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El Suelo Como Ecosistema


Enviado por   •  7 de Julio de 2011  •  1.659 Palabras (7 Páginas)  •  1.763 Visitas

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Introducción

El presente trabajo ha sido elaborado con la finalidad de desarrollar los aspectos más resaltantes del tema relacionado con el suelo como ecosistema los cuales abarcan la cubierta superficial de la mayoría de la superficie continental de la Tierra.

En la Tierra hay regiones muy diferentes: unas tienen árboles y otras no; en unas hay agua abundante y otras están casi secas; en unas zonas las temperaturas son elevadas y en otras hace mucho frío la mayor parte del año. Por tanto, podemos diferenciar muchos ecosistemas diferentes.

El suelo como Ecosistema

El suelo no es algo inerte, sino un ecosistema formado por factores abióticos y una comunidad de seres vivos rica y variada. Tiene una enorme importancia en la conservación de la biodiversidad, porque es la base de la actividad agrícola humana y de los ecosistemas naturales situados sobre él. Sin embargo, pocas veces se reconoce esta importancia, al menos en lo que se refiere a medidas prácticas para su conservación, y año tras año, se pierden toneladas de suelo fértil.

El suelo que tarda cientos de años en formarse, puede degradarse en sólo unos pocos debido a actividades humanas, como la deforestación, o una agricultura demasiado agresiva y contaminante. Un clima como el mediterráneo, con largos períodos de sequía seguidos de lluvias torrenciales, no ayuda a la regeneración del suelo y, por el contrario, favorece la desertización.

Proceso de la formación de los suelos

El suelo se forma en un largo proceso en el que interviene el clima, los seres vivos y la roca más superficial de la litosfera. Este proceso es un sucesión ecológica en la que va madurando el ecosistema suelo. La roca es meteorizada por los agentes metereológicos (frío/calor, lluvia, oxidaciones, hidrataciones, etc.) y así la roca se va fragmentando. Los fragmentos de roca se entremezclan con restos orgánicos: heces, organismos muertos o en descomposición, fragmentos de vegetales, pequeños organismos que viven en el suelo, etc. Con el paso del tiempo todos estos materiales se van estratificando y terminan por formar lo que llamamos SUELO.

Siempre se forman suelos muy parecidos en todo lugar en el que las características de la roca y el clima sean similares. El clima influye más en el resultado final que el tipo de roca y, conforme va avanzando el proceso de formación y el suelo se hace más evolucionado, menos influencia tiene el material original que formaba la roca y más el clima en el que el suelo se forma.

¿Son todos los suelos iguales?

No… Esto se produce porque las diferencias climáticas que hay en el mundo han formado distintos tipos de suelo, en los que varía la cantidad de cada uno de sus componentes.

Según la actividad productiva del hombre, los suelos se han clasificado en suelos arenosos, suelos limosos y suelos arcillosos, dependiendo de la mayor cantidad de arena, limo o arcilla que posean.

¿Por qué es tan importante el suelo?

Al ser el lugar donde se desarrolla la vida vegetal, es fuente de supervivencia para todas las especies, ya que las plantas son los únicos organismos productores de materia orgánica que sirve de alimento al resto de los de los seres vivos.

Organismos vivos en el suelo

En el suelo viven una gran cantidad de bacterias y hongos, tantos que su biomasa supera, normalmente, a todos los animales que viven sobre el suelo.

En la zona más superficial, iluminada, viven también algas, sobre todo diatomeas. También se encuentran pequeños animales como ácaros, colémbolos, cochinillas, larvas de insectos, lombrices, etc.

Las lombrices tienen un especial interés. Son, dentro de la fauna, las de mayor presencia de biomasa, y cumplen un importante papel estructural pues sus galerías facilitan el crecimiento de las raíces y sus heces retienen agua y contienen importantes nutrientes para las plantas.

Composición

En el suelo encontramos materiales procedentes de la roca madre fuertemente alterados, seres vivos y materiales descompuestos procedentes de ellos, además de aire y agua. Las múltiples transformaciones físicas y químicas que el suelo sufre en su proceso de formación llevan a unos mismos productos finales característicos en todo tipo de suelos: arcillas, hidróxidos, ácidos húmicos, etc.; sin que tenga gran influencia el material originario del que el suelo se ha formado.

a) Fracción mineral.

Fragmentos minerales del suelo

pedruscos > 256 mm

guijarros 64 a 256 mm

grava 4 a 64 mm

gravilla 2 a 4 mm

arena gruesa 1 a 2 mm

arena 0.2 a 2 mm

arena fina 0.02 a 0.2 mm

limo 0.002 a 0.02 mm

arcilla < 0.002 mm

Respecto a su naturaleza química, en principio parecería que no debe haber relación entre tamaño y composición química, pero en un suelo medianamente maduro, se ve que, como resultado de los procesos de formación que originan el suelo, la fracción de las arcillas está formada, principalmente, por silicatos con aluminio y hierro (caolinita, montmorillonita, etc.) y las arenas son, sobre todo, granos de cuarzo con algunas micas. El pequeño tamaño de los granos de arcilla hace que esta fracción del suelo tenga una gran superficie por unidad de masa (1 g de arcilla suma de 25 a 900 m2 de superficie). Esto tiene importantes consecuencias porque facilita fenómenos que necesitan una gran superficie para producirse, como absorciones, algunas reacciones químicas, retención de agua, etc. Otra propiedad

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