El espacio de la esencia de la arquitectura

No es un síntoma de ingenuidad profesional o de ignorancia económica, sino, un signo de cuestión fundamental que se encuentra en la naturaleza misma de la arquitectura y de su elemento esencial: el espacio.

En la arquitectura, el concepto y el contexto van de la mano, sin embargo, suelen estar en conflicto, éstos interactúan complementándose, pareciendo mezclarse en una entidad continúa sin fracturas. Si queremos definir lo que es espacio según la arquitectura, es determinar sus límites, la idea de sentir el espacio ha surgido con la idea de la composición para convertirse en contenedor tridimensional, hablando de fronteras.

El espacio es una extensión de la materia, funciona como un instrumento de conocimiento, es singular e indefinido. El espacio se logra cuando se empieza por conocerlo, a jugar con él, a distinguirlo, percibirlo y experimentarlo partiendo de simetrías a planos, y así de esta manera llegar a sus límites. No hay espacio arquitectónico sin algo que tenga lugar ahí; no hay espacio sin contenido.

Sabiendo que es espacio, y nombrando lo que puede llegar a ser el ‘‘espacio arquitectónico’’, podemos profundizar un poco más en el concepto como tal de ‘‘arquitectura’’. Y qué mejor que ir al texto de Félix de Azúa en el Diccionario de las Artes donde nos plantea dos conceptos sobre arquitectura uno según el arte y el otro según la profesión técnica, en la primera; ‘‘la arquitectura crea los lugares habitables, allí en donde los mortales instalan su morada, para lo cual el espacio debe cubrirse de significación’’, y en cuanto al segundo ‘‘la arquitectura construye edificios y ciudades con fines prácticos’’. Y la realidad es que la una siempre tiene que ver con la otra para formar lo que él llamaría una ‘‘morada’’. En esta concepción del arte, la arquitectura apunta más que a la imitación de estilos a contenidos psicológicos, hacia la percepción que el habitante tiene de ella, a la empatía que puede tener con el “carácter” de una obra (belleza, armonía, elegancia, nobleza, etc.).

El espacio constituye la esencia de la arquitectura, pero nunca se ha dicho en forma explícita cual era la esencia del espacio, como veremos esta actitud se vio reforzada por el protagonismo que fue adquiriendo el concepto de espacio (abstracto) en el discurso de la arquitectura del movimiento moderno. Luego se pregunta sobre las relaciones entre espacio y arquitectura para proponer una definición de espacio arquitectónico: qué hay que hacer en el espacio para que sea o haya arquitectura. Finalmente la intuición humana es la que permite tener un “sentido” del espacio y su profundidad al recorrerlo.

La arquitectura configura el espacio general para así transformarlo en un espacio singular, la desestima de la siguiente manera: La arquitectura no “modela” el espacio, así fuera materia dócil,

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