El Saber En Las Sociedades Informatizadas
Enviado por gabyelimarti • 2 de Abril de 2014 • 1.541 Palabras (7 Páginas) • 428 Visitas
El saber en las sociedades informatizadas
Nuestra hipótesis es que el saber cambia de estatuto al mis¬mo tiempo que las sociedades entran en la edad llamada postindustrial y las culturas en la edad llamada postmoderna 1. Este paso ha comenzado cuando menos desde fines de los años 50, que para Europa señalan el fin de su reconstrucción. Es más o menos rápido según los países, y en los países según los sectores de actividad: de ahí una discronía general que no permite fácil¬mente la visión de conjunto 2. Una parte de las descripciones no puede dejar de ser conjetural. Y se sabe que es imprudente otorgar un crédito excesivo a la futurología 3.
Más que de trazar un cuadro que no puede ser completo, se partirá de una característica que determina inmediatamente nuestro objeto. El saber científico es una clase de discurso. Pues se puede decir que desde hace cuarenta años las ciencias y las técnicas llamadas de punta se apoyan en el lenguaje: la fonolo¬gía y las teorías lingüísticas 4, los problemas de la comunicación y la cibernética 5, las álgebras modernas y la informática 6, los or¬denadores y sus lenguajes 7, los problemas de traducción de los lenguajes y la búsqueda de compatibilidades entre lenguajes máquinas 8, los problemas de la memorización y los bancos de datos 9, la telemática y la puesta a punto de terminales «inteli¬gentes» 10, la paradojología 11: he ahí testimonios evidentes, y la lista no es exhaustiva.
La incidencia de esas transformaciones tecnológicas sobre el saber parece que debe de ser considerable. El saber se encuentra o se encontrará afectado en dos principales funciones: la investigación y la transmisión de conocimientos. Para la primera, un ejemplo accesible al profano nos lo proporciona la genética, que debe su paradigma teórico a la cibernética. Hay otros cientos. Para la segunda, se sabe que al normalizar, miniaturizar y co¬mercializar los aparatos, se modifican ya hoy en día las operaciones de adquisición, clasificación, posibilidad de disposición y de explotación de los conocimientos 12. Es razonable pensar que la multiplicación de las máquinas de información afecta y afec¬tará a la circulación de los conocimientos tanto como lo ha he¬cho el desarrollo de los medios de circulación de hombres primero (transporte), de sonidos e imágenes después (media) 13.
En esta transformación general, la naturaleza del saber no queda intacta. No puede pasar por los nuevos canales, y conver¬tirse en operativa, a no ser que el conocimiento pueda ser tra¬ducido en cantidades de información 14. Se puede, pues, estable¬cer la previsión de que todo lo que en el saber constituido no es traducible de ese modo será dejado de lado, y que la orientación de las nuevas investigaciones se subordinará a la condición de traducibilidad de los eventuales resultados a un lenguaje de má¬quina. Los «productores» del saber, lo mismo que sus utilizadores, deben y deberán poseer los medios de traducir a esos lengua¬jes lo que buscan, los unos al inventar, los otros al aprender. Sin embargo, las investigaciones referidas a esas máquinas intérpretes ya están avanzadas 15. Con la hegemonía de la informática, se impone una cierta lógica, y, por tanto, un conjunto de prescrip¬ciones que se refieran a los enunciados aceptados como «de sa¬ber».
Se puede, por consiguiente, esperar una potente exteriorización del saber con respecto al «sabiente», en cualquier punto en que éste se encuentre en el proceso de conocimiento. El antiguo principio de que la adquisición del saber es indisociable de la formación (Bildung) del espíritu, e incluso de la persona, cae y caerá todavía más en desuso. Esa relación de los proveedores y de los usuarios del conocimiento con el saber tiende y tenderá cada vez más a revestir la forma que los productores y los consu¬midores de mercancías mantienen con estas últimas, es decir, la forma valor. El saber es y será producido para ser vendido, y es y será consumido para ser valorado en una nueva producción: en los dos casos, para ser cambiado. Deja de ser en sí mismo su propio fin, pierde su «valor de uso» 16.
Se sabe que el saber se ha convertido en los últimos decenios en la principal fuerza de producción 17, lo que ya ha modificado notablemente la composición de las poblaciones activas de los países más desarrollados 18, y que es lo que constituye el princi¬pal embudo para los países en vías de desarrollo. En la edad postindustrial y postmoderna, la ciencia conservará y, sin duda, reforzará más aún su importancia en la batería de las capacida¬des productivas de los Estados-naciones. Esta situación es una de las razones que lleva a pensar que la separación con respecto a los países en vías de desarrollo
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