECTOR AGROPECUARIO Y POSIBLES SOLUCIONES
Uno de los grandes defectos entre los iberoamericanos es que no saben perder.
No solamente nuestros deportistas no aceptan la responsabilidad de la derrota, sino tampoco nuestros economistas y funcionarios públicos.
Siempre se encuentra un chivo expiatorio, un tercer culpable del fracaso, pero nunca se atribuye el fracaso a incapacidad, error en los cálculos, falta de previsión o ignorancia.
Un ejemplo lo tenemos en la agricultura Iberoamericana. A principios del siglo XX Iberoamérica era una región agrícola y muchos de nuestros países tenían excedentes. Hoy, casi todos los países iberoamericanos tienen que importar productos alimenticios de Estados Unidos y Canadá.
En lugar de analizar el por qué de los fracasos, con base en la realidad y auxiliados por datos estadísticos, se busca una justificación y culpar, lo mismo al mal tiempo que a las grandes potencias, de los reveses sufridos; pero casi nunca se acepta la responsabilidad del fracaso; sólo palabras vagas y sin fundamento de casi todos nuestros dirigentes. Y lo más lamentable es que aún después de haber fracasado en forma rotunda y palpable no se rectifica, sino que se trata de tapar el sol con un dedo y hacer creer que todo va bien.
Nos hacen falta planteamientos con base en la realidad y en las experiencias obtenidas. En política se pueden justificar los errores, pero la economía no perdona errores, y los más perjudicados no son los que planearon, sino los pobres campesinos en cuyo nombre y dizque para su bien se elaboran planes y mejoras.
Mientras no haya sinceridad y suficiente honestidad para rectificar y aceptar nuestros errores, nuestro progreso agrícola y todos los demás campos de la producción, se encontrará con barreras originadas más por nuestra necedad o deshonestidad intelectual, que por los fenómenos del clima o los imperialismos.
Los partidarios del sistema colectivista o ejidal, de una u otra forma tratan de acabar con el sistema de propiedad privada, por considerarlo una fuente de injusticia social. Por otro lado, con justa razón, los partidarios del sistema de propiedad privada y de mercado no consideran coherente y lógica la existencia de un sistema que, más que ser una fuente de riqueza para nuestro país, es una causa de gastos y desaprovechamiento de la productividad de la tierra.
Iberoamérica debe decidirse por la adopción del sistema de propiedad privada para la explotación de sus recursos agrícolas. Pues es la región que más eficacia necesita en su producción agrícola y no puedarse el lujo de adoptar sistemas que no le den el máximo rendimiento a sus recursos.
En México, los resultados de cada uno de los dos sistemas mencionados son evidentes; aunque se han querido ocultar por razones políticas y sectarias.
A finales de la década de los setenta, los créditos a ejidos y organizaciones ejidales superaban los 5 mil millones de pesos mexicanos, y gran parte de esos créditos (4 mil millones de pesos) fueron considerados oficialmente irrecuperables, lo cual significó una gran pérdida de recursos para la nación mexicana. Los recursos destinados a establecer el sistema ejidal en México han sido muchos mayores que los beneficios que haya aportado ese sistema al progreso agrícola. Aproximadamente (no son datos oficiales) entre un 70 y un 75% de las tierras cultivables (riego y temporal) están en manos de ejidatarios y sólo producen del 25 al 30% del producto agrícola nacional; mientras que las tierras cultivables en manos de pequeños propietarios,
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