El aborto y mi opinion

El aborto

Jair Colín Trejo (310239686)

El hombre libre es responsable de cada uno de sus actos, es decir, responde a cada uno de ellos. Se ha condenado por años las modificaciones corporales o ciertas intervenciones que, si no modifican, si alteran procesos naturales, tales como los anticonceptivos, pero el tema que nos ocupa es el aborto.

Si bien, cada uno puede decidir sobre sí mismo, el aborto tiene la complicación de la que no es tan fácil delimitar dónde comienza el derecho de la madre y del embrión. Está penado y estigmatizado socialmente debido a la incomprensión sobre el tema y la moral oxidada de “las buenas conciencias”. Mientras que algunos pueden pensar que quitarle la vida a una “creatura” es equiparable al homicidio otros podrían considerar que es mejor desistir de ser madre si las condiciones no son adecuadas sobre su desarrollo, dígase económicas, familiares y la disposición sincera de la madre.

Me parece algo importante el hecho de que se tome en cuenta como uno de los servicios integrados al seguro social, pero debería haber ciertas restricciones. Me parece que el problema no subsiste en la estigmatización de éste, sino en un problema de educación. Cada hombre y mujer libre debe estar consciente de lo que implican sus actos a la larga. En caso de que se legalizara el aborto, con todas las de la ley, debería haber condiciones para llevarlo a cabo. No debería practicarse indiscriminadamente y debería tener de respaldo la ayuda psicológica.

Habría que ver, primeramente, la causa del embarazo. Después, la reincidencia del mismo en la persona que solicita el aborto, además los estudios socioeconómico y psicológico. Finalmente, habiendo comprobado que la persona no es apta para criar un niño, debería practicarse. En caso de que esto no se manejase con cuidado, probablemente los embarazos aumentarían de forma significativa debido a que no habría “consecuencias” serias en dicho caso.

La verdadera solución es empezar por una educación sexual profunda y sin rubores. Quitar esa niebla irracional que ha oscurecido el sexo durante tanto tiempo. Después podrá haber hombres y mujeres conscientes de sus prácticas amorosas y se reducirá al mínimo la necesidad de recurrir al aborto salvo en caso especiales como violaciones. Por consiguiente, los prejuicios se irán junto con la irresponsabilidad del hombre.

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