“El arte de la educación moral: el rol del profesor”

Universidad Pedagógica del    Estado de Sinaloa[pic 1]

Unidad 251

Licenciatura en Educación Primaria

 “El arte de la educación moral: el rol del profesor”

El arte de la educación moral: el rol del profesor

En el ámbito educativo, la función diaria de los docentes es impartir enseñanza a sus alumnos, y a través de ella favorecer la construcción de conocimientos, hábitos, actitudes y valores en los niños, por lo que el maestro debe ser un facilitador que ponga al alcance de los educandos las herramientas para que construyan sus propios aprendizajes y sean capaces de aplicarlos en su vida cotidiana.

La confianza es un componente indispensable para propiciar en un grupo el desarrollo de relaciones que contribuyan al mejoramiento de los valores. Es importante que el profesor establezca un clima de confianza en el aula, lo que permite que los alumnos tengan seguridad para compartir sus puntos de vista, expresar ideas e interactuar entre sus pares.

Para el fomento de la confianza en el grupo es necesario que exista una cooperación mutua entre los miembros, organización en las actividades y un buen desempeño para cumplir con las expectativas que se desean lograr.

El conflicto moral cognitivo de acuerdo con Kolhber, se presenta en dos momentos, el primero donde los alumnos identifican el dilema, para posteriormente clarificarlo. Para un niño, identificar quiere decir reconocer una situación como algo que exige una decisión de su parte, un conflicto no es bueno ni malo simplemente es un producto de determinadas condiciones. Cuando se lleva un conflicto o dilema a la clase, tanto por parte del estudiante como del profesor, realmente el potencial educativo es muy alto si se maneja de modo constructivo, por lo que el maestro puede enfrentar procesos de resistencia al cambio y reacciones agresivas o de frustración donde las emociones se pueden desbordar, por lo que aquí el maestro debe saber afrontar este tipo de situaciones, dominar técnicas grupales e individuales, pero sobre todo autocontrolar sus emociones para no dejarse llevar o influenciar por las situaciones que se presenten.

Por otro lado el enfoque del razonamiento moral anima a tomar la perspectiva de otras personas que ayudan a los niños a hacer conexión con el mundo que lo rodea, pues es ahí en la interacción donde podrá poner en práctica la forma de manejar y controlar problemas. Aun cuando el maestro es el primero en asumir roles, porque como adulto tiene una mayor perspectiva de la clase y el grupo, es importante que los alumnos a través del dialogo actúen diferentes roles para que vivan emociones distintas.

El maestro, en todo momento, debe tener sus ojos y oídos muy abiertos, prepararse continuamente y no permitir que haya alumnos que solo están físicamente en la clase y que en realidad sus pensamientos estén en otra parte, debe motivarlos para que expresen y sientan que sus palabras son importantes para los demás y que si requieren de alguna ayuda, sientan la confianza y el apoyo de su profesor.

En la escuela es necesario que el maestro ponga en práctica la habilidad de escuchar y comunicarse eficazmente, con la finalidad de que los alumnos aprendan también a comunicarse entre ellos. Por ejemplo, cuando los niños tienen  conocimiento del tema que el maestro está trabajando, sienten la necesidad de contribuir con ideas apropiadas sobre lo que ya conocen; y en el caso de participar en un debate moral escuchan y responden con distintas ideas de pensamiento, esto es por las diferencias de desarrollo cognitivo que tiene el grupo.

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