El ecosistema microbiano del intestino

El sobrepeso y la obesidad se aumentan en proporciones sobredimensionadas internacionalmente.1 La etiología de dichos males es multicausal y encierra a partir de componentes genéticos2 hasta socioculturales.3 El mapa genético de la obesidad de 2005 incluye a todos los cromosomas excepto al cromosoma Y, con cerca de 244 genes que una vez que mutan o se manifiestan como transgenes en ratones resultan en fenotipos que están afectando el peso del cuerpo y la adiposidad;4 no obstante, el crecimiento explosivo de la prevalencia de estas condiciones en el planeta no pudo ser atribuida a modificaciones en el genoma humano.5 El cambio de estilo de vida en el último medio siglo hacia el sedentarismo, consumo de alimentos con alto contenido energético, hábitos tóxicos, estrés, agresiones y drásticos cambios del medio ambiente no han decursado sin secuelas. Individuos normopeso, que mantuvieron vínculos sociales con individuos obesos, aumentaron su Índice de Masa Del cuerpo (IMC) en aquel tiempo. En años actuales, el concepto "infectoobesidad" ha aparecido en la literatura científica.7-9 En modelos animales, 7 microorganismos patógenos diferentes se han encontrado asociados a obesidad.7-9 La infección de pollos con el virus SMAM-1 crea depósito desmesurado de grasa intraabdominal y paradójicamente bajos niveles de colesterol y triglicéridos en suero.7 La inoculación de adenovirus Ad-36 a ratones y monos crea incrementos de la grasa del cuerpo entre 50 % y 100 %, aun con la misma ingestión de alimentos. El sobrepeso y la obesidad se asocian, no obstante, con la existencia de ciertos anticuerpos. La primera de estas asociaciones encontrada ya hace bastante más de 10 años ha sido con el virus aviar SMAM-1 en la India.10,11 Un análisis transnacional llevado a cabo en 2008 en Islandia, Suecia y Estonia informó sobre una correlación positiva significativa entre el sobrepeso del cuerpo y el título de anticuerpos circulantes contra Clamidia pneumoniae y Helicobacter pylori.12 Otros estudios informan altos títulos de anticuerpos en suero, dirigidos únicamente contra el lipopolisacárido (LPS, siglas en inglés) de Clamidia pneumoniae y asociados de manera positiva con el IMC.13-15 Sueros de personas obesos y no obesos recolectados en 3 zonas estadounidense mostraron prevalencia de anticuerpos contra adenovirus Ad-36 de 30 % y 5 %, respectivamente.7 Células del estroma del tejido adiposo humano, además infectadas con Ad-36 in vitro, presentan una más grande diferenciación y actividad adipogénica.16 Se estima que en las infecciones virales, los componentes que producen obesidad estarían más relacionadas con un impacto directo de los virus sobre los centros del encéfalo, aun cuando no se descartan mecanismos semejantes a los involucrados con la microbiota intestinal.

Ensayo

La microbiota intestinal El ecosistema microbiano del intestino (microbiota intestinal) incluye especies originarias que colonizan permanentemente el tracto digestivo y una serie variable de microorganismos vivos que se hallan transitoriamente en el tubo digestivo. El tipo de ingesta de alimentos que obtiene el infante en los primeros días de vida predominación la estructura de la microbiota intestinal, tal y como se sabe ya hace bastante más de 20 años sobre las diferencias en la estructura de la microbiota entre chicos que reciben lactación materna o artificial.28 Si la microbiota en dichos chicos es distinto, entonces la microbiota intestinal de adultos que comen distinto, tendría, a priori, además que ser distinto. La microbiota intestinal inicial que se instaura es bastante desequilibrado y sufre cambios relevantes en el lapso inicial de la vida. En el año 2007 fueron publicados resultados sobre el desarrollo usual de la microbiota intestinal del infante a lo largo de su primer año de vida.33 Se vio una enorme variabilidad en la estructura bacteriana de las personas a lo largo de los primeros meses de vida, lo que se asume que podría ser explicado por la continua interacción entre exposición y recolonización. Varios estudios sugieren que la microbiota intestinal del maduro empieza a realizarse a partir de los primeros 2 años de edad.33-37 La transición hacia la microbiota adulta pasa con la ingesta de alimentos complementaria, lapso en el que además se crea un cambio fundamental en la capacidad metabólica del intestino, una vez que la dieta, con base de leche alta en grasa, se suple por una dieta rica en carbohidratos.

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