El alumno declara haber realizado el presente trabajo de acuerdo a las normas de la Universidad Católica San Pablo

DERECHO A VIVIR, NO EUTANASIA

¿MUERTE DIGNA? ¿DEPENDE DE NOSOTROS O DEPENDE DE DIOS?

¿MEDICINA PALIATIVA? ¿LA EUTANASIA Y EL ESTADO?

Todos sabemos que las personas tienen derecho a la vida desde el momento de la fecundación, por eso hay normas que protegen tal derecho, pero la eutanasia que es el acto de acabar con la vida de una persona enferma a petición suya o de un tercero, esto va en contra de nuestro primer derecho fundamental, de la ética, de nuestra integridad y no debería realizarse en ningún caso.

Para algunas personas, la eutanasia se justifica como la forma de evitar el sufrimiento físico o moral, pero esta, no es una buena y razonable justificación, pues ¿quiénes somos nosotros para quitarle la vida a una persona?, respecto a la vida, la muerte y la dignidad de la persona tenemos mucho que reflexionar.

Eutanasia significa buena muerte, pero pensemos ¿la eutanasia de verdad es una buena muerte? ¿Es digna?, para algunos esta dignidad consiste disfrutar de una buena calidad de vida y estar a gusto mientras dure, otros lo entendemos como ese «algo» que todos tenemos, sin importar las circunstancias, la condición social, su edad, su estado físico o psicológico.

Debemos defender la dignidad humana desde que inicia en el vientre de la madre hasta el final natural de la vida, pues el fundamento de la dignidad humana es haber sido creados a imagen y semejanza de Dios y cuando ocurre la eutanasia, la persona provoca la muerte de otra y esto es un homicidio grave, va en contra de todo lo que hablamos y sobre todo va en contra de Dios, su creador.

Cuando una persona ya no puede demostrar sus funciones (caminar, correr, comer por sí solo, hablar, etc.) como antes, ¿Deja de ser persona humana y se convierte en una cosa? ¿Pierde su dignidad?, la respuesta a estas preguntas es un rotundo NO, ya que todo hombre es persona humana mientras viva y mantiene su dignidad así no pueda realizar ciertas funciones, pues, todos sabemos que la muerte absoluta ocurre cuando el cerebro deja de funcionar (y para quienes no, ahí va un pequeño dato). Mientras la ciencia no diga lo contrario y la persona esté viva, debemos de respetarlo, respetar su vida, ayudarlo, apoyarlo, darle las mejores atenciones y cuidados para que tenga una vida digna hasta que muera.

Introduciéndonos un poco más en la perspectiva del derecho, ¿El estado puede legislar sobre el derecho a la vida?, para nada, el estado no puede decidir qué personas viven y quienes no, no tiene ese poder, pues él no dio la vida y no puede quitar algo que no  dio. Si el estado acepta y hace lícita la eutanasia no estaría respetando el derecho fundamental de la persona que es el derecho a la vida, es por ello que el código penal protege el derecho a la vida y al ser humano frente a cualquiera que lo quiera matar, ya sea por compasión o por maldad.

Cuando los poderes públicos de una sociedad no castigan la eutanasia, nos da a entender que no les interesan sus miembros, que no les importa que sean eliminados solo porque ya no contribuyen con la nación, el pueblo o que están tan enfermos que no obtendrán nada de ellos. Entonces, pobres las personas desahuciadas o ancianos, pues vivirían sus últimos momentos con un miedo enorme a todas las personas que lo rodean y que en vez de ayudarlo, lo matarán; eso no es lo que queremos, lo que realmente queremos es darles ese sentimiento de seguridad a todas estas personas.

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