El alba era fría e incolora, el rocío de la hiervas no mostraba aspecto alguno

El alba era fría e incolora, el rocío de la hiervas no mostraba aspecto alguno y el aire susurraba el rugido de las montañas, una mañana cualquiera. Salí por la vereda directo al pueblo como era de costumbre, el camino era el mismo los conejos se cruzaban, las raíces perforaban el camino, el agua goteaba de las hojas y el sol iluminaba el amanecer del bosque. Estando en el pueblo procedía a realizar mis compras pero algo estaba fuera de lugar un pequeño detalle el cual nunca había cambiado en toda mi vida y el cual me inducia a que algo estaba mal.

Esperando a que me atendieran no podía evitar notar ese pequeño detalle que estaba fuera de lugar, entonces decidí, en vista que no llegaba una respuesta, saltar el mostrador y verificar que estaba fuera de lugar y ahí pude notar un pequeño rastro en el suelo. Este rastro tenia una peculiaridad, era de un color  rojo marrón pero denotaba frescura y decidí seguirlo. Y ahí estaba.

Saliendo en calma de aquel recinto me decidí a indagar respuestas. Siguiendo mi recorrido a casa no pude evitar notar la presencia de una mirada en la profundidad del bosque así que decidí apresurar el paso y mientras hacia eso sentía la mirada cada vez mas pesada, entonces sentí la tierra húmeda sobre mi rostro y fue cuando mire atrás y aquella presencia que me acechaba había desaparecido. Como siempre.

Alzándome y retirando la tierra húmeda que aun se hallaba en mi rostro me di cuenta que aquel sendero que utilizaba para cruzarme a mi casa había desaparecido. Y ahí pude percibir la lluvia pesada cargada con culpa de aquella atrocidad del cual no tenia conocimiento alguno. Por ahora.

Indagando en el bosque el camino de regreso a casa pude notar un objeto brillante enterrado en las raíces de un roble así de que decidí acercarme. Y al observarlo pude notar un mango de madera donde pude tomarlo y sacarlo del árbol. Al sacarlo el mismo rojo marrón se impregno en mi prenda, entonces pude recordar una discusión sucedida hace varios días así que decidí guardar aquel objeto y proseguir mi camino durante en el cual los recuerdos de aquel día invadieron mi mente. Entonces recordé.

Llegando a mi hogar la puerta se hallaba atrancada, con nerviosismo trataba de abrirla y entonces recurrí a la fuerza. Al blandir la espada contra la puerta recordé como en un sueño una discusión con desenlace funesto, fue una pesadilla. Procediendo a meterme en mi recinto antes de que la lluvia empeorara pude notar sobre el comedor un objeto que desde donde yo estaba era color oscuro y grande el cual no note al salir. Y fue ahí donde recordé.

Supuse que todo había sido un mal sueño, producto de una pesadilla, que nunca ocurriría en la vida pero me equivoque. Ahí, frente a mis ojos, estaba aquello que jamás imagine encontrar en mi casa y mucho menos sobre mi comedor pero algo de ese objeto faltaba pero no podía descifrar que era ya que estaba cercenado y por todos lados sobre la mesa y entonces note que era lo que faltaba. La cabeza.

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