El Sentido Del Movimiento De Países No Alineados Y El Papel De Colombia En Su Presidencia
Enviado por Karito_jimenez • 20 de Junio de 2013 • 1.514 Palabras (7 Páginas) • 437 Visitas
El Movimiento de Países No Alineados (NOAL) fue inicial-mente promovido por algunas naciones afroasiáticas que accedían a la escena mundial de manera independiente, tras sus propias luchas anticoloniales y de liberación nacional; y por Yugoslavia, que buscaba una forma de "neutralismo activo". América Latina y el Caribe estuvieron ausentes de los antecedentes del Movimiento y relativamente distantes de su fundación y comienzos. Su presencia posterior fue precaria, dispersa y de bajo perfil.
Colombia es, después de Cuba, el segundo país latinoamericano que asume la presidencia del Movimiento. El papel que desempeñe Colombia estará marcado por la necesaria readecuación del Movimiento a las nuevas circunstancias internacionales, por el compromiso y la participación nacional para desempeñarlo, y por la capacidad que demuestre el país para comprometer a América Latina y el Caribe en esa tarea.
La actual transición internacional, los procesos de globalización e interdependencia de los mercados, las nuevas realidades sociales, tecnológicas y económicas del mundo interrogan la vigencia de muchas de las organizaciones internacionales, creadas casi todas ellas en la segunda posguerra. En efecto, desaparecidos la bipolaridad y el alineamiento, aunque muchos de los asuntos geopolíticos anteriores mantienen su vigencia, se han visto desplazados por las cuestiones económicas y comerciales, que han pasado al primer plano de las preocupaciones mundiales. La competencia generalizada de todas las economías en los distintos mercados y la primacía que cobran en este contexto los intereses particulares por sobre los generales, debilitan los vínculos de solidaridad que unían a los antiguos actores sociales y políticos de naturaleza colectiva, tanto en el nivel nacional como en el internacional. Así, el impacto disolvente del mercado lo sufren los sindicatos, los partidos políticos y sus respectivas organizaciones internacionales. Otro tanto acontece con movimientos como el de los No Alineados.
Por eso, vale la pena que con motivo de la presidencia que empieza a ejercer Colombia, nos preguntemos: ¿qué sentido puede tener el Movimiento de Países No Alineados en el actual sistema internacional y bajo qué modalidades y perfiles podría recuperar su vigencia?
Sentido y perfil del Movimiento
Parecería obvio decir que el nuevo punto de convergencia de todos los miembros y la razón de ser del Movimiento podrían ser la lucha contra el sub-desarrollo y la pobreza, pero esta respuesta no es suficiente. Es necesario definir asimismo de qué forma podría operar la organización para lograr sus objetivos.
Los cambios internacionales han puesto en cuestión los antiguos parámetros políticos que le daban alguna eficacia al Movimiento. Ya no es posible, como sí lo era durante la Guerra Fría, confrontar al mundo industrializado. De hecho, los mecanismos de presión política, que dieron resultados parciales en las épocas de la bipolaridad, han perdido todo vigor. Al desaparecer la confrontación Este-Oeste, la retórica política y la amenaza de inclinarse hacia el campo enemigo han dejado de constituir un recurso de poder.
Tampoco es posible cambiar los mecanismos políticos de entonces por nuevas formas de presión económica, y transformar, por ejemplo, las materias primas en armas de combate, como en su tiempo se hizo con el petróleo. Los países industrializados han desarrollado en este sentido, o productos sustitutivos, o bien poderosos y sutiles mecanismos de halagos y sanciones económicas que disuelven las solidaridades entre los países productores.
De modo general, se puede decir que la confrontación del Sur pobre con el Norte enriquecido era posible en el pasado gracias al conflicto existente entre el Este y el Oeste del mismo Norte, de cuya rivalidad se aprovechaba el Sur. Y no se ve cuáles puedan ser hoy los nuevos mecanismos que permitan ejercer alguna presión sobre los países industrializados con el fin de obtener una mejor distribución de los recursos del planeta.
Más aún, si existieran todavía tales mecanismos, el recurso a las presiones y reivindicaciones podría traer consigo, como resultado, un mayor marginamiento de los países del Sur por parte del Norte. Por lo demás, el Norte y el Sur no son entes homogéneos y monolíticos. Ni siquiera constituyen la única línea de división del mundo contemporáneo. Para facilidad en este análisis, se habla de Norte y Sur en general, limitándose a esta división.
Ahora bien, si no existen hoy mecanismos que permitan ejercer presión eficaz sobre el Norte para una distribución más equitativa de las cargas y beneficios del desarrollo, ¿podrá una organización como los No Alineados impulsar formas de relación, ya no de confrontación sino de cooperación sobre asuntos que afectan a todas las naciones del planeta? ¿Podrán los países subdesarrollados encontrar formas de cooperación entre sí y con
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