El arpa “Así que era verdad, pensó, era realmente cierto”

El arpa

“Así que era verdad, pensó, era realmente cierto”

Un niño atendió al llamado de una melodía que había estado escuchando en su cabeza desde hace días, producida por una armoniosa arpa, este sonido incesante se intensificó hacía un lado de su ciudad e hizo que su oído y mente lo llevaran a tierras desconocidas, en la cual se encontraba un hermoso y gran lago donde pudo divisar a lo lejos el instrumento que había estado retumbando en su cabeza, pero había algo extraño en la escena que presenciaba ya que nadie lo estaba tocando, pero gracias al ladrido intenso que dirigía su perro (quien lo acompañaba a todos lados) hacia el agua cercana al arpa, puedo distinguir la sombra de una mujer bajo esta.

Se dio cuenta que no había estado loco como decían sus amigos al momento de decirles “¿escuchan?, suena como si fuera el tiple que toca Don Joaquín los domingos en las tardes, pero no es igual, suena más profundo”, supo que no eran alucinaciones como le había dicho su madre, porque no solo él lo estaba viendo y escuchando, sino también Rocky, su perruno amigo.

Él no sabía quién se encontraba bajo el lago y por qué tocaba el arpa, todo el tiempo en su cabeza y cuando por fin estaba allí, no interpretaba nada.
Siguió yendo allí una y otra vez, cada momento que la canción volvía a su cabeza, pero no obtenía respuesta alguna, él simplemente siguió yendo hasta sus últimos días aun sabiendo que solo fuera a hacerle compañía a aquella vieja arpa y a su nunca vista instrumentista.

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