El Respeto
Enviado por majokrrion • 14 de Julio de 2013 • Ensayo • 1.895 Palabras (8 Páginas) • 349 Visitas
RESPETO
El respeto es uno de los valores que más nombramos pero pocos son los que realmente lo efectúan, el respeto significa poder valorar a los demás, acatar su autoridad y considerar su dignidad. El respeto se acoge siempre a la verdad; no tolera bajo ninguna circunstancia la mentira, y repugna la calumnia y el engaño.
El respeto exige un trato amable y cortes; el respeto es la esencia de las relaciones humanas, de la vida en comunidad, del trabajo en equipo, de la vida conyugal, de cualquier relación interpersonal. El respeto es garantía de transparencia.
Este es el que crea un ambiente de seguridad y cordialidad; permite la aceptación de las limitaciones ajenas y el reconocimiento de las virtudes de los demás. Evita las ofensas y las ironías; no deja que la violencia se convierta en el medio para imponer criterios. El respeto conoce la autonomía de cada ser humano y acepta complacido el derecho a ser diferente.
El desafío es desarrollar el valor del respeto en el propio ser y darle una expresión práctica en la vida diaria. Aparecerán obstáculos para probar la solidez del respeto y, con frecuencia, se sentirán en los momentos de más vulnerabilidad. Es necesaria la confianza en uno mismo para tratar con las circunstancias con seguridad, de manera optimista, esperanzadora.
La causa de todas las debilidades se origina en la ausencia de auto respeto. La personase llena de diferentes deseos o expectativas, exigiendo consideración o respeto de los demás. La persona, al hacerse dependiente de fuerzas externas en lugar de sus poderes internos, mide el respeto mediante los factores físicos y materiales, tales como la casta, el color, la raza, la religión, el sexo, la nacionalidad, el estatus y la popularidad. Cuanto más se mide el respeto sobre la base de algo externo, mayor es el deseo de que los demás tengan un reconocimiento hacia mí. Cuanto mayor es ese deseo, más se es víctima del mismo y se pierde el respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Si las personas renunciaran al deseo de recibir consideración de los demás y se estabilizaran en el estado elevado de auto respeto, la consideración y el respeto los seguiría como una sombra.
Podríamos pensar que faltar al respeto es simplemente tener malos modales. Claro, hablar con la boca llena, presentarnos sucios a la escuela o el trabajo, o empujar a los otros para pasar son conductas irrespetuosas. Sin embargo, significan poco en comparación con las verdaderas faltas de respeto: tocar a alguien sin su consentimiento; burlarnos de una religión, de un trabajo o una forma de vida diferente a la nuestra, querer utilizar a los demás como medios para nuestros planes, abusar de quienes están en desventaja (los ancianos, las personas enfermas, los niños muy pequeños, los animales). Debes evitarlo siempre. A veces la mejor forma es seguir las reglas. Pero pensar siempre “debo hacer esto”, “no debo hacer lo otro” es solo el primer paso. El gran progreso en la búsqueda del respeto no está en la inteligencia, sino en el corazón: el amor a los demás sirve de guía e inspiración para cuidarlos y honrarlos por formar parte de la vida.
El valor del respeto se ejerce cuando mostramos aprecio y cuidado por el valor de algo o de alguien. Puede estar dirigido hacia los derechos y la dignidad de las demás personas, hacia los de nosotros mismos y también hacia el entorno natural, incluyendo las plantas y los animales que lo integran. Nos ayuda a conservar intacto aquello que más apreciamos en la vida; nos ensena a reconocer aquello que ms aprecian los demás. Puede vivirse en forma colectiva —entre un país y otro— o individual —entre dos personas—.
Una idea muy popular afirma que, al solicitar algo, importa tanto lo que pedimos, como la forma en que lo hacemos. Llamamos “cortesía” a la manera atenta en que se solicita un servicio o un objeto; es un elemento que transforma cada detalle de la vida. Mira la diferencia que hay entre “quítate de aquí” y “podrías dejarme pasar por favor?”. Cuál de las dos formas te gustaría mas que emplearan contigo? Lo que resulta claro es que para esperar un trato correcto, tú debes darlo a los demás.
Pero la cortesía es solo la superficie de una actitud más profunda… Respetar a los otros consiste en reconocer su importancia como personas que habitan el mundo y comparten la vida contigo, en saber que cada una de ellas es tu prójimo, tu semejante. La lista incluye a los miembros de tu familia, a tus maestros y amigos, a tus vecinos, pero también a cualquier persona que pasa por la calle, aunque no la conozcas. Todos ellos, sin importar los detalles (menos aun si son hombres o mujeres) son tus iguales.
Sigue las reglas que se siguen en tu grupo o tu comunidad, como guardar silencio en determinadas circunstancias o respetar las áreas y servicios creados para las personas discapacitadas.
No aceptes ninguna actitud ofensiva o humillante: nadie debe hablarte a gritos o con groserías. Más aún: nadie debe quitarte tus planes y las buenas ideas que guían tu vida (la vocación por una carrera o el interés por un deporte).
Las leyes están hechas para respetarse. Hazlo siempre y recomiéndalo a tu entorno.
Aprende a ser amable y afectuoso con tu entorno: no arrojes basura en la calle, ten consideración de los mayores, de las plantas, de las mascotas. Construye poco a poco el mundo donde quieres vivir.
Las dificultades hacen que muchas personas pasen por encima de las reglas —y hasta de las demás personas— para conseguir sus fines. Aunque los obtengan, esta forma ha de evitarse: están haciendo del mundo un lugar de violencia y sufrimiento.
Puede creerse que el respeto o la falta de respeto que se presentan en el hogar no tienen mayor impacto. Sin embargo, todo comienza allí: si respetamos en la casa, estamos generando respeto en el mundo. No aceptes ni un detalle de violencia en tu hogar.
A veces pensamos que las personas rudas y agresivas en su trato son fuertes. La verdad es todo lo contrario: actúan así porque
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